viernes, 22 de diciembre de 2006

Mamalú


Cuando yo era pequeña, mi tía Canucha estaba enganchada a una radionovela que se llamaba "Mamalú" y que, por lo visto, era la lacrimógena historia de una esclava envuelta en una apasionada aventura de amor prohibido. Bueno, para entendernos, una de esas de llorar mucho. No sé muy bien por qué, pero de resultas de esa radionovela quedó en mi familia la cosa de decir "¡Ay, Mamalú!" con ligero tonillo de recochineo cuando alguien está quejándose, con lloriqueo y repenique, de algo que no es para tanto.

No me preguntéis tampoco por qué un buen día decidí que nuestro coche era chica y se iba a llamar Mamalú. Supongo que fue una inspiración súbita por alguna tontería: estábamos camino de Gijón, con la música a todo volumen, sobrellevando con resignación la antigua carretera de la costa asturiana (con su curvas de "ceda el paso") y no sé si fue el momento "easyraider" o qué, pero se quedó en chica y en Mamalú. Y así, hasta el martes pasado.


Ahí la tenéis, pobre, descansando del sofoco que pilló este verano, resoplando mientras intentábamos subir el puerto del Cubillo. En esa curva tuvimos que parar porque el ventilador no daba abasto y se estaba poniendo eléctrica del calor. Y es que ya estaba viejita: viajaba con nosotros desde 1992. Empezamos a pagarla con lo que sobró de la boda... ¡y fueron tres años de letras!. Cada vez que llegaba una, íbamos sintiendo que un tornillito más formaba parte de la familia.

El caso es que ha pasado a mejor vida. La hemos sacrificado en aras de un plan prever de esos y nos hemos comprado otro coche. Muy posiblemente, lo de hoy sea para empezar a purgar nuestras culpas por abandonar a la pobre Mamalú: supuestamente teníamos que estar ya camino de Galicia, pero no hemos podido salir porque aún no nos han dado el coche nuevo. No sé qué de unos papeles... ¡espero que los dichosos papeles nos permitan volver a casa por Navidad como mandan los anuncios y las buenas costumbres!

De todas formas, María se ha puesto seria y dice que el coche nuevo también será chica. Claro que lo del nombre tenemos que discutirlo, porque creo que quiere ponerle Bimba o Pimbra o algo así...

jueves, 21 de diciembre de 2006

¡Hace frío!



- ¿Y ese abrigo..?
- ... del muerto...
- ¿¡Cómo!?
- ... nada, que lo iban a enterrar con el abrigo puesto y se lo quitaron.
- Pero ¿cómo es que lo tienes tú...?
- Mi tío Paco, que me lo ha regalado, que dice que tengo cara de frío...



Por cierto, este año lo he llevado al tinte, que ya le iba haciendo falta. Ha quedado como nuevo.

martes, 19 de diciembre de 2006

Forty-two!!


"I checked it very thoroughly," said the computer, "and that quite definitely is the answer. I think the problem, to be quite honest with you, is that you've never actually known what the question is."


Lo tenía fácil, la verdad. En fin, para los no iniciados: es mi cumpleaños. Y cumplo 42.

Y me he cruzado con una mariposa un 19 de Diciembre.


domingo, 17 de diciembre de 2006

Tengo una debilidad

-"Bernardo... ¿tú crees que algún día... ?"
-"Algún día, Mari Carmen... algún día... "

jueves, 14 de diciembre de 2006

Todavía es tarde


Me llegó tu mail y me quedé pensando. Ya sé que no es por cumplir años. Tenemos la misma edad que hace veinte años, cuando teníamos veinte años más de los que tenemos ahora.

A ti también te gustan Los Enemigos: ¿por qué estoy frío, si hoy hace calor? yo iba a ser un gran tío, todo un ganador ¿será que no es lo mío esta competición?... no, igual no es tan tremendo, pero es un sentimiento de... ¿cuánto me he desviado de lo que quería? ¿cuántos sueños quedan intactos? ¿estoy mejor de lo que pensaba? ¿es mucho peor? ¿qué decisión fue crítica? ¿por qué aquello que era tan importante... ? ¿por qué era aquello importante? ¿tanto he cambiado? ¿tanto ha cambiado mi escala? ¿qué hubiera opinado de mí mismo?

Cuál de toda esa pequeña cadena de palabras no dichas, de palabras no calladas, de portazos inútiles, de enfados prescindibles, de engaños premeditados y de mentiras sin mala intención, con sus correspondientes raciones de buenas intenciones abandonadas, evidencias ignoradas conscientemente y cariños despreciados me han ido llevando del sitio al quería llegar, hasta el sitio al que he llegado. Cuánto me he desgastado intentando que la trayectoria no se torciera demasiado, peleando siempre con ese movimiento que tiende a hacer desplazarse a mi centro de gravedad, y que me obliga a forzarme para devolverlo a su sitio original, intentando que la inercia no me haga derivar hacia ese camino que parece más fácil, pero que no es el que me gustaba.

Aunque la peor pregunta es la que te obliga a plantearte que si merece la pena. Qué si sigues peleando o qué si vas pasando. Y en esa duda, como decía alguien, hay días y, lo que es peor, hay noches. Que la moral y las buenas costumbres aún nos tienen muy capados y hay cosas de las que no se debe hablar. Y, si lo piensas, es peor...

Yo también estoy "algo extraño" y también voy a estar de cumpleaños. Pero no es por los años. Es porque todavía es tarde.

miércoles, 13 de diciembre de 2006

Sería una ilusa si...


... si de verdad me creyera que Pinochet se murió el Día de los Derechos Humanos por una especie de justicia poética. Y sí, tendrá que ser poética, ya que no de la otra.



Pero no se trata de ver qué tan alto caemos del guindo. Sí que hay cosas que se pueden hacer y hoy tenemos la oportunidad de ser testigos. A las 19 horas, en la Sala de Prensa del edificio de Rectorado y Servicios Centrales, estará Weja Chicampo un "caso resuelto" de Amnistía Internacional (por cierto, si no la han quitado, en el hall de la Facultad de Humanas hay una mesa de Amnistía en la que podréis firmar para intentar resolver otros 10 casos).

Y no, no es que me haya obsesionado últimamente con AI (aunque tampoco sería mala idea). Sólo os estoy deseando Feliz Navidad, de corazón y sin bombillitas..

martes, 12 de diciembre de 2006

50 años no es nada




Ayer me enteré de que el amor de mi vida ha cumplido ya los 50 años. Jo.. salir del cole, jugar al brilé, bocata de chorizo, Espacio 1999, los payasos de la tele... el Capitán Trueno...

¿Os habéis dado cuenta de que ya no hay tebeos como antes? Un día le quise comprar a María un Mortadelo y tuve que comprarle un especial de esos... Aquellos cinco duretes que te daban de peque y que salías disparada a comprar el Mortadelo o el Zipi y Zape.. o el Lily, ya un pelín más mayorceta y enganchada a Purita Campos con Esther y su mundo.

Pero mi primer amor, el que me tenía encandilada y el que tenía las aventuras más chulis era el Capitán Trueno,





Había otros que imitaban la idea del trío héroe/amigo_gordote/amigo_ delgadín (El Jabato o el Corsario de Hierro), pero el Capitán Trueno era especial. O igual es que fue el primero :-)

Yo sólo sé que de pequeña quería ser rubia y reina... de Thule, of course :-)

sábado, 9 de diciembre de 2006

The Snow Fairies




De blog en blog y tiro porque me toca, me encontré un buen día con The Snow Fairies, ideales para escuchar el día que el cuerpo te pide musiquilla agradable y no comerte mucho el tarro... dicho sea sin ningún ánimo de menospreciarlos. Tal y como vamos, esto puede ser todo un lujo.

Pero parece que se separan, Y, para celebrarlo, regalan su último disco, Voilà!. ¡Aprovechadlo!

Monstruos de papel


Yo reconozco que, a veces, se me cuela una entrada que sólo entiendo yo. De hecho, me las escribo para mí. Y no pienso pedir disculpas por ello: es mi blog. La última se supone que era de esas. Y no es que quiera explicar la entrada. Es que al releerla me han sacudido varias cosas...

Ayer se cumplieron 24 años desde que murió mi padre. Y se me acaba de pasar por la cabeza una sucesión de gente con algo en común, que llegaron a importarme mucho sin que llegara a tener apenas tiempo para disfrutar de ellos (vaya, y ahora que lo pienso, eran todos hombres).

Puede resultar chocante que incluya a mi padre en esta categoría, pero lo triste es que es así. Durante mucho tiempo simplemente no nos llevamos (yo era una peque, él hacía muchas horas extras...). Luego nos llevamos realmente mal (yo era una adolescente bastante impaciente en todo, él era pelín chapado a la antigua y tenía una tendencia demasiado exagerada a disimular su timidez con gritos autoritarios, mala leche y alguna bofetada que otra). Y, en una de estas, se produjo el milagro: mi madre nos dejó solos unos cuantos días y ahí no nos quedó más remedio que convivir. Y funcionó.

Lo malo es que eso fue allá en Julio y por Septiembre me fui a Valencia a estudiar. No volví a verle vivo. Me he enfadado muchas veces con él por haberse muerto. Por no cuidarse y no hacer caso a los médicos, por dejarnos antes de tiempo sin consultarnos ni pedirnos permiso. Sí, ya sé, el muerto es él. Pero qué queréis...

Algo raro pasa cuando se muere un padre. Es como quedarte sin ninguna protección en medio de una estampida. Todo te da más miedo, aunque intentas hacerte la fuerte porque de alguna forma notas que te han pasado un testigo. Que pesa mucho. Y que no quieres, tu preferirías quedarte cómodamente instalado en la protección que, de repente, te niegan. Pones cara seria, de persona convencida pero tienes miedo en cada paso que das, no sabes que terreno pisas, ni si se va a hundir. En mi caso, además, me pilló demasiado pronto, 10 días antes de cumplir 18 años. Feliz mayoría de edad...

Será por eso por lo que elegí esa canción, porque "en un mundo descomunal siento mi fragilidad". Me vino demasiado grande, como supongo que le ocurre a todo el mundo. Sentir ese paso de la niñeza a la edad adulta, sin casi tiempo para asimilarlo, era como entrar en ese mundo descomunal del que habla la canción. Y puede que de ahí me haya quedado cierta tendencia a darle más importancia de la toca a los monstruos de papel. Sobre todo, a los que yo me invento: son mis criaturas, sé todos sus secretos... pero ellos también saben los míos. Nos conocemos los puntos flacos. Y yo, tengo muchos. ¿Miedo? Mucho y a muchas cosas. Especialmente al daño que puedo hacerle a los demás si mis monstruos me asustan y no me dejan ver claro...

Vaya pesadilla
corriendo,
con una bestia detrás
dime que es mentira todo,
un sueño tonto y no más.
Me da miedo la enormidad
donde nadie oye mi voz.


