martes, 31 de octubre de 2006

Exabruptos gramaticales

Esta noche se me ha escapado un sintagma después de cenar. Me ha sabido mal porque aún estábamos en la mesa y no me gusta que la chiquilla esté delante cuando suelto algo así...

No sé que me pasa últimamente. Enseguida pierdo la paciencia y digo alguna barbaridad. Anteayer fue un complemento directo, pero es que los chavales de primero se estaban pasando tres pueblos; ahora resulta que los jueves tampoco se podrá clase, por culpa de la Champions.

Pero no sé, es posible que sea injusta, creo que también es problema mío. Antes, como mucho, se me escapaba un abverbio de lugar, o uno circunstancial, si tenía un mal día. Y desde hace unos meses, las locuciones determinativas se me amontonan, tengo que hacer un esfuerzo realmente importante para contenerme. Y no son mi único problema. Ayer mismo tuve que morderme los labios y contar hasta diez para comerme una perifrasis. Aún así, mascullé una subordinada comparativa.

Necesito vacaciones y relajarme un poco. No quiero que un grupo sintáctico me dé un disgusto...



Este jueves, 2 de Noviembre, conferencia de Juan José Millás en el edificio Hucha a las 19:30. Pásalo.

domingo, 29 de octubre de 2006

Cementerios



Ahora que se acerca el día de Difuntos y la tradición manda visitar el cementerio, sea lo que sea lo que allí busques, quería enseñaros un cementerio algo especial. Está en el zoológico de Lisboa y es un cementerio de mascotas.

Bueno, tengo que confesar que yo pensaba que esta entrada la iba a escribir Montse. Con esa idea le mandé hace un par de meses las fotos. Pero, al final, no ha podido ser ( "¡...estoy muy liada!". Je, y voy yo y me lo creo ;-) y me ha devuelto el encargo. Pues allá vamos. Como veis en la foto grande, se trata de una explanada en cuesta. No se puede entrar a pasear, porque está rodeado por una verja; supongo que has de ser "usuario" para poder entrar.




Pero eso no quita para que no puedas emocionarte con las tumbitas que ves desde la verja, que son muchas y muy distintas. Saqué varias fotos, pero creo que las que más me llamaron la atención son estas cuatro. Con las tumbas de Jack y de Jessica se me salió la lagrimilla. Vale, sí, estoy evidenciando mi lado más kitsch. Pero al mirarlas no puedo evitar pensar en las dos historias de amistad que cuentan y en que alguien pensó que habían sido tan especiales como para merecer ser recordadas así.

Aunque otras tumbas las superan en número.


Pompom, Nico y Rucha. Laika, Lolita y Tintim. Ahí tenemos dos auténticos mausoleos familiares. Con sus fotos y sus florecillas de plástico. E historias que imaginar sobre casas con varios perros, cachorros aprendiendo de abuelitos que se dejan morder las patas mientras intentan no perder la dignidad...

O saber qué diantres le pasó al pobre Tintim, que no pasó de ser un cachorrito.

Será una solemne tontería; el consuelo y el recuerdo tienen que nacer del corazón y el mejor sitio para alojarlos es tu cabeza. Pero, que queréis, al ver esas tumbitas del zoo de Lisboa, me acordé de mi Pepa y me dio una punzadita. No sé qué fue de ella cuando se la quedó el veterinario, después de la eutanasia.

Lo sé, lo sé, el mundo tiene problemas más indignantes y urgentes, pero...

