miércoles, 1 de marzo de 2006

Mi prima


Esta es una actualización de una entrada algo cutre que hice hace algunos días sobre mi prima María José, celebrando que le habían dado un premio por uno de sus relatos.

Pero de verdad que me arrepentí de escribir lo que escribí y por eso me puse a reeditarlo. Ella se merece algo mejor. Lo malo es que llevo una temporada bastante liada. Hoy empezamos una semana de fiestas... para celebrarlo, le he hecho caso a mis macetas. Ahora toca cultivar el "otro jardín".

Llevo muchos años estando orgullosa de mi prima. Orgullosa y envidiosa, todo hay que decirlo. Cuando era pequeña, con siete u ocho años, su padre le obligaba a leer sus poemas en voz alta en las reuniones familiares. Ella, que siempre ha sido la persona más inocente del mundo, alguna vez le preguntó: "...pero, ¿los que me has corregido o ..?". Entonces siempre había sonrisitas, miraditas de autosuficiencia ("ya decía yo que la niña no podía escribir esto sola..."). Pero no. Los poemas los escribía ella. Las horas que pasaba con la luz encendida, leyendo en cama, casi a escondidas, eran las horas en las que ella más disfrutaba.

Ha escrito tantas cosas durante estos años... y yo sé que pocas saldrán a la luz. Me alegro de que le hayan dado estos premios, me alegro de que se publique lo que escribe. Quiero que la gente lea sus relatos, porque ella se lo merece. Es poco lo que puedo compartir con vosotros, sólo el enlace a su Espacio de la tierra y el mar, que publicaron en el suplemento "El Viajero" de El País.

Como ya decía en la primera entrada, se lo han capado un poquito, pero es tan bueno que da lo mismo. También a ella la intentaron capar y no pudieron. Si ha habido alguien que haya tenido una educación estricta (infancia, adolescencia y buena parte de su juventud), ha sido ella. No podía permitirse muy a menudo el lujo de ser espontánea, ni de hacer preguntas, ni de cuestionar usos y costumbres. Cuando empezó a vivir de forma independiente, hasta me asustó: el péndulo pasó tan rápidamente de un lado al contrario, que tuve miedo de que se rompiera la cuerda. Hubo una época en la que me encontraba con ella y en cuanto empezábamos a hablar me empezaba a rondar por la cabeza Lou Reed (Jackie is just speeding away/ thought she was James Dean for a day/ then I guess she had to crash/ Valium would have helped that bash/ said, hey babe,/ take a walk on the wild side/...). Es muy posible que tuviera hambre de todo lo que le habían negado y necesitara saciarse... Pero ella seguía escribiendo, y buscando su ventana, su ventana para ver el mundo y su ventana para dejarse ver por el mundo.

Ya ha dejado de correr. Estoy tan feliz cuando la veo satisfecha, serena, segura con su Santi osito y su nuevo hijo a punto de nacer... Ahora quiero ser egoísta: quiero que escriba, que escriba y poder disfrutarlo. Y poder presumir de prima. Porque se lo merece en más de un sentido.

1 comentario:

Mars Attacks dijo...

"Ha escrito tantas cosas durante estos años... y yo sé que pocas saldrán a la luz."

Pues espero que sea porque no quiera que salgan a la luz, porque bien bonitas quedarían en un blog ;)

Regálale uno o algo :D