Pero, eso sí: papá, si te echo de menos no es por eso. Te echo de menos por eso tan bonito que dejamos a medias. Aunque a veces me entran sudores fríos ¿te imaginas que esos dos últimos meses no hubieran sido así y que te hubieras ido sin que te hubiera conocido?

Algo me dice que esa última pregunta amenaza con convertirse en una respuesta en otra lucha de gigantes...

viernes, 8 de diciembre de 2006

¿Cómo estás, papá?



No, aún no me he hecho mayor. Y, sí, todavía te echo de menos.


miércoles, 6 de diciembre de 2006

Queridos Reyes Magos:



(Lo cogí prestado aquí, claro...)

Y si tienes claro lo bonito es compartir vida con una mascota, mejor pásate por aquí...

domingo, 3 de diciembre de 2006

Un vestido anticuado


Era un vestido de entretiempo, de viscosa color marrón. La falda era fruncida; tenía una franja de franela roja de la que salía un volante estampado de marrón, rojo y varios tonos de ocre a juego. La parte de arriba tenía un cuello mao, tan de moda en aquella época, y vivos a juego con el volante.

Se lo había regalado su madrina; bueno, más bien se lo había ganado con su trabajo en la boutique. Se lo pidió en Febrero, ¿o fue en Marzo?. Las rebajas habían acabado sin que se hubiera conseguido vender el vestido, que era ya de la temporada anterior. No le fue difícil convencer a la madrina. Nunca lo era.

El caso es que el vestido era suyo y sabía cuando estrenarlo. Primero dudó sobre si debía ponerlo el viernes por la tarde o el domingo; mejor el domingo. El viernes era un rollo, tendría que ir con el vestido ya puesto al instituto y seguro que alguien soltaría alguna suspicacia sobre el "modelito" (anda, la empollona se nos ha puesto guapa ¿querrá ligar con el de Historia?). No, mejor los vaqueros de siempre. El vestido para el domingo.

Los domingos eran de ellos solos. Nunca agradecería bastante a sus padres esa bendita costumbre de ir a comer a Covas y dejarla solita en casa. Bueno, en casa...

Desde que él se había ido a León, a estudiar veterinaria, los viernes por la tarde eran el principio de la semana. Ese día no tenía clases y bien temprano cogía el coche, un ocho y medio que aún tiraba bastante y que había sido patrimonio familiar hasta la llegada del GS nuevo. Llegaba a mediodía, a tiempo para comer en casa y salir a buscarla a la salida del instituto, a las cinco. Tenían toda la tarde para ellos, aunque apenas llegaba el tiempo para comentar la semana, comparar sus respectivas crónicas, reir, enfurruñarse a veces, hablar, hablar y hablar y, por supuesto, para todos los besos y caricias que aprendían poco a poco.

El sábado era un agujero en el tiempo que había que sobrellevar de la mejor forma posible. Pero ninguno de los dos se atrevía a romper rutinas que hubieran sembrado preguntas incómodas en casa y esperaban, esperaban hasta su momento, el domingo.

Él decía que volvía a León y ella se quedaba sola a las once de la mañana. Iba con su madre a la iglesia y, a la vuelta, sus padres se iban. ¿Seguro que no vienes?, No, mañana tengo evaluación, prefiero preparar las mates... Las benditas mates que aquel año le costaban y le estaban dando la excusa perfecta. En cuanto salían, llamaba. Solían coger el coche e ir hasta Pontedeume o Ares (y aún así, había que andar con ojo, nunca se sabía con quién podía encontrarse uno) y pasaban la mañana juntos; de nuevo, hablaban, fantaseaban, montaban planes absurdos y se aprendían con los ojos, las manos y la boca allá hasta donde la moral y las buenas costumbres lo permitían en los lugares públicos.

Sí, el vestido quedaría para el próximo domingo.

Pero nunca llegó a ponerlo. Él no estuvo el viernes a la salida del instituto. En algún sitio de la nacional VI se había salido de la carretera.

Habían pasado 25 años. Buscaban retales para completar una falda, cuando abrió la caja y su hija descubrió el vestido, aún sin estrenar, y bastante anticuado. Cerró la caja y la metió de nuevo en el armario. En sus recuerdos, ese domingo habían paseado juntos, ella había estrenado el vestido, él le había dicho qué guapa estaba y ella se había sonrojado de felicidad.

sábado, 2 de diciembre de 2006

Te la robo

Llevaba días pasando por encima de esa entrada por falta de tiempo. Te robo la canción, con tu permiso.

jueves, 30 de noviembre de 2006

Do you believe in magic?


Hace unos días descubrí "Puentes como Liebres" de Mario Benedetti. No sé si me ha pillado del revés, si soy un pelín exagerada, pero no puedo quitármelo de la cabeza. Por no hacer un mal resumen diré sólo que trata de cinco encuentros de dos personas profundamente enamoradas. Se conocen y enamoran con quince años, apenas se ven tres veces más a lo largo de los años y no vuelven a encontrarse, esta vez ya definitivamente, hasta 50 años después.

Hay magia en el relato; y hay magia especialmente en la primera parte, cuando narra las pavadas, las torpezas (dicho con todo el cariño del mundo) la ternura y la honradez de dos adolescentes; y también en la última, en la que seguramente la consciencia del tiempo perdido obliga a desnudar prejuicios, etiquetas sociales y poses... y también, por fin, desnuda a los protagonistas que consiguen hacer el amor... con sólo 50 años de retraso.

Y, en el medio, hay un retrato, que a mí se me hizo cruel, de lo vacía que se puede hacer una existencia cuando se supone que una persona es alguien maduro, serio y productivo para la sociedad... y se comporta como tal y vive de acuerdo a lo que la sociedad espera que haga y de acuerdo a unas reglas que no se sabe bien qué especie de sádico ha debido de escribir, ni con qué ocultas intenciones, salvo que se siga la vieja norma de que la gente aborregada, adocenada e idiotizada es más fácil de convencer, de dirigir y de llevar al huerto. Vivamos sin romper las reglas y séamos gente seria y de provecho. Muérdete las uñas, trágate los puños, niega lo que quieres, acepta lo que no puedes ni soportar y compórtate como se espera de un adulto cabal... si quieres ser uno al que la sociedad no señale con el dedo y cuya opinión merezca ser tenida en cuenta... en las encuestas de opinión. No tengas ilusiones, no pongas por delante el amor, no respires muy fuerte y, sobre todo, que no se te ocurra suspirar.

Hoy iba cruzando el parque y escuchaba a María en background, mientras veía que las hojas de los árboles (¡por fin!) ya eran de otoño... mostrando tantos colores... y de forma tan efímera. Como las ilusiones, hay tantas y duran tan poco... Como el amor... ¿cuánto tiempo conserva ese bonito color dorado? ¿De qué depende que se pierda o no al soplar el viento?. Y, seguramente por ir escuchando a María, comprendí. Es como la magia; tienes que creer en la magia para que exista la magia. Seguramente por eso las historias tiernas eran las de los dos niños y las de los dos abuelos, las de los que están más cerca de la magia... los unos, porque van y los otros, porque vuelven.

Qué absurdo ir de adulto por la vida, sin creer en la magia y perdiendo también el amor por el camino... pero ¿qué haces cuando descubres que los Reyes Magos no existen y que el mago guardaba el conejo en la chistera? ¿Cierras los ojos y te haces el loco? ¿O cierras los ojos, te aborregas, te adocenas y te idiotizas... como un buen ciudadano adulto responsable y de pro?

martes, 28 de noviembre de 2006

Finite Automata of Song Lyrics

Al bueno de xuzo le debo una birrita por mandarme esta maravilla de enlace :-D

Como muestra, este botón... el autómata finito de la letra de "Idioteque":




¿Tiene un aire a una ballena azul o mi imaginación se ha desbordado? :-)

lunes, 27 de noviembre de 2006

Salir del armario


Merche strikes again! :-)

Es un título de esos que atraen a la gente a los blogs ¿no? Pero es que eso le ha pasado a uno de mis nuevos inquilinos. Verás, hace unos días había un par de gatitos atrapados en la enredadera de la valla de la casa del vecino. Se organizó una expedición para ir a salvarlos. Eran como la Michi nueva, pequeñines. Hicieron un agujero para que pudieran pasar a nuestra parcela pero les fue imposible tocarlos, arañaban y bufaban de mala manera.

Desde entonces, no se han ido de aquí. La Michi está feliz porque juega con ellos. Bueno, con uno más que con el otro. Porque ese otro es intocable. El otro día se colaron los tres en casa, venga a jugar y hacer el bobo. A una de estas, este otro se asusta de mí y se me cuela en un armario de la cocina. No veas para que saliera, si metíamos la mano nos atacaba, así que hubo que esperar a que saliera, pero no sólo del armario, también de la cocina, porque si no, ¡no había forma!.

Y nada, te mando unas fotos, porque ahora son cuatro los mininos que nos rodean ;)









Estoy por proponerle que sea colaboradora en el blog...
Hmmm.. ¿a ella o a sus gatos? :-)

viernes, 24 de noviembre de 2006

Robert Altman

Estaba pensando en hacer una entrada sobre él y me he encontrado justo con lo que pensaba hacer, pero ya hecho:

RIP, Robert Altman

Y como se lo merece, ahí van otras dos. Aunque no mencionen mi película favorita, El juego de Hollywood.

jueves, 23 de noviembre de 2006

Dejemos las cosas como están


Terminó de leer el relato y cerró el libro. Le había costado; por dos veces le había hecho llorar. Y, por hacer bueno lo de no hay dos sin tres, volvió a llorar al acabar. No le había hecho daño, era la simple emoción. No sabía que Benedetti aún le reservaba esta sorpresa.

Apagó la luz y se quedó allí un rato, llorando tan feliz.

Hasta que le oyó llegar al dormitorio. En un gesto tan repetido, giró sobre su costado, y enseñó la espalda. Y, entonces, lloró de verdad.

miércoles, 22 de noviembre de 2006

Grupo Universitario de Amnistía Internacional en la UJI


Pues nada; que el pasado 15 de Noviembre me llegó este mail:
Tienes derecho a permanecer en silencio...
... ante lo que pasa en el mundo.
Pero también puedes no hacerlo y unirte a la voz de Amnistía Internacional.

¿Quieres unirte a los grupos universitarios de Amnistía Internacional (AI)?

En nombre de Amnistía Internacional (AI) queremos invitaros a todos a formar parte de esta reunión informativa para formar un grupo universitario de AI en la Universitat Jaume I. Participará David Martín del Área de Grupos, Voluntariado y Educación en Derechos Humanos de la Sección Española de Amnistía Internacional en Madrid.

Esperamos verte el viernes. ¡Hasta entonces!

Saludos,
Hannah Droege y Jaime Perera

PS: Si deseáis más información, podéis poneros en contacto directo con nosotros.