sábado, 28 de octubre de 2006

Sin moraleja

¿Quieres que te cuente un cuento? Podría inventarme una historia de piratas, o una con una princesa y un dragón. El dragón sería feo pero buena gente. La princesa al final lo fastidia todo porque se empeña en ponerse un bolso que no hace juego con los zapatos. Por eso el dragón se lo quemó, pero el rey no se enteraba de la película y sólo se acordó de lo que había costado el dichoso bolso. Vale, no te lo había dicho, es que era un bolso pijo, de esos que llevan las princesas y que cuestan una pasta. Realmente, lo había comprado de rebajas y no tenía muy claro con qué ponerlo. Y el dragón, ahí donde lo ves tan feo, tiene un máster en estilismo; no, no preguntes es una historia muy triste (lo había intentado con los sistemas inteligentes, pero entró en un laboratorio con mal pie, remetió la cola y rompió un robot de tres dedos). Fue ver a la princesa tan mona y tan mal conjuntada y le subió algo por la garganta. Escupió fuego, claro ¡es un dragón, diantres!. El caso es que el rey todo eso no lo sabía y como tenía el pronto fácil, pilló un mosqueo tremendo y dijo algo de una recompensa por cazar al dragón. Pero, tranquilo, que el dragón además de estilista no tenía una escama de tonto. Escapó al puerto y se puso a trabajar descargando barcos de pesca. Le cundía mucho, porque agarraba el barco entero y lo sacudía. Además, podía asar las sardinas si le entraba gusa. No me hagas mucho caso, pero creo que lo dejó la semana pasada. Le ofrecieron un trabajo en una cadena que redecora tu vida. La princesa se compró un bolso más caro todavía (¡hay reyes que no aprenden nunca!). Para no meter la pata, se compró también los zapatos a juego. Es lo malo de las princesas, que aunque no tengan ni idea, tienen dinero. Claro, así no aprenden. Pero les cunde.

Gilipollas

Clínica Dental 964 21 66 02.

Mismamente.

Actualización: No era el cartel más bonito del mundo, pero lo estuve mirando media hora. Nunca se sabe cuando te van a doler las muelas.

Que no se mosquee nadie por el título, es un autohomenaje. No íbamos a dejar todos los bugs para el 2.0.

jueves, 26 de octubre de 2006

Nobody knows you...

Estaba llorando. En días como aquel llegaba a pensar que morir es una forma de dejar de llorar. No sabía por qué había empezado. No podía decir qué era distinto desde ayer, si nada había cambiado. Lo que hoy le resultaba rutinario, ayer también había sido rutinario; la ilusión que hoy no había tenido, ayer tampoco había existido; la caricia que hoy no fue, ayer tampoco había sido y el beso que hoy no había dado, tampoco lo había dado ayer...

Siempre empezaba igual, una pequeña lágrima, a saber por qué: una noticia en el telediario, una música que le emocionaba, el recuerdo súbito de alguien ido, el miedo irracional a un hipotético accidente. Y le seguía otra y otra y otra... Tampoco era un llanto violento. Lloraba despacio, como si fuera orvallo.

Estuvo así un buen rato. Reunió fuerzas para engujar una par de lágrimas, las últimas -se prometió- se han escapado, y se vistió. Decidió salir de casa, necesitaba aire...

En la plaza apenas había nadie; los niños estaban en el colegio y no hacía suficiente sol para atraer a los abuelos. Abrió el libro y empezó a leer.

Pero sabía que iba a empezar a llorar otra vez; siguió con el libro abierto e hizo como si leyera. Eres invisible cuando no se te ve la cara. Eres invisible cuando no quieres que te miren. Nobody knows you when you are down and out...

Volvió a empezar. El nudo en la garganta era demasiado fuerte y llorar parecía ya la mejor opción, ¿por qué no rendirse?. Era invisible, nadie la veía, nadie se iba a enterar, nadie se iba a extrañar, nadie se iba a molestar. Esta vez, el llanto la calmó. O tal vez terminó de agotarle y confundió el cansancio con paz. Morir, al fin y al cabo, podía ser una forma de dejar de llorar...

No podría decir cuánto tiempo pasó, pero paró, por fin. Quizás se había secado. Decidió volver a casa, tal vez aún tendría tiempo de hacer algo útil. Podría hacer algo especial, sí, un bizcocho para la merienda de los niños.

Pero nada más poner el pie dentro de la casa, se ahogó, se le cayeron encima las cuatro paredes. Se dejó ir sin pensar: ni en por qué lo hacía, ni en qué estaba ocurriendo, ni por qué parecía empeñada en volverse loca. Simplemente volvió a llorar, despacio, mansamente... Sin pelear, ni cuestionarlo. Ocurría.

Ni siquiera había cerrado la puerta de casa. Allí se la encontró la vecina cuando iba a pedirle algo de leche. No le preguntó nada: la cogió de la mano, la sentó en el sofá y la dejó, todavía llorando. Buscó la cafetera, la llenó y volvió junto a ella mientras esperaba a que subiera el café. Empezó a comentarle tonterías, a decirle sin decírselo que sabía que necesitaba llorar pero que tenía que dejarlo. Que necesitaba salir de aquel muro y que le iba a ayudar a intentarlo. Simplemente, hablándole y escuchándole. Al final cedió, y respondió a los chismes. Primero con monsílabos, luego ya empezó a hilvanar frases. Siguieron charlando y, al cabo de una rato, se atrevieron a contar un chiste.

