domingo, 29 de octubre de 2006

Cementerios



Ahora que se acerca el día de Difuntos y la tradición manda visitar el cementerio, sea lo que sea lo que allí busques, quería enseñaros un cementerio algo especial. Está en el zoológico de Lisboa y es un cementerio de mascotas.

Bueno, tengo que confesar que yo pensaba que esta entrada la iba a escribir Montse. Con esa idea le mandé hace un par de meses las fotos. Pero, al final, no ha podido ser ( "¡...estoy muy liada!". Je, y voy yo y me lo creo ;-) y me ha devuelto el encargo. Pues allá vamos. Como veis en la foto grande, se trata de una explanada en cuesta. No se puede entrar a pasear, porque está rodeado por una verja; supongo que has de ser "usuario" para poder entrar.




Pero eso no quita para que no puedas emocionarte con las tumbitas que ves desde la verja, que son muchas y muy distintas. Saqué varias fotos, pero creo que las que más me llamaron la atención son estas cuatro. Con las tumbas de Jack y de Jessica se me salió la lagrimilla. Vale, sí, estoy evidenciando mi lado más kitsch. Pero al mirarlas no puedo evitar pensar en las dos historias de amistad que cuentan y en que alguien pensó que habían sido tan especiales como para merecer ser recordadas así.

Aunque otras tumbas las superan en número.


Pompom, Nico y Rucha. Laika, Lolita y Tintim. Ahí tenemos dos auténticos mausoleos familiares. Con sus fotos y sus florecillas de plástico. E historias que imaginar sobre casas con varios perros, cachorros aprendiendo de abuelitos que se dejan morder las patas mientras intentan no perder la dignidad...

O saber qué diantres le pasó al pobre Tintim, que no pasó de ser un cachorrito.

Será una solemne tontería; el consuelo y el recuerdo tienen que nacer del corazón y el mejor sitio para alojarlos es tu cabeza. Pero, que queréis, al ver esas tumbitas del zoo de Lisboa, me acordé de mi Pepa y me dio una punzadita. No sé qué fue de ella cuando se la quedó el veterinario, después de la eutanasia.

Lo sé, lo sé, el mundo tiene problemas más indignantes y urgentes, pero...

7 comentarios:

  1. Pues voy a adoptar un gatito.
    No sé como sobrevirá y sobreviviremos
    pero lo voy a intentar.

    [†] Rockera Mutante [†]

    ResponderEliminar
  2. a mi me han regalado una gatita de un mes y medio y la tengo conmigo desde hace 8 dias y medio exactamente jejej mira su foto en mi blog si t interesa ^^

    ResponderEliminar
  3. la verdad que un cementerio asi vendria bien, me acuerdo cuando era pequeño, que se murió pichi, un periquito que mis padres lo querian mucho. Y mi padre lo enterró en no se que parte del monte, donde le encontraron 8 años antes. A los 5 minutos un gato salvage llevava al pobre periquito entre sus fauces, y eso que estava dentro de una caja y enterrado. que pena, con un cementerio asi por lo menos mis padres podrian ir a verlo por esta epoca.

    ResponderEliminar
  4. Rockera, ¡qué suerte que tiene ese gato! Seguro que se te hará una fierecilla :-P

    Y lo mismo digo, adriana. Ya sabía yo de tu gatilla por el planet ;-)

    Ahora que lo dices, natxo, tampoco sé qué pasó con pancho, el canario que heredé de mi abuelo :-/

    ResponderEliminar
  5. ¡Te ha quedado muy bien, Glo!

    Gracias mil:-)

    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Me ha encantado tu post. Al igual que tú, pienso que los seres queridos se llevan en el corazón, da lo mismo que haya tumba o no. Pero bueno, hay gente que necesita algo que tener para poder recordar, me parece bien.

    Saludos maja.

    ResponderEliminar
  7. A mi el día "de difuntos" me parece un día muy triste, lejos de un días festivo. El día en que se celebra que la gente a la quieres se ha marchado ¿no es de enfermos?

    ResponderEliminar

Hola. He decidido no admitir más comentarios anónimos (si te das una vuelta, verás por qué :-)).

Espero que no te importe tener que registrarte en tu cuenta de google (o en openID) para dejar tu opinión. Además, no se admitirán comentarios (sin moderación) en entradas con más de 15 días.

Gracias por tu comprensión.