Bueno, a esa reunión ya no llegáis, evidentemente. Yo fui y me quedó claro que ni soy alumna, ni soy menor de 30 años, ni soy socia de AI (aunque bueno ¡esto sí que lo puedo arreglar :-)! ), pero... allá me quedé ;-)

La próxima quedada es el martes 28 de Noviembre a las 17:30 en la parada del autobús del ágora (no, no vamos a quedarnos en la parada... sólo es el punto de encuentro ¡espero! :-D ).

ACTUALIZACIÓN: El grupo ya tiene lista de correo,

grupo . amnesty @ llistes . uji . es

martes, 21 de noviembre de 2006

Ian Thorpe


En el desayuno me he enterado de Ian Thorpe se retira de la competición. Me sabe mal por lo que me perderé desde ahora, no más piques con Phelps, no más competición con Van de Hoogenband. Además, viendo nadar a Thorpe creo que he aprendido más sobre natación que con cualquiera de mis profes. Y no es porque ellos no supieran enseñarme, no. Pero es que este hombre posee uno de los mejores estilos que servidora ha visto nunca dentro del agua. En este otro vídeo sale con Hackett, que es otro monstruo, pero se puede ver claramente la diferencia de estilo (Thorpe es el del traje entero).

Normalmente todo el mundo destaca sus pies, esas palas del 56 que tantos problemas daban a los que nadaban en las calles vecinas a las suyas. "¡¡Es como meterte en la lavadora cuando está centrifugando!!", llegaron a decir de él. Por no hablar de la famosa conferencia de prensa en la que sus padres convocaron a los periodistas para demostrarles que ellos tenían también los pies enormes y el pedazo peana de su hijo era su natural herencia biológica y no el producto de una hormona de crecimiento añadida a los cereales del desayuno.

Pero, de verdad, lo que yo adoro de Thorpe son sus brazadas. Es hasta elegante de lo bonito que lo hace. Apenas salpica, desliza el brazo, estira y avanza... con un frecuencia no muy elevada, pero consiguiendo una amplitud que asombra gracias a su buena técnica. Es como si abrazara el agua mientras se desplaza.



Tiene 13 plusmarcas mundiales y 5 títulos olímpicos. Y apenas tiene 24 años y se lo deja "por falta de motivación". Flipa. Sigo diciendo que estamos convirtiendo este mundo en un sitio difícil. Especialmente en el ámbito deportivo, cada vez más dirigido hacia el negocio y menos hacia el deporte. Y en el que cada vez se sacrifican más personas jóvenes a mayor gloria del espectáculo, ignorando qué ocurre o qué consecuencias puede tener para una persona vivir tan a tope su adolescencia y los 7 u 8 años posteriores, de forma que se encuentre completamente quemado a los 24. Por el camino se habrá dejado la salud (el cuerpo no es de goma y habrá coleccionado todas las lesiones del mundo... si es que no le han dado "caramelitos" para que rinda más), los amigos (siempre entrenando, siempre viajando, siempre lejos de casa) y lo que es peor, su juventud.

Si os fijáis, de un tiempo a esta parte las grandes figuras de la élite deportiva son cada vez más jóvenes. Hasta en el fútbol, donde las grandes estrellas solían consagrarse con 24, 25, ó 26 años, cada vez los fichajes "de impacto" son para mozos más que tiernos. ¿Cuál ha sido el último fichaje del Madrid? Marcelo, 18 años, 6 millones de euros. A algunos les parecerá normal. A mí me parece una barbaridad. Vaya, los dineros del fútbol siempre me han parecido una barbaridad, pero que además un chaval de 18 años fiche por 6 millones de euros... ¿cuál va a ser su meta a partir de ya?. O, mejor dicho ¿cuándo va a empezar a estar quemado? ¿A los 22?

No sé, pero es que me parece que es de locos. ¿Cómo tiene que ser de eso de quedarte sin motivaciones a los 24 años? Eso es terrible o, al menos, así me lo parece a mí. Toda esta gente tiene que romperse necesariamente por algún sitio. Física y mentalmente. Rafa Nadal, Fernando Alonso, Dani Pedrosa... ¿de qué edades estamos hablamos? ¿van a aguantar así hasta los 30?. Y, luego ¿qué?

Qué triste ser viejo a los 24 ¿no?

domingo, 19 de noviembre de 2006

Seré Breve


...pero es que, si no lo soy, seguro que no lo lees :-)
Te conozco desde hace 5 años. Siempre me has parecido una persona trabajadora y eficiente. Pero lo más importante es que me cuesta imaginarte engañando a nadie. Eres honesto. Aunque es difícil de averiguar porque sacarte palabras es un parto. Eso hablando; escribiendo, ni te cuento. Por ahí vas, con tu cara hecha sonrisa... hasta que se te sale ese chiste y te pedimos todos que te calles ;-)

No sé de mucha más gente a la que regalen un kit de supervivencia lleno de conectores USB y cables cruzados, y se le caiga la baba de contento. En fin, para tu próximo cumple avisa con más tiempo... ¡Muchas felicidades!

sábado, 18 de noviembre de 2006

Aprender



María y una servidora. Ahora entenderéis porque estaba tendiendo una lavadora y me he quedado pensando... acababa de confundir una de sus camisetas con una de las mías. Ya casi son iguales. Le falta un pelín al largo de manga.

Aprender. Tantas cosas por aprender tú y tantas cosas por aprender yo. Tantas cosas que te tengo que enseñar yo y tantas cosas que me tienes que enseñar tú. Por ejemplo, a colorear y a leer poesía.

Supongo que sería la vergüenza de mi abuelo, el pintor. ¡Qué vergüenza, una nieta que dibuja y no se atreve a colorear!. ¿Me falta descaro o me falta imaginación? Cuando veo a María con sus colores, me muero de envidia. Nunca he tenido el valor de mezclarlos como hace ella... pobre, viene a que le pinte algo y siempre le digo lo mismo: Yo lo dibujo, pero coloréalo tú.... Trazar líneas, marcar bordes, delimitar... y me quedo parada a la hora de rellenar, de llenar y de darles color. O calor, que es lo mismo. Y antes lo hacía. Pero como no me gustaba el resultado, en lugar de intentarlo de nuevo, hubo un momento en que, simplemente, dejé de hacerlo. Ya estamos.

Lo de la poesía también tiene su aquel. Tengo un amigo que lo intentó, pero me dejó por imposible. Y, mira por donde, viene aquí mi bicha con su libro preferido, el de Miguel Hernández. A recordarme que sí, que realmente me gusta pero que me da miedo. Me da miedo quedarme colgada en un verso, en darle vueltas a una estrofa una y otra vez, como me quedo a veces con las de las canciones (¿serás imbécil? tu palabra más desgastada en google es lyrics y dices que no lees poesía ¡mira que eres infantil! ¿aún dices cosas en voz alta para ver si se convierten en realidad?). O me da envidia. Porque lo intenté (se fue en primavera,/otoño que pareció,/se fue en primavera/y ya no volvió. Toma ya el sentimiento trágico de la vida que tenía servidora a los diez añitos. Lo que me tocó en su día despotricar para convencer al mundo en general de que no me lo había copiado y que el poema - sobre un soldado que se va a la guerra, etc. etc. - era original). Me digo a mí misma que es que me falta paciencia, que es un rollo, que para qué. Y antes lo hacía. Pero como no me gustaba el resultado, en lugar de intentarlo de nuevo, hubo un momento en que, simplemente, dejé de hacerlo. Ya estamos.

Vale. Mira María, yo te enseñaré ortografía, multiplicaciones, geografía. Te enseñaré historia, historias, realidades y mentiras. Y, si quieres, hasta a programar. A ver si, a cambio, aprendo yo de ti colores y poesía.

viernes, 17 de noviembre de 2006

Gracias (a quien corresponda)

Un día, Gregorio se dedicó a plantar robles en la parte de atrás de nuestro edificio.

Otro día, me di cuenta de que el roble que está más cerca de mi ventana se ha puesto hermosísimo.

Y llevo unos días dándome cuenta de que en ese roble para un petirrojo que, cuando pongo música, se mosquea y se pone a cantar como un poseso. Hoy se ha mosqueado con los Jayhaws, ¡tiene buen gusto!


I was waiting for the sun
Then I walked on home alone
What I didn't know
Was he was waiting for you to fall

So I never made amends
For the sake of no one else
For the simple reason
That he was waiting for you to fall

It was not lost on me
It was not lost on me
Walkin' on down the road
Looking for a friend to handout
Somethin' might ease my soul

So I kept my spirits high
Entertaining passers-by
Wrapped in my confusion
While he was waiting for you to fall

jueves, 16 de noviembre de 2006

Números de buena familia

Dicen Forges y Juan José Millás que hay Números pares, impares e idiotas.

Yo, lo que sé, es que a los profesores de programación nos encantan los números primos; el programador que no haya tenido que hacer una función o un programa para determinar si un entero es primo, que levante la mano. Vale, pues para ese que la ha levantado: un número es primo si sólo es divisible entre el 1 y el propio número. A saber, 1, 2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23, 29, 31, 37, 41..

Y ya puestos, hay que mencionar a los números omirps ¿qué cuáles son? pues los primos que al invertir sus dígitos siguen siendo primos: el 13, 17, 31, 37, 71, 73, 79, 97..

Otros que salen mucho en los problemas de programación son los números perfectos, que son iguales a la suma de sus divisores propios, como el 6 (1+2+3=6) o el 28 (1+2+4+7+14=28). Si rizamos un poco el rizo, encontramos los números amigos: A y B son amigos si la suma de los divisores propios de A es B y la suma de los divisores propios de B es A. ¿Un ejemplo? 220 y 280: los divisores de 220 son 1, 2, 4, 5, 10, 11, 20, 22, 44, 55, y 110 que suman 280. Y los de 280, (1, 2, 4, 71 y 142) suman 220.

Pero, en realidad, estamos hablando de casos particulares de un enunciado más general. Si se llama sigma(n) a la suma de los divisores de n, nos podemos dedicar a jugar... podemos calcular sigma(n), sigma(sigma(n)), sigma(sigma(sigma(n))) y seguir; algo de este estilo:

sigma(16)=1+2+4+8=15
sigma(15)=1+3+5=9
sigma(9)=1+3=4
sigma(4)=1+2=3
sigma(3)=1
sigma(1)=0
(nota: como los divisores propios son los divisores excluido el propio número, con el 1 no nos queda más remedio que aceptar 0 como suma de divisores propios)

Al final se llega a 0; hay quien diría que como al 16 le cuesta 6 pasos llegar al 0, su valor en la secuencia alícuota es 6. Claro que también puede ser que el proceso anterior "se ralle"; vamos, que salga un bucle. Probemos con el 12496,

sigma(12496)=14288
sigma(14288)=15472
sigma(15472)=14536
sigma(14536)=14264
sigma(14264)=12496

¿Bonito verdad? Es un ciclo de longitud 5 y se dice que esos números son sociables. Por lo tanto, números perfectos y números amigos son casos particulares de los números sociables, de tamaño de ciclo 1 y 2, respectivamente.