Se dibujó una sonrisa como se dibuja un rayo de sol rompiendo un día de orvallo.

lunes, 23 de octubre de 2006

Alberto


Hoy me ha llegado un mail de Alberto. Lo que voy a hacer no es nettiquetamente correcto, pero si algo es cierto es que ni Alberto ni yo hemos sido en la vida correctos. Políticos, seguramente, pero correctos nunca.

No preguntéis por qué, pero servidora estuvo en la génesis de astur-list y soc.culture.asturies. Allí conocí a Alberto, uno más que, de mozo, sucumbió a lo que, ahora que somos ricos, llamamos eufemísticamente "Efecto Llamada", pero que realmente es el "Efecto Patada en el Culo": ve, hijo y búscate la vida, que en tu paisín no tienes ni pan ni futuro. Y que todo eso lo encontró en Argentina. Aunque siga echando de menos a su paisín.

Alberto me dice que está a punto de cumplir 70 años. Lo bueno es que no pierde la memoria y no olvida. Ni olvida por qué tuvo que irse, ni olvida cómo era su país cuando se fue, ni las cosas que habían pasado. Estoy por decir que por no olvidar, ni olvida las cosas que van a pasar.

Sólo nos hemos visto una vez, en una cena en Xixón, de aquellas que organizábamos cuando éramos más jóvenes y podíamos hacer 300 kilómetros sólo por ir a cenar; o igual era mucho más que ir a cenar y después estar horas y horas de sobremesa charlando.

Decía que Alberto nun ye politícamente correctu. En astur-list siempre provocaba... simpatías o incomodidad, pero nunca dejaba a nadie indiferente. Y si os reproduzco partes de su mail, es porque creo que sus ideas, cuando menos, merecen ser escuchadas. Si alguien se las quiere discutir, que se ponga en contacto conmigo, que yo les presento con gusto.


Hola a todos, aquí estoy aún, que no, que no me fui. A pesar de mi imposibilidad de ingresar a Astur-list, estoy aquí. No sé por qué causa mis correos no furan en astur-list [..]. Pensando y repensando, hace años que tengo como proveedor a Speedy, una empresa internacional que supongo no se encuentra en el índex por su perforación a los correos no deseados y por su vulnerabilidad a las infecciones, argumento que recuerdo me dieron en algún momento [..]. Ahora, después de algunos años pensando, porque me costó años el ordenar mis pensamientos, no se crean que es fácil, a meses de cumplir con 70 jóvenes primaveras, vengo a sospechar que no fue el servidor el que me indica off. Me parece que ha sido mi desacostumbrada costumbre de no pensar en consonancia con el ordenador, o por responsabilizarme de la algarabía dialéctica que se armó [..]. Se pensó que muerto el perro se acabó la rabia, sin darse cuenta que la rabia era lo mejor del perro y lo que se acabó es EL DIÁLOGO ja ja ja…

[..] Veo con alguna frecuencia el informativo internacional de la TVE, lo veo por imposición de mi mujer, la psiquiatra, que dice
- Es el mejor informativo de la tele
- Bueno
Ahí me quedo observando los recuerdos de las brigadas internacionales. HACE 70 AÑOS se despidieron de España… Y aparecen desdibujados el arrojo, la valentía, la honestidad y la propuesta de un acuerdo social diferente. ¿A quién le importa eso? si todos somos pequeños burgueses, con apetencias de ser burgueses terratenientes, si es posible. Entonces me pregunto ¿por qué nos molesta que se razone sobre la injusticia, el hambre de los pueblos, la desigualdad del consumo energético, la expectativa de vida en África?. Supongo que debe ser mucho más gratificante ocupar las neuronas en el apetito sexual, en degustar un buen vino, justificar la honestidad de nuestros políticos, socialistas, comunistas, populares franquistas clericales, los que busques, el que te guste, todos de honestidad comprobada, ya que se reiteran en la propuesta de los cargos para continuar (con nuestro beneplácito), sacrificándose por el bien común. Pero resulta que a mí, a pesar de ser un Sr. Burgués, ¿don Alberto me dicen?, me parece que las cosas no son como nos dicen que son, y creo firmemente que el mundo puede organizarse mejor y se va a organizar mejor. Entonces aquí surgieron las diferencias, y esas diferencias están dadas en principios básicos de propiedad. ¿El conocimiento es un bien común?, si nos hacemos esa pregunta la respuesta es sí o no, y en la respuesta está implícita la intención en el argumento que nos lleva a la propuesta de qué hacer.

