martes, 3 de marzo de 2009

Arroz...


Hacer limpieza en el disco duro tiene su recompensa. Encuentras trocitos de ti misma que te hacen sentir bien, sobre todo si se refieren a recuerdos que compartes con más gente sabiendo, además, que esas personas los van a compartir con el mismo cariño que tú; como estos:







Fue el 15 de noviembre; hacía un sol precioso. También hacía frío, pero no importaba porque estábamos allí tantos y tantos arropándoles, arropándonos... Es una de las bodas en las que mejor me lo he pasado en mi vida y la primera a la que fue María, que salió encantada. Pero lo realmente hermoso fue la ilusión que me hizo estar allí, con eso novios tan guapos, formando parte de un grupo de amigos increíbles.

La boda de Emilio y de Cristina sirvió para que muchos nos volviéramos a ver después de mucho tiempo. Supongo que no puedo evitar ponerme en modo madre abadesa en estas ocasiones y recordar cómo eran cuando les conocí. Y emocionarme viendo cómo se han ido construyendo. Y enorgullecerme de ello.

Es un honor formar parte de vuestras vidas :-)

1 comentario:

Angie Prewett dijo...

Son unas fotos bellisimas!!!
Yo sueño con el día de mi boda =3
Quizás porque tengo un momo maravilloso, no sé, no se, jejeje

Yo siempre la he pasado genial en las bodas, la de mi mejor amigo fue bellisima, la recuerdo con mucho cariño! Asi que creo que entiendo por lo que pasaste ^_^
Besos!