A la vista de esto, alguien puede pensar que por qué diantres tiene que funcionar este montaje y que por qué no se cae en un proceso infinito. Los matemáticos no lo han podido demostrar, pero conjeturan que cuando nos embarcamos en el proceso anterior, o llegamos al 0 ó encontramos un bucle. ¡Ánimo si quieres comprobarlo!

Hay otra familia de números que me gusta, aunque no creo que mis alumnos del curso 2001/02 compartan mi entusiasmo. En el examen de febrero, el parcial, tuvieron que escribir una función para determinar si un número era o no odioso, es decir, si tenía un número impar de unos al pasarlo a base 2. Por ejemplo, 1, 2 (10), 4 (100), 7 (111), 8 (1000), 11 (1011)..

Lo malo fue que en el final tuvieron que escribir una función recursiva para determinar si un entero dado era un número diabólico, a saber, el que tiene un número impar de ceros al pasarlo a base 2: 0, 2 (10), 5 (101), 6 (110), 8 (1000), 11 (1011)..

Y como soy así, si del odioso pasé al diabólico, para seguir la secuencia tenía que apostar fuerte. Me dejé para el examen de septiembre la propuesta de escribir una función que determinara si un número entero era apocalíptico. Vamos, si se le había colado la secuencia de dígitos '666' (16667234, 666, 35666, 100666001.. )

Algunas bonitas definiciones más:

- los números curiosos (o automórficos), que al elevarlos al cuadrado "acaban" en ellos mismos. Pasemos a los ejemplos para no liarla más: el 5 (porque 25 acaba en 5), el 6 (porque 36 acaba en 6), el 376 (porque 376 al cuadrado es 141376 que acaba en 376)..

- las potencias perfectas, que son los números que poseen un divisor que cumple que su cuadrado también es un divisor, como le pasa al 81: 3 y 32=9 son divisores de 81.

- los números pluscuamperfectos, que son números de n dígitos que cumplen que son iguales a la suma de la potencia n-ésima de sus dígitos. Bueno mejor con el ejemplo, ¿no?: 548834 es igual a 56+46+86+86+36+46.

- y .. los que aún no han salido en un ejercicio de examen y que no voy a poner por aquí :-) todavía ;-)

Claro que a veces hago trampa, y me invento definiciones: dos números enteros positivos n y m están liados si al pasarlos a binario la cantidad de unos de n es igual a la cantidad de ceros significativos de m y la cantidad de ceros significativos de n es igual a la cantidad de unos de m. Vamos que al pobre 50 lo lié con el 35 (100011), el 37 (100101), el 38 (100110), el 41 (101001), el 42 (101010), el 44 (101100), el 49 (110001), el 52 (110100) y el 56 (111000). Cuando se entere su novia, me mata...


Y, para acabar, me dejo la más bonita. Se dice que un número es maravilloso cuando es el 1 ó conseguimos llegar al 1 a través del siguiente proceso: si es par, lo dividimos entre 2; si es impar, lo multiplicamos por 3 y le sumamos 1. Y vuelta a empezar el proceso hasta llegar al 1.

Y, no me preguntéis por qué, pero, sea cual sea el número, siempre se llega al 1. Los matemáticos (siempre tan formales) dicen que Se conjetura que todos los números son maravillosos.

Pues, ¡qué queréis!, yo estoy absolutamente convencida de que todos los números son maravillosos...

miércoles, 15 de noviembre de 2006

Ya les vale...


Esta entrada es para avisar a mis compañeros de Planet Castellón. Estaba haciendo un paseito por Technorati (vale, sí, me pueden mis ansias de saber quién me enlaza y quién no ¿qué pasa? :-) cuando me he topado con estos chorizos:

http://castellonprovincia.com

No voy a enlazarlos porque no lo merecen. Pero que sepáis que se dedican a choricopypastear todas las entradas del Planet y nos citan como "colaboradores". ¡Tócate el nas!. ¿Alguien os ha pedido autorización y/o habéis decidido libremente colaborar con eso/ellos?

¿A alguien se le ocurre cómo protestar de forma efectiva? Porque es que, además, si buscáis en google comprobaréis que se dedican a spamear con mails varias listas de correo...

lunes, 13 de noviembre de 2006

¿Y los derechos de los lectores?




El otro día tropecé con alguna referencia a William Boyd; como sea que me acordé de un libro que hace tiempo me prestó un amigo, Las Nuevas Confesiones, me puse a buscarlo por Internet arriba (y abajo). Uno de los resultados lo tenéis como ilustración de la entrada. Y sirve para ilustrar muchas de mis búsquedas de libros.

Quería regalarme a mi sobrina Tiempo de Cerezas de Montserrat Roig; al final, tuve que regalarle mi libro y ando como alma en pena buscándolo por ahí para volver a tenerlo. A un amigo le recomendé un par de libros para que se los regalara a su mujer... creo que ha conseguido uno en la Librería Cervantes (¡gracias, Fab!). Del otro sólo sabemos que está agotado.

¿Por qué es tan difícil encontrar libros que apenas tienen 20 años? Y, por favor, no me habléis de la feria del libro usado y de ocasión... (bastante más usado que de ocasión, por cierto). Al menos no de la de Castellón: una vez que apartas todos los libros procedentes de los stocks de las Colecciones Completas de El País, El Mundo y el ABC, queda muy poquito.

Un libro de 15 ó 20 años ¿es viejo para ser reeditado? ¿Qué ocurre cuando quieres recomendar un libro hermoso que has tenido la suerte de leer... hace 10 años? ¿Decirle a quien quiera que se lo ibas a recomendar "¡Ah, se siente! haber tenido esta conversación conmigo en 1991.."

Tanto canon a las bibliotecas, tanto rasgarse las vestiduras con los proyectos de digitalización de libros, tanto hablar de los derechos de autor... ¡Una mierda! Son intereses editoriales, intereses empresariales... todos a leer el mismo libro, todos a pastar el último premio planeta y el best-seller de moda...

Los que amamos la lectura ya nos buscaremos la vida. Seguiremos removiendo todos los libros de los puestos de las ferias, seguiremos yendo a la caza del tesoro. Pero agradeceríamos que ciertas millonadas de campañas fachendosas se invirtieran, sólo de vez en cuando, en fomentar de verdad la cultura y no el mercantilismo.

sábado, 11 de noviembre de 2006

Un regalo

O eso creo. O eso me ha parecido cuando lo he encontrado.
Y necesitaba encontrarme algo así:

Broadcast - Come On Let's Go

viernes, 10 de noviembre de 2006

... qué oportuno

Rayarme con esta canción y encontrarme esta maravilla de cuadro,

lunes, 6 de noviembre de 2006

Ejercicio 2, práctica 1...

Datos: Un grupo de alumnos de primero, una profesora disléxica y la frase "...en lo que la gente se montó el follón el año pasado...".

Resultado: La frase "...en lo que la gente se folló el montón el año pasado...".

¿Dónde está la tierra cuando tiene que tragarla a una?

domingo, 5 de noviembre de 2006

Ha dejado de llover...


Que una gallega de pro escriba estas cosas...

Como sea que, últimamente, parece que andemos con la caraja galopante, marchando una de espabilamiento. Una, en su incultura, ignoraba completamente la existencia de Redd Kross (o no era consciente de ella, que para el caso da lo mismo que lo mismo da...). Me los encontré por ahí (1) y estaba hoy repasando y trasteando... y,

1976, Redd Kross,

Jimmy's Fantasy, Redd Kross.

Como le decía hace nada a un amigo, ¡vivan los anuncios de Sunsilk!. Y bravo por las cosas que le hacen reir a una.

(Y sí, ya sé que los vídeos se pueden "embeber" -¿se podrán "encomer" :-)?-, pero ¿soy la única que los ve desincronizados cuando los "embeben"? Pues, hala, a pinchar... )

(1)(por cierto, si alguien tiene claro como pasar de .mpc a .mp3 que me eche un cable :-/ )

viernes, 3 de noviembre de 2006

Mutismo Virtual



Podría escribir los versos más estúpidos esta noche. No los escribiré porque no sé escribir versos, no porque me quepa la menor duda de que serían estúpidos. No sé dónde se me ha caído la brújula, o cuando se me ha roto. Pero sé que tengo la misma sensación que el vagabundo del desierto que se desespera al reencontrarse con sus propias huellas y comprender que está caminando en círculo.

Y a esta alturas, el círculo está resultando ser un círculo vicioso. Cuando parecía que había encontrado la salida correcta de la rotonda, descubro que lo único que he hecho ha sido tomar otro falso ramal y que vuelvo al mismo sitio. Me he cansado más, pero sin avanzar.

Todos y cada uno de esos pasos los di al tomar una decisión. Es bastante lamentable descubrir esa secuencia como una serie encadenada de errores. Y más lamentable aún ir hacia atrás, intentando buscar el origen de esa cadena. Es casi adictivo; examino todas y cada una de mis decisiones (en su día, de lo más lógicas, o, lo que es peor, tan inofensivas...), escrutándolas con una lupa y escandalizándome ante lo inocente que pude ser o el poco conocimiento que tenía, de mí, de él, de ellos, de los demás. Dependiendo del momento me puedo llegar a arrepentir hasta del color de los zapatos que elegí un día determinado, aunque los eligiera porque me sentía feliz y quería hacer una travesura. De la travesura, mejor ni hablar. Tal vez fuera la que provocó el efecto mariposa que se ha transmitido hasta el día de hoy para conseguir que me sienta tan estúpida, tan fea y tan vieja.

Estoy perdida dando vueltas, sin norte, sintiéndome absolutamente estúpida. Pero todo el mundo juraría que soy una persona equilibrada, sana y con una visión equitativa del universo. Que no tengo problemas y he cogido mi vida por los cuernos. Y eso me acaba de convencer: todo es estupidez a mi alrededor; nunca podré escapar y nunca tendré valor para dejar de dar vueltas, salir del círculo y gritar.

Porque en noches como esta siento que la estupidez puede tocarse, que tiene vida propia y que me está enredando en ella.


Y, como todas las noches, leyó la entrada, corrigió los errores que encontró, cambió un par de palabras, acortó una frase. Luego, sin guardarla, cerró la ventana del navegador y apagó el ordenador.

jueves, 2 de noviembre de 2006

Michi

Parece que más allá de lo que nosotros queramos, cuando algo se tuerce, se tuerce. Si os digo que Michi se ha muerto, me diréis que quién es Michi. Aquí resumía Montse su historia.



... Cuando les he dicho a los críos lo que ha pasado, Carlos ha salido del coche disparado y la ha cogido en brazos. Volvía andando al coche "¡llévala a algún sitio, mamá!" cuando ha dejado de moverse. Se le ha muerto en los brazos. Y él se ha sentido tan mal. Él es quien ha dejado la puerta abierta y no se ha dado cuenta de que se salía. Él es quien me ha dicho que estaba dentro, cuando estaba fuera. Es un niño tan responsable y se sentía tan mal. ¡Qué pena me ha dado escucharlo!. No ha parado de llorar en el coche. Ni yo. Joder, vaya mierda.