BASTA. El motivo de este correo es saludarlos y no entrar en discordias, comentarles que estoy por producir un buen vino casero. Que en abril recibiré a unos parientes macanudos (son los terceros que vienen a visitarme), que lamento no conocerlos a todos y, fundamentalmente, no ser un buen escritor, para poder llenarlos de placer con mis ocurrencias y como [..] el deseo de libertad, igualdad y fraternidad de un crío de 27 años quedó flotando en los montes de Asturias, les manifiesto mi orgullo por los idealistas Asturianos que como él quisieron una vida mejor para sus hijos. Si los molesté pido humildemente disculpas y me lo hacen saber, caso contrario me tomaré el atrevimiento de enviarles comentarios de las cosas.

El Tapín.



Manda todos los comentarios que quieras, Alberto. Y perdona la indiscreción, pero hay gente que merece ser compartida.

sábado, 21 de octubre de 2006

Dreams

¿Sabéis cuando algo te hace daño y no puedes evitar hacerlo una y otra vez...? ¿Cómo se llamaba? ¡Ah, sí, masoquismo...!

Me la encontré ayer sin buscarla y me está empezando a obsesionar... Podría ser la banda sonora para un crimen perfecto...

TV On The Radio, Dreams.

jueves, 19 de octubre de 2006

Venus


Ayer vi por la televisión a una mujer que me tiene fascinada, y de la que estoy enamorada desde pequeñaja; no sé que sarao han montado en Londres, pero allí estaba, tan espléndida como siempre. Al verla, además, recordé una de las mayores locurillas de mi vida: ella estaba pasando una temporada en España y se me acababa el tiempo para verla en persona... y no sé muy bien cómo, pero de buenas a primeras me vi pillando un autobús en Valencia a las 12 de la noche, aterrizando en Madrid 6 horas más tarde y pasando frío y sueño y haciendo cola 5 horas delante del Museo del Prado. Pero mereció la pena. Aunque no se diera la vuelta para saludar...

Ya dije en alguna entrada que mi abuelo era pintor. Velázquez y Sorolla eran sus ídolos. Si hay algo que aún hoy me sorprende es que nunca tuviera problemas en que yo cogiera sus libros de pintura y los hojeara... nunca me dijo aquello de "¡Cuidado, niña!... que se rompe". Así que, ahí me tenéis con 5 añitos jugando entre láminas de Velázquez y de Sorolla como telón de fondo para dos figuritas de cerámica que eran "mis muñecas" (y lo sorprendente es que libros y figurillas resistieron todos esos juegos). Con el tiempo, empecé a pasar de las figurillas y empecé a mirar mejor los libros.

La galería de retratos de Velázquez me fascinó. No sé por qué, pero el primer cuadro que me hizo gracia fue "Vieja friendo huevos". Bueno, sí sé por qué me hizo gracia: no usaba una sartén como mi madre, usaba una vasija de barro. Y aquí una, nacidita en el boom del acero inoxidable, no podía creer que aquello no estallara. Pero, claro, para esta niña lo que comenzó a ser irresistible era toda la galería de bufones, enanos y freaks que este buen hombre pintó.

Y me la encontré a ella. Una señora espléndida, desnuda, ahí, sin ninguna vergüenza, y, para colmo de males, contemplándose en un espejo. Vamos, una señora que se estrellaba contra todos los preceptos sociales que entre el cole y el catecismo intentaban incrustarme en la cabeza, a saber, las mujeres decorosas no andan por ahí desnudas; y, mucho menos, se regodean en su desnudez. Y, vamos, de gustarse ¡ni hablamos!... que eso ya es para anatemizar.

Porque la señora está espléndida, la señora está desnuda, la señora se está mirando y la señora se está gustando.

