Pero sus enemigos dicen que usted es peligroso, que no cree en el ‘copyright’. Si invento un software, ¿usted querrá que lo venda gratis?
No creo en el sistema de patentes de programas informáticos. Lo que no podemos hacer es patentar todos los caminos, porque nadie va a poder usarlos. Imagine que Miguel Ángel está pintando la Capilla Sixtina y alguien le dice: “Miguel Ángel, para. Los pinceles están registrados, no puedes usarlos. La pintura tampoco”. Imagínese que un artista patenta el pincel o cierta posición de notas en una partitura. Con sus patentes, las compañías detienen la creatividad y el desarrollo. Y lo que es peor, alejan del usuario la tecnología y el conocimiento. Por eso nos esforzamos en conseguir que la palabra “elección” tenga su significado. Es necesario que cada usuario tenga verdadera libertad de elección.
Jon Maddog Hall en Público.es: entrevista completa, "Las patentes deben beneficiar a las personas, no a las empresas".
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