Lo siento mucho, siento que haya acabado así la historia...


Creo que una canción de Serrat decía que "de vez en cuando la vida nos gasta una broma y no despertamos sin saber qué pasa, chupando un palo sentados sobre una calabaza". Hoy estamos unos cuantos así.

Intento ser optimista y sacar algo positivo de todo esto. Michi ha estado feliz, primero con José Luis y luego con los chiquillos. Montse me decía que en la calle hubiera acabado mal y, además, sin haber conocido ni mimos ni cariño. Estoy de acuerdo con ella; aunque me sabe mal por Carlos, que hoy ha tenido que aprender una lección muy dura. Y, de verdad lo digo, no es un niño que necesite de este tipo de lección.

Pero igual Michi ha querido enseñarnos más cosas. Gracias a ella, y a las peripecias de José Luis cuando intentaba encontrarle sitio en un refugio, nos hemos enterado de que en Castellón no hay servicio de recogida de animales abandonados, por ejemplo. Igual Michi quería que nos enterásemos (o de que no nos olvidásemos) de que hay muchos animalitos pasándolo mal por ahí fuera, muchas veces por nuestra dejadez y nuestro egoísmo. E igual su corta historia podría servirnos para hacernos el propósito de intentar ser algo más conscientes y respetuosos, con perros, con gatos, con las otras especies que soportan a estos vecinos tan gorrones e insensatos... empezando por nuestra propia especie.

Hemos quedado que esta noche, cuando estemos todos, la enterraremos en el jardín. Carlos me lo ha pedido esta mañana: "vamos a llevarla algún sitio donde la entierren, o la enterramos nosotros". [..] Dice Conchita (la profesora de Carlos) que está con los ojos llorosos, que dice que le duele la cabeza. Pero él no le ha contado lo que había pasado. [..] Qué día tan gris... está como todos los que hemos conocido a Michi.

Vamos a adoptar a otra gatita, la veterinaria nos ha dicho que hay muchas esperando una casa. No es para sustituir a Michi. Es, quizá, para darnos la oportunidad de demostrarnos que somos capaces de hacer bien las cosas. Y para seguir disfrutando de un cachorrito, que mira que son divertidos.



¿Ves Michi? Tu final tampoco va a ser un final, va a ser un principio, bonica, guapetona... Y no te vamos a olvidar. Seguro.

martes, 31 de octubre de 2006

Exabruptos gramaticales

Esta noche se me ha escapado un sintagma después de cenar. Me ha sabido mal porque aún estábamos en la mesa y no me gusta que la chiquilla esté delante cuando suelto algo así...

No sé que me pasa últimamente. Enseguida pierdo la paciencia y digo alguna barbaridad. Anteayer fue un complemento directo, pero es que los chavales de primero se estaban pasando tres pueblos; ahora resulta que los jueves tampoco se podrá clase, por culpa de la Champions.

Pero no sé, es posible que sea injusta, creo que también es problema mío. Antes, como mucho, se me escapaba un abverbio de lugar, o uno circunstancial, si tenía un mal día. Y desde hace unos meses, las locuciones determinativas se me amontonan, tengo que hacer un esfuerzo realmente importante para contenerme. Y no son mi único problema. Ayer mismo tuve que morderme los labios y contar hasta diez para comerme una perifrasis. Aún así, mascullé una subordinada comparativa.

Necesito vacaciones y relajarme un poco. No quiero que un grupo sintáctico me dé un disgusto...



Este jueves, 2 de Noviembre, conferencia de Juan José Millás en el edificio Hucha a las 19:30. Pásalo.

domingo, 29 de octubre de 2006

Cementerios



Ahora que se acerca el día de Difuntos y la tradición manda visitar el cementerio, sea lo que sea lo que allí busques, quería enseñaros un cementerio algo especial. Está en el zoológico de Lisboa y es un cementerio de mascotas.

Bueno, tengo que confesar que yo pensaba que esta entrada la iba a escribir Montse. Con esa idea le mandé hace un par de meses las fotos. Pero, al final, no ha podido ser ( "¡...estoy muy liada!". Je, y voy yo y me lo creo ;-) y me ha devuelto el encargo. Pues allá vamos. Como veis en la foto grande, se trata de una explanada en cuesta. No se puede entrar a pasear, porque está rodeado por una verja; supongo que has de ser "usuario" para poder entrar.




Pero eso no quita para que no puedas emocionarte con las tumbitas que ves desde la verja, que son muchas y muy distintas. Saqué varias fotos, pero creo que las que más me llamaron la atención son estas cuatro. Con las tumbas de Jack y de Jessica se me salió la lagrimilla. Vale, sí, estoy evidenciando mi lado más kitsch. Pero al mirarlas no puedo evitar pensar en las dos historias de amistad que cuentan y en que alguien pensó que habían sido tan especiales como para merecer ser recordadas así.

Aunque otras tumbas las superan en número.


Pompom, Nico y Rucha. Laika, Lolita y Tintim. Ahí tenemos dos auténticos mausoleos familiares. Con sus fotos y sus florecillas de plástico. E historias que imaginar sobre casas con varios perros, cachorros aprendiendo de abuelitos que se dejan morder las patas mientras intentan no perder la dignidad...

O saber qué diantres le pasó al pobre Tintim, que no pasó de ser un cachorrito.

Será una solemne tontería; el consuelo y el recuerdo tienen que nacer del corazón y el mejor sitio para alojarlos es tu cabeza. Pero, que queréis, al ver esas tumbitas del zoo de Lisboa, me acordé de mi Pepa y me dio una punzadita. No sé qué fue de ella cuando se la quedó el veterinario, después de la eutanasia.

Lo sé, lo sé, el mundo tiene problemas más indignantes y urgentes, pero...

sábado, 28 de octubre de 2006

Sin moraleja

¿Quieres que te cuente un cuento? Podría inventarme una historia de piratas, o una con una princesa y un dragón. El dragón sería feo pero buena gente. La princesa al final lo fastidia todo porque se empeña en ponerse un bolso que no hace juego con los zapatos. Por eso el dragón se lo quemó, pero el rey no se enteraba de la película y sólo se acordó de lo que había costado el dichoso bolso. Vale, no te lo había dicho, es que era un bolso pijo, de esos que llevan las princesas y que cuestan una pasta. Realmente, lo había comprado de rebajas y no tenía muy claro con qué ponerlo. Y el dragón, ahí donde lo ves tan feo, tiene un máster en estilismo; no, no preguntes es una historia muy triste (lo había intentado con los sistemas inteligentes, pero entró en un laboratorio con mal pie, remetió la cola y rompió un robot de tres dedos). Fue ver a la princesa tan mona y tan mal conjuntada y le subió algo por la garganta. Escupió fuego, claro ¡es un dragón, diantres!. El caso es que el rey todo eso no lo sabía y como tenía el pronto fácil, pilló un mosqueo tremendo y dijo algo de una recompensa por cazar al dragón. Pero, tranquilo, que el dragón además de estilista no tenía una escama de tonto. Escapó al puerto y se puso a trabajar descargando barcos de pesca. Le cundía mucho, porque agarraba el barco entero y lo sacudía. Además, podía asar las sardinas si le entraba gusa. No me hagas mucho caso, pero creo que lo dejó la semana pasada. Le ofrecieron un trabajo en una cadena que redecora tu vida. La princesa se compró un bolso más caro todavía (¡hay reyes que no aprenden nunca!). Para no meter la pata, se compró también los zapatos a juego. Es lo malo de las princesas, que aunque no tengan ni idea, tienen dinero. Claro, así no aprenden. Pero les cunde.

Gilipollas

Clínica Dental 964 21 66 02.

Mismamente.

Actualización: No era el cartel más bonito del mundo, pero lo estuve mirando media hora. Nunca se sabe cuando te van a doler las muelas.

Que no se mosquee nadie por el título, es un autohomenaje. No íbamos a dejar todos los bugs para el 2.0.

jueves, 26 de octubre de 2006

Nobody knows you...

Estaba llorando. En días como aquel llegaba a pensar que morir es una forma de dejar de llorar. No sabía por qué había empezado. No podía decir qué era distinto desde ayer, si nada había cambiado. Lo que hoy le resultaba rutinario, ayer también había sido rutinario; la ilusión que hoy no había tenido, ayer tampoco había existido; la caricia que hoy no fue, ayer tampoco había sido y el beso que hoy no había dado, tampoco lo había dado ayer...

Siempre empezaba igual, una pequeña lágrima, a saber por qué: una noticia en el telediario, una música que le emocionaba, el recuerdo súbito de alguien ido, el miedo irracional a un hipotético accidente. Y le seguía otra y otra y otra... Tampoco era un llanto violento. Lloraba despacio, como si fuera orvallo.

Estuvo así un buen rato. Reunió fuerzas para engujar una par de lágrimas, las últimas -se prometió- se han escapado, y se vistió. Decidió salir de casa, necesitaba aire...

En la plaza apenas había nadie; los niños estaban en el colegio y no hacía suficiente sol para atraer a los abuelos. Abrió el libro y empezó a leer.

Pero sabía que iba a empezar a llorar otra vez; siguió con el libro abierto e hizo como si leyera. Eres invisible cuando no se te ve la cara. Eres invisible cuando no quieres que te miren. Nobody knows you when you are down and out...

Volvió a empezar. El nudo en la garganta era demasiado fuerte y llorar parecía ya la mejor opción, ¿por qué no rendirse?. Era invisible, nadie la veía, nadie se iba a enterar, nadie se iba a extrañar, nadie se iba a molestar. Esta vez, el llanto la calmó. O tal vez terminó de agotarle y confundió el cansancio con paz. Morir, al fin y al cabo, podía ser una forma de dejar de llorar...

No podría decir cuánto tiempo pasó, pero paró, por fin. Quizás se había secado. Decidió volver a casa, tal vez aún tendría tiempo de hacer algo útil. Podría hacer algo especial, sí, un bizcocho para la merienda de los niños.

Pero nada más poner el pie dentro de la casa, se ahogó, se le cayeron encima las cuatro paredes. Se dejó ir sin pensar: ni en por qué lo hacía, ni en qué estaba ocurriendo, ni por qué parecía empeñada en volverse loca. Simplemente volvió a llorar, despacio, mansamente... Sin pelear, ni cuestionarlo. Ocurría.

Ni siquiera había cerrado la puerta de casa. Allí se la encontró la vecina cuando iba a pedirle algo de leche. No le preguntó nada: la cogió de la mano, la sentó en el sofá y la dejó, todavía llorando. Buscó la cafetera, la llenó y volvió junto a ella mientras esperaba a que subiera el café. Empezó a comentarle tonterías, a decirle sin decírselo que sabía que necesitaba llorar pero que tenía que dejarlo. Que necesitaba salir de aquel muro y que le iba a ayudar a intentarlo. Simplemente, hablándole y escuchándole. Al final cedió, y respondió a los chismes. Primero con monsílabos, luego ya empezó a hilvanar frases. Siguieron charlando y, al cabo de una rato, se atrevieron a contar un chiste.