Con los años aprendí a mirar el cuadro. Desde el sentimiento de culpa de las primeras veces (si es que ¡tiene que ser pecado mirarla!) pasando por las miradas en diagonal -para escapar del sentimiento de culpa, como quien no quiere darle importancia- años después, hasta atreverme a contemplarla de frente con los ojos y con la cabeza. Ese culo tan rotundo, esa curva en la espalda y los hombros relajados, ese ser consciente del propio poder de atracción y sentirse a gusto con él. La falta de elementos masculinos en el cuadro... (he oído a veces a "entendidos" decir que se mira después de hacer el amor. En fin, si así se sienten más satisfechos y les sirve de consuelo... )

No me gusta mucho opinar sobre machismo y feminismo. Yo sigo diciendo que me limito a vivir y prefiero no hablar sobre lo que hay que vivir. Vale, sí, todos hacemos chistes de vez en cuando y a veces es imposible resistirse a hacer un comentario irónico. Pero, repito, soy de la humilde opinión de que no hay que hablar, hay que vivir; por eso me suele costar dar opiniones sobre cosas las cosas que me importan y a las que creo que contesto mejor al vivir cada día, de acuerdo a mis ideas y sin dejar que me las chafen.

Aprender a mirar a Venus mientras se ella se contempla tan descaradamente, sin visos de vergüenzas mojigatas, sabiéndose bella sin pedir disculpas por ello... pero sobre todo, sabiendo que es una mujer y estando contenta y satisfecha de serlo. Seguramente me ha ayudado a intentar ser la persona que me gustaría llegar a ser. Mientras tanto, se intenta. Intento mirarme en ese espejo de cada día, descaradamente, sin vergüenzas, felicitándome cuando lo hago bien y admitiendo los errores cuando lo hago mal. Y, por encima de todo, estando satisfecha de ser una mujer.

Dinero público para obras públicas

¿Dinero público para construir autopistas de peaje?
¿Dinero público para construir colegios privados?
¿Dinero público para construir urbanizaciones de lujo?
¿Dinero público para desarrollar software propietario?

...a ver si es verdad que estamos todos tontos...

domingo, 15 de octubre de 2006

Western Front



Carbon/Silicon tiene un nuevo trabajo, Western Front. Y, como siempre, lo podéis encontrar gratis en su portal, Carbon/Silicon: Tony James & Mick Jones.

¿Referencias? "I believe in MP3, I believe in P2P, I just burnt my own CD, the day the music was free". Bueno, y aquí ;-)

Y, como ya dije una vez: ¡Además, son buenísimos! :-D

sábado, 14 de octubre de 2006

Sin excusas



Y, si ya habéis cenado, pasaos por Escolar. Se ha currado mucho más que yo la entrada.

Una cree estar segura de lo que sabe...

... hasta que descubre todo lo que ignora :-D !!!

Y qué peligro que tiene María con un atlas en la mano ;-)

viernes, 13 de octubre de 2006

En blanco y negro...


Os presento a servidora con 3 añitos. No es porque sea yo misma, pero me encanto.

Por esas épocas, no había guarderías y hasta los 4 años que comenzabas en parvulitos tu reino era todo lo largo y ancho que permitía el pasillo de tu casa. Una época con un ritual matutino que en mi caso era el desayuno con Cola Cao, bajar a Macho a comprar el pan y la leche, pasar por casa de mi abuela, ir hasta el mercado y ya, de vuelta a casa, dar vueltas alrededor de mi madre, incordiándole mientras ella intentaba limpiar... Por la tarde tocaba costura, pero es para otra historia.

La limpieza de la casa se hacía con la presencia impepinable de la radio. La radio encendida, mi madre cantando.

Eso sí, era la radio de la época. El idioma del imperio imperaba por doquier y lo que escuchábamos eran versiones de canciones que triunfaban en el extranjero y a nuestra manera; esto es, convenientemente traducidas al castellano...

De todas esas canciones, me cuenta mi madre que hay una que aprendí casi antes de saber hablar. ¿Recordáis la canción Down Town? En el resto del mundo la hizo famosa Petula Clark, tal y como testimonia este vídeo de you tube.

Pero la versión que cantaba mi madre, la que oíamos en la radio española de 1966, era una versión de "Los Pájaros Locos" y se titulaba Chao, chao (seguramente, por influencias de la versión italiana de Down Town). Me ha costado encontrarla, pero al final he dado con la letra. Dice mi madre que ella cantaba y que cada vez que tocaba un "chao, chao" emergía una vocecita del fondo del pasillo y se le adelantaba... era yo.

