Esta noche se me ha escapado un sintagma después de cenar. Me ha sabido mal porque aún estábamos en la mesa y no me gusta que la chiquilla esté delante cuando suelto algo así...
No sé que me pasa últimamente. Enseguida pierdo la paciencia y digo alguna barbaridad. Anteayer fue un complemento directo, pero es que los chavales de primero se estaban pasando tres pueblos; ahora resulta que los jueves tampoco se podrá clase, por culpa de la Champions.
Pero no sé, es posible que sea injusta, creo que también es problema mío. Antes, como mucho, se me escapaba un abverbio de lugar, o uno circunstancial, si tenía un mal día. Y desde hace unos meses, las locuciones determinativas se me amontonan, tengo que hacer un esfuerzo realmente importante para contenerme. Y no son mi único problema. Ayer mismo tuve que morderme los labios y contar hasta diez para comerme una perifrasis. Aún así, mascullé una subordinada comparativa.
Necesito vacaciones y relajarme un poco. No quiero que un grupo sintáctico me dé un disgusto...
No sé que me pasa últimamente. Enseguida pierdo la paciencia y digo alguna barbaridad. Anteayer fue un complemento directo, pero es que los chavales de primero se estaban pasando tres pueblos; ahora resulta que los jueves tampoco se podrá clase, por culpa de la Champions.
Pero no sé, es posible que sea injusta, creo que también es problema mío. Antes, como mucho, se me escapaba un abverbio de lugar, o uno circunstancial, si tenía un mal día. Y desde hace unos meses, las locuciones determinativas se me amontonan, tengo que hacer un esfuerzo realmente importante para contenerme. Y no son mi único problema. Ayer mismo tuve que morderme los labios y contar hasta diez para comerme una perifrasis. Aún así, mascullé una subordinada comparativa.
Necesito vacaciones y relajarme un poco. No quiero que un grupo sintáctico me dé un disgusto...
Este jueves, 2 de Noviembre, conferencia de Juan José Millás en el edificio Hucha a las 19:30. Pásalo.
2 comentarios:
Me encantaría descifrar este código gramatical en el que escribes, ja ja.
A mi me pasó algo similar en el aula, con un grupo de adolescentes mal criados me tenía que aguantar algunos exabruptos y hasta temí estallar diciendoles lo que pensaba de ellos, gracias a Dios me mordí la lengua y una pedi vacaciones y que los aguante otro!!!
;-)
Me temo que lo de renegar de mis alumnos era más un recurso para el minirelato que un reflejo de lo que ocurre en clase :-) En general, son muy buena gente... a veces pienso que yo soy más "brutita" que ellos, lo que me lleva a no tener ningún problema en soltarles el exabrupto (si llegara el caso) :-D
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