Se dibujó una sonrisa como se dibuja un rayo de sol rompiendo un día de orvallo.

lunes, 23 de octubre de 2006

Alberto


Hoy me ha llegado un mail de Alberto. Lo que voy a hacer no es nettiquetamente correcto, pero si algo es cierto es que ni Alberto ni yo hemos sido en la vida correctos. Políticos, seguramente, pero correctos nunca.

No preguntéis por qué, pero servidora estuvo en la génesis de astur-list y soc.culture.asturies. Allí conocí a Alberto, uno más que, de mozo, sucumbió a lo que, ahora que somos ricos, llamamos eufemísticamente "Efecto Llamada", pero que realmente es el "Efecto Patada en el Culo": ve, hijo y búscate la vida, que en tu paisín no tienes ni pan ni futuro. Y que todo eso lo encontró en Argentina. Aunque siga echando de menos a su paisín.

Alberto me dice que está a punto de cumplir 70 años. Lo bueno es que no pierde la memoria y no olvida. Ni olvida por qué tuvo que irse, ni olvida cómo era su país cuando se fue, ni las cosas que habían pasado. Estoy por decir que por no olvidar, ni olvida las cosas que van a pasar.

Sólo nos hemos visto una vez, en una cena en Xixón, de aquellas que organizábamos cuando éramos más jóvenes y podíamos hacer 300 kilómetros sólo por ir a cenar; o igual era mucho más que ir a cenar y después estar horas y horas de sobremesa charlando.

Decía que Alberto nun ye politícamente correctu. En astur-list siempre provocaba... simpatías o incomodidad, pero nunca dejaba a nadie indiferente. Y si os reproduzco partes de su mail, es porque creo que sus ideas, cuando menos, merecen ser escuchadas. Si alguien se las quiere discutir, que se ponga en contacto conmigo, que yo les presento con gusto.


Hola a todos, aquí estoy aún, que no, que no me fui. A pesar de mi imposibilidad de ingresar a Astur-list, estoy aquí. No sé por qué causa mis correos no furan en astur-list [..]. Pensando y repensando, hace años que tengo como proveedor a Speedy, una empresa internacional que supongo no se encuentra en el índex por su perforación a los correos no deseados y por su vulnerabilidad a las infecciones, argumento que recuerdo me dieron en algún momento [..]. Ahora, después de algunos años pensando, porque me costó años el ordenar mis pensamientos, no se crean que es fácil, a meses de cumplir con 70 jóvenes primaveras, vengo a sospechar que no fue el servidor el que me indica off. Me parece que ha sido mi desacostumbrada costumbre de no pensar en consonancia con el ordenador, o por responsabilizarme de la algarabía dialéctica que se armó [..]. Se pensó que muerto el perro se acabó la rabia, sin darse cuenta que la rabia era lo mejor del perro y lo que se acabó es EL DIÁLOGO ja ja ja…

[..] Veo con alguna frecuencia el informativo internacional de la TVE, lo veo por imposición de mi mujer, la psiquiatra, que dice
- Es el mejor informativo de la tele
- Bueno
Ahí me quedo observando los recuerdos de las brigadas internacionales. HACE 70 AÑOS se despidieron de España… Y aparecen desdibujados el arrojo, la valentía, la honestidad y la propuesta de un acuerdo social diferente. ¿A quién le importa eso? si todos somos pequeños burgueses, con apetencias de ser burgueses terratenientes, si es posible. Entonces me pregunto ¿por qué nos molesta que se razone sobre la injusticia, el hambre de los pueblos, la desigualdad del consumo energético, la expectativa de vida en África?. Supongo que debe ser mucho más gratificante ocupar las neuronas en el apetito sexual, en degustar un buen vino, justificar la honestidad de nuestros políticos, socialistas, comunistas, populares franquistas clericales, los que busques, el que te guste, todos de honestidad comprobada, ya que se reiteran en la propuesta de los cargos para continuar (con nuestro beneplácito), sacrificándose por el bien común. Pero resulta que a mí, a pesar de ser un Sr. Burgués, ¿don Alberto me dicen?, me parece que las cosas no son como nos dicen que son, y creo firmemente que el mundo puede organizarse mejor y se va a organizar mejor. Entonces aquí surgieron las diferencias, y esas diferencias están dadas en principios básicos de propiedad. ¿El conocimiento es un bien común?, si nos hacemos esa pregunta la respuesta es sí o no, y en la respuesta está implícita la intención en el argumento que nos lleva a la propuesta de qué hacer.

BASTA. El motivo de este correo es saludarlos y no entrar en discordias, comentarles que estoy por producir un buen vino casero. Que en abril recibiré a unos parientes macanudos (son los terceros que vienen a visitarme), que lamento no conocerlos a todos y, fundamentalmente, no ser un buen escritor, para poder llenarlos de placer con mis ocurrencias y como [..] el deseo de libertad, igualdad y fraternidad de un crío de 27 años quedó flotando en los montes de Asturias, les manifiesto mi orgullo por los idealistas Asturianos que como él quisieron una vida mejor para sus hijos. Si los molesté pido humildemente disculpas y me lo hacen saber, caso contrario me tomaré el atrevimiento de enviarles comentarios de las cosas.

El Tapín.



Manda todos los comentarios que quieras, Alberto. Y perdona la indiscreción, pero hay gente que merece ser compartida.

sábado, 21 de octubre de 2006

Dreams

¿Sabéis cuando algo te hace daño y no puedes evitar hacerlo una y otra vez...? ¿Cómo se llamaba? ¡Ah, sí, masoquismo...!

Me la encontré ayer sin buscarla y me está empezando a obsesionar... Podría ser la banda sonora para un crimen perfecto...

TV On The Radio, Dreams.

jueves, 19 de octubre de 2006

Venus


Ayer vi por la televisión a una mujer que me tiene fascinada, y de la que estoy enamorada desde pequeñaja; no sé que sarao han montado en Londres, pero allí estaba, tan espléndida como siempre. Al verla, además, recordé una de las mayores locurillas de mi vida: ella estaba pasando una temporada en España y se me acababa el tiempo para verla en persona... y no sé muy bien cómo, pero de buenas a primeras me vi pillando un autobús en Valencia a las 12 de la noche, aterrizando en Madrid 6 horas más tarde y pasando frío y sueño y haciendo cola 5 horas delante del Museo del Prado. Pero mereció la pena. Aunque no se diera la vuelta para saludar...

Ya dije en alguna entrada que mi abuelo era pintor. Velázquez y Sorolla eran sus ídolos. Si hay algo que aún hoy me sorprende es que nunca tuviera problemas en que yo cogiera sus libros de pintura y los hojeara... nunca me dijo aquello de "¡Cuidado, niña!... que se rompe". Así que, ahí me tenéis con 5 añitos jugando entre láminas de Velázquez y de Sorolla como telón de fondo para dos figuritas de cerámica que eran "mis muñecas" (y lo sorprendente es que libros y figurillas resistieron todos esos juegos). Con el tiempo, empecé a pasar de las figurillas y empecé a mirar mejor los libros.

La galería de retratos de Velázquez me fascinó. No sé por qué, pero el primer cuadro que me hizo gracia fue "Vieja friendo huevos". Bueno, sí sé por qué me hizo gracia: no usaba una sartén como mi madre, usaba una vasija de barro. Y aquí una, nacidita en el boom del acero inoxidable, no podía creer que aquello no estallara. Pero, claro, para esta niña lo que comenzó a ser irresistible era toda la galería de bufones, enanos y freaks que este buen hombre pintó.

Y me la encontré a ella. Una señora espléndida, desnuda, ahí, sin ninguna vergüenza, y, para colmo de males, contemplándose en un espejo. Vamos, una señora que se estrellaba contra todos los preceptos sociales que entre el cole y el catecismo intentaban incrustarme en la cabeza, a saber, las mujeres decorosas no andan por ahí desnudas; y, mucho menos, se regodean en su desnudez. Y, vamos, de gustarse ¡ni hablamos!... que eso ya es para anatemizar.

Porque la señora está espléndida, la señora está desnuda, la señora se está mirando y la señora se está gustando.

Con los años aprendí a mirar el cuadro. Desde el sentimiento de culpa de las primeras veces (si es que ¡tiene que ser pecado mirarla!) pasando por las miradas en diagonal -para escapar del sentimiento de culpa, como quien no quiere darle importancia- años después, hasta atreverme a contemplarla de frente con los ojos y con la cabeza. Ese culo tan rotundo, esa curva en la espalda y los hombros relajados, ese ser consciente del propio poder de atracción y sentirse a gusto con él. La falta de elementos masculinos en el cuadro... (he oído a veces a "entendidos" decir que se mira después de hacer el amor. En fin, si así se sienten más satisfechos y les sirve de consuelo... )

No me gusta mucho opinar sobre machismo y feminismo. Yo sigo diciendo que me limito a vivir y prefiero no hablar sobre lo que hay que vivir. Vale, sí, todos hacemos chistes de vez en cuando y a veces es imposible resistirse a hacer un comentario irónico. Pero, repito, soy de la humilde opinión de que no hay que hablar, hay que vivir; por eso me suele costar dar opiniones sobre cosas las cosas que me importan y a las que creo que contesto mejor al vivir cada día, de acuerdo a mis ideas y sin dejar que me las chafen.

Aprender a mirar a Venus mientras se ella se contempla tan descaradamente, sin visos de vergüenzas mojigatas, sabiéndose bella sin pedir disculpas por ello... pero sobre todo, sabiendo que es una mujer y estando contenta y satisfecha de serlo. Seguramente me ha ayudado a intentar ser la persona que me gustaría llegar a ser. Mientras tanto, se intenta. Intento mirarme en ese espejo de cada día, descaradamente, sin vergüenzas, felicitándome cuando lo hago bien y admitiendo los errores cuando lo hago mal. Y, por encima de todo, estando satisfecha de ser una mujer.

Dinero público para obras públicas

¿Dinero público para construir autopistas de peaje?
¿Dinero público para construir colegios privados?
¿Dinero público para construir urbanizaciones de lujo?
¿Dinero público para desarrollar software propietario?

...a ver si es verdad que estamos todos tontos...

domingo, 15 de octubre de 2006

Western Front



Carbon/Silicon tiene un nuevo trabajo, Western Front. Y, como siempre, lo podéis encontrar gratis en su portal, Carbon/Silicon: Tony James & Mick Jones.

¿Referencias? "I believe in MP3, I believe in P2P, I just burnt my own CD, the day the music was free". Bueno, y aquí ;-)

Y, como ya dije una vez: ¡Además, son buenísimos! :-D

sábado, 14 de octubre de 2006

Sin excusas



Y, si ya habéis cenado, pasaos por Escolar. Se ha currado mucho más que yo la entrada.