Pues nada, el otro día limpiando apareció por ahí el típico CD que te regalan o que viene de oferta, el típico "Años Dorados", o "Éxitos de toda la vida" vaya usted a saber, y me encontré con Down Town. Va por ustedes, por si queda algún nostálgico más...

martes, 10 de octubre de 2006

..try to catch a Bandersnatch


Vaya. Y mira por donde, no tuve nada que decir. Por una vez, me quedé callada.

Recuerdo el día que llegaste a la oficina. No me gustó tu pinta y te catalogué como "persona a evitar". Sí que debe ser verdad eso de que soy medio meiga. Me hubiera ido mucho mejor siguiendo mis instintos y manteniéndote lejos.

Pero no pude. Bueno, si soy sincera los primeros meses me entraban ganas de cerrarte la boquita cada vez que la abrías. Tienes que reconocer que soltaste más de una de órdago. Claro que no sé si con el tiempo me acostumbré a tus barbarideces, o si aprendí a entenderlas correctamente... Y, seguramente, tú también encontraste tu propio espacio, sin necesidad de reafirmarte contra viento y marea, sin soltar lo primero que se te ocurría sobre cualquier tema. Aprendiste a escuchar... seguramente en cuanto te diste cuenta de que no necesitabas gritar tanto, y que tus opiniones eran más interesantes cuando dabas razones que cuando pegabas desplantes. De repente, descubrí que disfrutaba hablando contigo.

Y sí, para que te voy a engañar. Pasaste a ser parte imprescindible de mis días. Lo del almuerzo se convirtió en un rito: llegar a la oficina, organizar la faena, dejar listo lo más urgente y a eso de las 11 bajar y hacernos el cafelito, mientras hacíamos planes para conquistar el mundo. Fuiste la primera persona en felicitarme por dejar de fumar y por pasarme a las tisanas y por substituir los bocatas de lomo grasiento por ensalada de frutas. Después del almuerzo volvía a la mesa con ganas de arreglar el mundo. Hubo un momento en que hasta me sentí con fuerzas para acabar con la hambruna africana, las guerras, el cáncer y la subida de las hipotecas.

Si tengo que volver la vista atrás, es posible que me sorprenda a mí misma cayendo en la trampa de tus zalamerías... Sí, sí, mucho presumir de que esas cosas no me afectan, pero la verdad es que me fueron derritiendo. ¿Para qué engañarme? No sé cuántas veces busqué excusas para reclamar tu atención o para incorporarte en mis equipos y que tú estuvieras allí, trabajando conmigo. No sé si alguien más se dio cuenta. Y casi que prefiero no pensar en ello, por miedo a morirme de vergüenza. Prefiero hacer el imbécil desde la ignorancia.

Un día me di cuenta de que no era simplemente tu compañía... casi me muero al descubrirme suspirando porque no estabas, al notar que estaba temblando porque no estabas; estaba temblando porque deseaba que estuvieras allí... simplemente porque te deseaba. ¡Oh, estupendo!. Total, sólo soy una mujer casada, con dos hijos y 10 años mayor que tú y...

"¿Y qué?". No sabes cuántas veces me retumbó en la cabeza esa pregunta. No sabes cuántas veces cerré los ojos y murmuré tonterías, cuántas veces sentí una piedra sobre el pecho impidiéndome respirar, cuántas veces empecé a llorar histérica y con miedo a que me pillaran y tener que explicar qué diantres me pasaba, cuántas veces abracé a mis hijos para dejar de pensar lo que estaba pensando, para alejar esas telarañas negras de mi cabeza... "¿Y qué?". "¿Y qué?". "¿Y qué?"....

Todavía no sé cómo no me descubrí, cómo no me descubrieron, cómo no me descubriste. O igual, sí te diste cuenta. De repente, ya no venías todos los días a almorzar y ponías excusas para no quedar después, ni venir a las cenas de la oficina. Claro que no sé si eran imaginaciones mías, empeñada en situarme en el centro de tu universo - no te rías, es que de ilusión también se vive - o, claro, si ya le habías conocido...

¡Qué ironía! Como quien dice, me has pedido tu bendición: has venido y me has confesado que has conocido a una persona increíble, que no puedes imaginar tu vida sin esa persona, que estáis saliendo desde hace meses, que no me habías dicho nada por si no salía bien... El único día en que hubiera pagado por perderte de vista y allí seguías, contándome los detalles. Yo, con mi hipócrita sonrisa congelada mientras notaba otra vez la piedra en el pecho, lamentando todas las ocasiones en que había pensado tirarlo todo por la borda - mi matrimonio, el trabajo, lo que fuera - y no me había atrevido a decirte nada. O, lo que es peor, agradecida por no haberlo hecho y haber evitado el ridículo más absoluto.

¡Cómo no iba a quedarme callada! ¿Dije "" cuando me preguntaste si sería tu testigo en la boda, verdad? Dije sí. Y me quedaré ahí callada, preguntándome si acaso mi mejor amiga se hubiera transformado en mi más querida amante si no se hubiese cruzado ese hombre en nuestro camino.

lunes, 9 de octubre de 2006

Meme introspectivo

Sí, meme introspectivo. Va luen, te dice eso, te lo pasa y se queda tan ancho. Normalmente me hacen gracia los memes, pero es que ahora se trata de hablar de entradas de tu blog. Pues, con permiso, como no está muy definido lo que hay que hacer, me limito a comentar las entradas que creo que han provocado más visitas, pasando de meterme a valoraciones más subjetivas.

Bueno, pues la campeona de esta categoría la publiqué hace poco, Crimen perfecto. Alguien pensó que era digna de proponer para un meneo. Y ya me tenéis un domingo por la tarde, aburrida, mirando mis estadísticas y flipando por colorines al ver que el número de vistantes de mi blog se incrementaba misteriosamente sin haber publicado nada. Claro que más flipó mi familia cuando empecé a decir como una imbécil, "me han meneado, me han meneado..." No, no llegó a la portada, se quedó en una propuesta; pero, con eso, ya hice bastante el paripé (¡qué vergüenza!). Menos mal que ya está cerrada...

La que también tiene mucha guasa es la de Tombatossals. Lo vuelvo a decir: el texto es de Merche y los dibujos de María. Y para mayor inri, las visitas caen casi todas porque alguien me donó en los comentarios la historia completa de Tombatossals. Por lo que yo no contribuí prácticamente en nada y, además, se da la paradoja añadida de que la gallega del Planet Castelló está recibiendo una gran número de visitas por culpa de búsquedas relacionadas con temas populares valencianos..

Otra que sigue siendo muy famosa, y ya hace tiempo desde que la publiqué, es la entrada Toffees de café con leche. Bueno, mentiría si no dijera que me hace ilusión. El relato se me ocurrió casi de corrida y no creí que fuera capaz de acabarlo.

Y, para acabar, sí que me siento orgullosa del número de visitas que aún sigue generando la entrada Carta a un amigo ausente. Yo no sé que me dio Ernest, pero es un orgullo escribir sobre él. Además, es una satisfacción poder completar la entrada a estas alturas en que ya sabemos que Alba va a poder estudiar lo que quería. Sólo me falta desearle la mejor de las suertes y que disfrute de su estancia en la universidad tanto como yo lo hice (y todavía hago :-).


Eso sí ¿a quién le paso yo esto? Mi yo maligno hace que piense en Fabrizio ¿se atreverá a elegir sólo 4 ó 5 de sus entradas? :-D

Y todos los demás quedáis invitados también.

viernes, 6 de octubre de 2006

Infinitivos

Amanecer. Respirar. Sonreir. Sentir...

Beber. Comer. Respirar. Tocar. Mirar. Enseñar. Reflejar. Buscar. Encontrar...

Andar. Correr. Jadear. Sudar. Latir. Flaquear. Suspirar. Llegar. Respirar. Saltar. Masticar...

Soñar. Contemplar. Fantasear. Holgazanear. Dormir. Susurrar. Silbar. Canturrear...

Brisa. Piel. Sol. Sombra. Olor. Sabor... Despertar. Brillar.

Despedir. Llorar. Pensar. Recordar. Añorar. Querer. Reir. Consolar. Comprender. Compartir. Charlar...

Odiar. Amar. Morder. Temblar. Gritar. Desear...

Dudar. Esconder. Disimular. Negar. Temer. Mentir. Robar. Despreciar. Rogar. Herir. Maldecir. Ocultar. Abusar...

Leer. Pensar. Deducir. Planear. Desarrollar. Crear. Resolver. Conversar. Comunicar...

Besar. Rozar. Creer. Confiar. Llenar. Hablar. Disfrutar...

Juego. Ilusión. Caricia. Amistad. Complicidad. Guiños... Te quiero.