Una cree estar segura de lo que sabe...

... hasta que descubre todo lo que ignora :-D !!!

Y qué peligro que tiene María con un atlas en la mano ;-)

viernes, 13 de octubre de 2006

En blanco y negro...


Os presento a servidora con 3 añitos. No es porque sea yo misma, pero me encanto.

Por esas épocas, no había guarderías y hasta los 4 años que comenzabas en parvulitos tu reino era todo lo largo y ancho que permitía el pasillo de tu casa. Una época con un ritual matutino que en mi caso era el desayuno con Cola Cao, bajar a Macho a comprar el pan y la leche, pasar por casa de mi abuela, ir hasta el mercado y ya, de vuelta a casa, dar vueltas alrededor de mi madre, incordiándole mientras ella intentaba limpiar... Por la tarde tocaba costura, pero es para otra historia.

La limpieza de la casa se hacía con la presencia impepinable de la radio. La radio encendida, mi madre cantando.

Eso sí, era la radio de la época. El idioma del imperio imperaba por doquier y lo que escuchábamos eran versiones de canciones que triunfaban en el extranjero y a nuestra manera; esto es, convenientemente traducidas al castellano...

De todas esas canciones, me cuenta mi madre que hay una que aprendí casi antes de saber hablar. ¿Recordáis la canción Down Town? En el resto del mundo la hizo famosa Petula Clark, tal y como testimonia este vídeo de you tube.

Pero la versión que cantaba mi madre, la que oíamos en la radio española de 1966, era una versión de "Los Pájaros Locos" y se titulaba Chao, chao (seguramente, por influencias de la versión italiana de Down Town). Me ha costado encontrarla, pero al final he dado con la letra. Dice mi madre que ella cantaba y que cada vez que tocaba un "chao, chao" emergía una vocecita del fondo del pasillo y se le adelantaba... era yo.

Pues nada, el otro día limpiando apareció por ahí el típico CD que te regalan o que viene de oferta, el típico "Años Dorados", o "Éxitos de toda la vida" vaya usted a saber, y me encontré con Down Town. Va por ustedes, por si queda algún nostálgico más...

martes, 10 de octubre de 2006

..try to catch a Bandersnatch


Vaya. Y mira por donde, no tuve nada que decir. Por una vez, me quedé callada.

Recuerdo el día que llegaste a la oficina. No me gustó tu pinta y te catalogué como "persona a evitar". Sí que debe ser verdad eso de que soy medio meiga. Me hubiera ido mucho mejor siguiendo mis instintos y manteniéndote lejos.

Pero no pude. Bueno, si soy sincera los primeros meses me entraban ganas de cerrarte la boquita cada vez que la abrías. Tienes que reconocer que soltaste más de una de órdago. Claro que no sé si con el tiempo me acostumbré a tus barbarideces, o si aprendí a entenderlas correctamente... Y, seguramente, tú también encontraste tu propio espacio, sin necesidad de reafirmarte contra viento y marea, sin soltar lo primero que se te ocurría sobre cualquier tema. Aprendiste a escuchar... seguramente en cuanto te diste cuenta de que no necesitabas gritar tanto, y que tus opiniones eran más interesantes cuando dabas razones que cuando pegabas desplantes. De repente, descubrí que disfrutaba hablando contigo.

Y sí, para que te voy a engañar. Pasaste a ser parte imprescindible de mis días. Lo del almuerzo se convirtió en un rito: llegar a la oficina, organizar la faena, dejar listo lo más urgente y a eso de las 11 bajar y hacernos el cafelito, mientras hacíamos planes para conquistar el mundo. Fuiste la primera persona en felicitarme por dejar de fumar y por pasarme a las tisanas y por substituir los bocatas de lomo grasiento por ensalada de frutas. Después del almuerzo volvía a la mesa con ganas de arreglar el mundo. Hubo un momento en que hasta me sentí con fuerzas para acabar con la hambruna africana, las guerras, el cáncer y la subida de las hipotecas.

Si tengo que volver la vista atrás, es posible que me sorprenda a mí misma cayendo en la trampa de tus zalamerías... Sí, sí, mucho presumir de que esas cosas no me afectan, pero la verdad es que me fueron derritiendo. ¿Para qué engañarme? No sé cuántas veces busqué excusas para reclamar tu atención o para incorporarte en mis equipos y que tú estuvieras allí, trabajando conmigo. No sé si alguien más se dio cuenta. Y casi que prefiero no pensar en ello, por miedo a morirme de vergüenza. Prefiero hacer el imbécil desde la ignorancia.

Un día me di cuenta de que no era simplemente tu compañía... casi me muero al descubrirme suspirando porque no estabas, al notar que estaba temblando porque no estabas; estaba temblando porque deseaba que estuvieras allí... simplemente porque te deseaba. ¡Oh, estupendo!. Total, sólo soy una mujer casada, con dos hijos y 10 años mayor que tú y...

"¿Y qué?". No sabes cuántas veces me retumbó en la cabeza esa pregunta. No sabes cuántas veces cerré los ojos y murmuré tonterías, cuántas veces sentí una piedra sobre el pecho impidiéndome respirar, cuántas veces empecé a llorar histérica y con miedo a que me pillaran y tener que explicar qué diantres me pasaba, cuántas veces abracé a mis hijos para dejar de pensar lo que estaba pensando, para alejar esas telarañas negras de mi cabeza... "¿Y qué?". "¿Y qué?". "¿Y qué?"....

Todavía no sé cómo no me descubrí, cómo no me descubrieron, cómo no me descubriste. O igual, sí te diste cuenta. De repente, ya no venías todos los días a almorzar y ponías excusas para no quedar después, ni venir a las cenas de la oficina. Claro que no sé si eran imaginaciones mías, empeñada en situarme en el centro de tu universo - no te rías, es que de ilusión también se vive - o, claro, si ya le habías conocido...

¡Qué ironía! Como quien dice, me has pedido tu bendición: has venido y me has confesado que has conocido a una persona increíble, que no puedes imaginar tu vida sin esa persona, que estáis saliendo desde hace meses, que no me habías dicho nada por si no salía bien... El único día en que hubiera pagado por perderte de vista y allí seguías, contándome los detalles. Yo, con mi hipócrita sonrisa congelada mientras notaba otra vez la piedra en el pecho, lamentando todas las ocasiones en que había pensado tirarlo todo por la borda - mi matrimonio, el trabajo, lo que fuera - y no me había atrevido a decirte nada. O, lo que es peor, agradecida por no haberlo hecho y haber evitado el ridículo más absoluto.

¡Cómo no iba a quedarme callada! ¿Dije "" cuando me preguntaste si sería tu testigo en la boda, verdad? Dije sí. Y me quedaré ahí callada, preguntándome si acaso mi mejor amiga se hubiera transformado en mi más querida amante si no se hubiese cruzado ese hombre en nuestro camino.

lunes, 9 de octubre de 2006

Meme introspectivo

Sí, meme introspectivo. Va luen, te dice eso, te lo pasa y se queda tan ancho. Normalmente me hacen gracia los memes, pero es que ahora se trata de hablar de entradas de tu blog. Pues, con permiso, como no está muy definido lo que hay que hacer, me limito a comentar las entradas que creo que han provocado más visitas, pasando de meterme a valoraciones más subjetivas.

Bueno, pues la campeona de esta categoría la publiqué hace poco, Crimen perfecto. Alguien pensó que era digna de proponer para un meneo. Y ya me tenéis un domingo por la tarde, aburrida, mirando mis estadísticas y flipando por colorines al ver que el número de vistantes de mi blog se incrementaba misteriosamente sin haber publicado nada. Claro que más flipó mi familia cuando empecé a decir como una imbécil, "me han meneado, me han meneado..." No, no llegó a la portada, se quedó en una propuesta; pero, con eso, ya hice bastante el paripé (¡qué vergüenza!). Menos mal que ya está cerrada...

La que también tiene mucha guasa es la de Tombatossals. Lo vuelvo a decir: el texto es de Merche y los dibujos de María. Y para mayor inri, las visitas caen casi todas porque alguien me donó en los comentarios la historia completa de Tombatossals. Por lo que yo no contribuí prácticamente en nada y, además, se da la paradoja añadida de que la gallega del Planet Castelló está recibiendo una gran número de visitas por culpa de búsquedas relacionadas con temas populares valencianos..

Otra que sigue siendo muy famosa, y ya hace tiempo desde que la publiqué, es la entrada Toffees de café con leche. Bueno, mentiría si no dijera que me hace ilusión. El relato se me ocurrió casi de corrida y no creí que fuera capaz de acabarlo.

Y, para acabar, sí que me siento orgullosa del número de visitas que aún sigue generando la entrada Carta a un amigo ausente. Yo no sé que me dio Ernest, pero es un orgullo escribir sobre él. Además, es una satisfacción poder completar la entrada a estas alturas en que ya sabemos que Alba va a poder estudiar lo que quería. Sólo me falta desearle la mejor de las suertes y que disfrute de su estancia en la universidad tanto como yo lo hice (y todavía hago :-).


Eso sí ¿a quién le paso yo esto? Mi yo maligno hace que piense en Fabrizio ¿se atreverá a elegir sólo 4 ó 5 de sus entradas? :-D

Y todos los demás quedáis invitados también.

viernes, 6 de octubre de 2006

Infinitivos

Amanecer. Respirar. Sonreir. Sentir...

Beber. Comer. Respirar. Tocar. Mirar. Enseñar. Reflejar. Buscar. Encontrar...

Andar. Correr. Jadear. Sudar. Latir. Flaquear. Suspirar. Llegar. Respirar. Saltar. Masticar...

Soñar. Contemplar. Fantasear. Holgazanear. Dormir. Susurrar. Silbar. Canturrear...

Brisa. Piel. Sol. Sombra. Olor. Sabor... Despertar. Brillar.

Despedir. Llorar. Pensar. Recordar. Añorar. Querer. Reir. Consolar. Comprender. Compartir. Charlar...

Odiar. Amar. Morder. Temblar. Gritar. Desear...

Dudar. Esconder. Disimular. Negar. Temer. Mentir. Robar. Despreciar. Rogar. Herir. Maldecir. Ocultar. Abusar...

Leer. Pensar. Deducir. Planear. Desarrollar. Crear. Resolver. Conversar. Comunicar...

Besar. Rozar. Creer. Confiar. Llenar. Hablar. Disfrutar...

Juego. Ilusión. Caricia. Amistad. Complicidad. Guiños... Te quiero.

sábado, 30 de septiembre de 2006

Ustedes sabrán disculparme...

...pero es que hoy me he levantado, me he mirado en el espejo y me he gustado.

Y me he aprestado a tomarme cumplida venganza de un ser diabólico que me estropeo mi adolescencia: cierto señor italiano (lo siento Fab, de Italia no sólo vienen cosas buenas como la nutella ;-) se empeñó en amargar mis 14 añitos con una cancioncilla hortera de estribillo pegadizo... tan pegadizo, que mira si han pasado lustros y aún hay algún insensato que la recuerda.

A lo que iba. No podía dejar la cosa así; necesitaba desquitarme de algún modo... o cambiar de nombre. Afortunadamente, un buen día, los chicos de U2 acudieron en mi ayuda y consiguieron exorcizar unos cuantos demonios. ¡Gracias! Era justo lo que necesitaba para levantar cabeza ;-)

Pero pasó el tiempo y conseguí hacerme un poco más sabia. Descubrí a Van Morrison y me reconcilió con el mundo. Resulta evidente que me sobran los motivos... ¿o no? ;-)

Pero fue una chica menudita y muy cañera, que consigue rehacer las canciones ajenas y convencernos de que son suyas, la que hizo que definitivamente dijera: ¡Albricias!.

Muchas gracias, madrina...

Hmmm... va a ser verdad que la megalomanía bien (o mal) entendida empieza (y acaba) por uno mismo :-D

miércoles, 27 de septiembre de 2006

I love this business

Y es que, realmente, vale la pena.

¿A que no sabes qué locura he hecho esta mañana? Me he gastado 45 euros en un libro, que me he enterado por casualidad de que tú recomiendas. Un tochón de Gödel, Escher y Bach. Lo he empezado esta tarde y a los 10 minutos ya estaba bajándome canciones de Bach. No sé que me habrá pasado, será la luna.

Será la luna. Un beso, guapetona... no veas que cara de imbécil se me acaba de poner ¡Gracias! :-)

sábado, 23 de septiembre de 2006

Efecto llamada



(De aquí)

viernes, 22 de septiembre de 2006

Patentes



Ya están otra vez, intentando colárnosla por todos los medios.

Javier lo cuenta mucho mejor que yo.

miércoles, 20 de septiembre de 2006

Decíamos el milenio pasado...

Ayer fue el cumpleaños de mi hermano. Tiene siete años más que yo. Y por la tarde me di cuenta de un pequeño detalle; creo que estaba hablando con xuzo. Cuando empecé a dar clases aquí, tenía como unos ocho años más que mis alumnos. Más o menos, lo que me lleva mi hermano mayor.

Este año la UJI cumple 15 años... siendo como soy socia fundadora, no hay que ser una fiera para hacer el cálculo: cuando empiecen las clases, seré veintitres años más vieja que mis alumnos de primero. No, si cuando hay días que me da rabia comprobar que los vaqueros que llevo son más viejos que mis alumnos ¡es por algo! :-D

Pero, claro no lo puedo evitar ;-) , seguí dándole vueltas al tema... si tengo en cuenta los años que di clase en el Poli, mientras tenía la beca FPI, llego a la bonita conclusión de que estoy a punto de cruzar una línea fatal. Dentro de nada estaré dando clases a personas que ni siquiera habían nacido cuando empecé a dar clases.

¡Ay! ¿Cuándo pasé de "hermana mayor" a "mamá"? Y, vamos, lo que te rondaré morena... Dentro de nada diré aquello de "...podrían ser mis nietos". Lo malo es que, además, será cierto :-D

No sé, pero algo de todo esto me encanta. Cuando empecé estaba acojonada (¿Se puede decir acojonada en el blog? Ah, que sí, que por una vez, vale...), pero tenía claro que entrar a trabajar en un banco, y en RPG II, no era lo mío. Y, de alguna forma, yo había estudiado con becas y me parecía justo que lo que la sociedad había invertido en mí se devolviera de alguna forma a la sociedad; me parecía bastante más útil incorporarme a la universidad que a una empresa privada. Habrá quien diga que soy idiota (mis alumnos de la época :-D "...pero, mujer ¿qué haces aquí por tres duros en lugar de estar ganado dinero?"), que soy una romántica estúpida (seguramente ¿y qué?) o, simplemente, que no quise meterme en la privada por falta de agallas (va a ser eso: la última vez que me lo miré respiraba fatal debajo del agua :-)

El curso pasado éramos 6 profesores en la asignatura de programación de primero. Cuatro de ellos habían sido alumnos míos. ¿Qué queréis que os diga? Lo pienso despacito y empiezo a hincharme de gusto... No sé, ¿el sueldo de la privada es tan bueno? Déjame que lo piense...

Va a ser que no.

domingo, 17 de septiembre de 2006

Sol de otoño

Ya no tengo fiebre, así que no está claro que excusa voy a poner. Bueno, la verdad, no creo necesitar excusa. Simplemente es que hay cosas que me he propuesto no decir en tu casa, así que las voy a decir en la mía.

¿La fiebre? Nada, una gripe tonta; va a tener razón mi madre y hay que tener cuidado con el sol de otoño. Y el jueves me pegué una buena insolación. Me pasé casi una hora en el ágora y el sol pegaba que daba gusto. Sí, ya sé que me vas a decir que a mis años tengo que ir con más cuidado pero ¡serás puñetero! si alguien tiene la culpa eres tú. Bueno, y esa pastelera costumbre de los aniversarios que, de verdad, parecemos idiotas con tanto fijarnos en el calendario.

No sé, creo que todo empezó el lunes. Es que Merche se ha hecho socia y le pregunté si ya tenía la cuenta y eso. Y me dijo que no y que no sabía quién se la iba a apañar. Claro, yo me quedé calladita, pero me acordé de que yo tuve un mail de bienvenida de lujo en su día y de que tuviste el detalle de explicármelo todo en Pascal, para que me aclarara bien ¡cómo para perderse! Así que ya me quedé medio chunguilla...

Y luego el miércoles se juntó tanta peña que, claro, el jueves se me cayó el despacho encima. Hubo un momento en el que salí huyendo a ver si encontraba a alguien pero, nada, ni san pito pato. Bueno, sí, pero no era cuestión de vomitarles encima todo el potaje a ellos. Ya me entiendes. Así que allí me quedé en el ágora intentando que el sol me calentara un poquito porque me sentía de hojalata. Menos mal que por la tarde acudió en mi ayuda el general Custer, sin séptimo de caballería, y sin tener que contarle nada ¡cómo si yo tuviera algo que contarle a él! Nada, que es un cielo y luego se queja de que le haga proposiciones honestas...

Y supongo que entre el solete de mediodía y la que cayó por la tarde se crió mi gripe. Con los ánimos en pleno caldo de cultivo, además.

He pensado mucho este año en todo lo que ni sabía, ni intuía, ni supe ver, y me he asustado de lo fácil que es ignorar. Tampoco sé qué hubiera pasado de haber sabido algo... seguramente hubiera movido el culo cada vez que me decías que ibas a almorzar a la UJI, disparada hacia la cantina. O no. Igual me hubiera agobiado más y no te habría soltado la animaladas que te soltaba a cambio de tanto mail zalamero.

Supongo que en eso también tengo que darte las gracias. Aunque tu efecto en mí, al final, fuera como el del sol de otoño. Es curioso, ahora que lo pienso creo que es la segunda vez que te llamo eso. Y las dos veces llorando, aunque eso en tu casa no lo diga.

miércoles, 13 de septiembre de 2006

Crimen perfecto

Cometer el crimen perfecto es fácil, siempre y cuando se sea paciente y no se tenga prisa: es un proceso lento. Este último punto es básico si se pretende tener éxito y no ser descubierto, salvo cuando ya no exista ninguna posibilidad de volverse atrás.

Se empieza analizando a la persona que se pretende destruir. Saber a qué aspira, con qué sueña, a quién ama, qué quiere hacer y qué no haría nunca. Con qué medios cuenta y con qué apoyo, quienes son sus amigos y quienes le odian. Quién le ama.

Hay que empezar por algo fácil, una pequeña desilusión. Una pequeña puñeta que provoque un ligero contratiempo que produzca como respuesta un "¡No pasa nada! Será por falta de nuevas oportunidades...", a lo que se responderá con una sonrisa de ánimo y un "Venga, tú puedes..." Será suficiente con 5 ó 6 de estos episodios.

Una vez en este punto, ya se puede proceder de una manera algo más agresiva y empezar a poner excusas para que un proyecto factible se vaya convirtiendo en algo cada vez más lejano. Se puede optar, incluso, por la actitud conformista y conseguir que el individuo en cuestión esté realmente convencido de qué no quiere hacer eso de verdad, que eran otros, sus padres, sus vecinos o sus amigos, los que esperaban que hiciera eso, pero que él, de verdad nunca lo había deseado, sólo intentaba hacerlo por no desengañarlos. Muy seguramente, con socavar 3 ó 4 sueños habrá bastante.

El siguiente nivel conjuga el creciente desaliento con un amago de victimismo. El individuo acaba convencido de su mala suerte, de lo poco que le han ayudado las circunstancias (más tarde, pero sólo de pensamiento, también le echará la culpa a los que están a su alrededor) y de lo bueno que es él y lo injusto que es el mundo. No daré aquí una medida del número de experimentos necesarios a esta altura del proceso, pues puede depender del individuo en cuestión. Pero se puede averiguar cuando debe finalizar esta fase sin más que observar los síntomas de la siguiente.

En ella el individuo está completamente convencido de que es un inútil y el nivel de victimismo se eleva casi al cien por cien. Tiene algún episodio esporádico de reacción, intentando sacudirse de encima la desidia pero, en general, prefiere rendirse y no luchar ante lo evidente: ha consumido todos sus sueños, ha perdido su potencial y no sabe qué hacer. Lo más cómodo, evidentemente, es dejarse llevar por lo demás, sin aportar nada constructivo. Puede incluso caer en algún tipo de dependencia psicotrópica y de consumo de substancias tóxicas, como alcohol, que le reafirmarán en su particular caída hacia no se sabe dónde. También es posible que provoque episodios agresivos en su entorno, no sé sabe si para vengarse, si para llamar la atención o como forma de conseguir que la simpatías que aún pueda conservar se transformen paulatinamente en odio.

En todo lo anterior cabe destacar que se ha eludido evitar en la redacción del informe lo que resulta ser más chocante: el espisodio es completamente autodestructivo. Esto es, el proceso descrito será llevado a cabo por el propio individuo a matar. Se cobra así la ventaja de disponer de información privilegiada a la que sólo el propio interesado puede tener acceso desde el mismo momento de su nacimiento, y de no tener ningún tipo de duda sobre cuál es el nivel de autoestima, cuáles son los sueños más apreciados (los primeros que deben ser atacados) y cuáles las excusas que resultarán más convincentes.

El resultado: la persona desaparece. No se trata de un suicidio sino de una muerte real, pero no física, de la persona. Poco a poco. Tan poco a poco que quienes le quieren apenas son conscientes del proceso de transformación; un día se dan cuenta de que la persona a la que amaban no está y en su lugar un extraño ha ocupado su espacio.

Y se consuma el crimen perfecto: ¿quién les hará caso cuando denuncien su asesinato si el cuerpo sigue vivo?