En esta entrada tengo poco mérito, mi amiga Merxe ha puesto la historia y María ha puesto las ilustraciones.
Os cuento: el pasado viernes Merxe se fue de excursión con el cole de sus hijos. El señor Joan les iba a contar las historias de Tombatossals mientras recorrían los lugares en las que habían pasado (no, no llegaron hasta las Columbretes :-). Le gustó tantísimo la excursión que por la tarde me envió el siguiente correo electrónico:
Hoy me han contado un cuento ...
En la partida de la Benadresa se encuentran la Penyeta Roja y el Tossal Gros. Ella chiquita y bien bonita, él fuerte y robusto. Al atardecer, la sombra de la Penyeta se estiraba hasta alcanzar al Tossal Gros, fundiéndose en un largo abrazo ... ¡estaban enamorados!
De su relación no nacía ningún hijo y eso les entristecía. Tossal Gros habló con un conocido suyo, Bufanúvols. Le pidió que hiciera algo para ayudarle, así que Bufanúvols hizo lo que mejor sabía.
Soplaron los vientos de llevant, de ponent y hasta la tramuntana. Hubo truenos y relámpagos, y cayó muchísima agua. De repente hubo un gran estruendo, todos se asustaron. Tossal Gros pensó que por aquel camino no llegarían a nada bueno, así que le pidió que parara. A la mañana siguiente descubrieron un gran agujero en la tierra, bajo las faldas de la Penyeta. En ese agujero, lo que parecía primero una gran roca, resultó ser un gigante acurrucado.
El gigante se levantó y miró a todos. Tossal Gros y Bufanúvols estaban emocionados. Penyeta sonreía feliz, era su hijo.
Y así fue cómo nació este ser tan fantástico, Tombatossals.
La conlloga de Tombatossals la formaban sus amigos Bufanúvols, Cagueme, Arrancapins y Tragapinyols. Todos juntos vivían en la cueva de las Maravillas.
En aquella época había reyes por todas partes. Cada rey tenía sus terrenos y su corte. Uno de esos reyes era el rey Barbut, dueño de toda la Plana.
El rey Barbut era viudo. Su esposa, la reina, murió por un empacho de membrillos. Un buen día reunió a sus hijos para explicarles que él ya no tenía fuerzas para trabajar las tierras. Las había ido abandonando y ahora todo se encontraba en muy mal estado. Había decidido repartir las tierras entre sus dos hijos varones, Tahor y Case, para que ellos asumieran la responsabilidad y sacaran aquello adelante.
Cogió dos palitos, uno largo y uno corto. El que sacara el palito largo se quedaría con la parte húmeda, la que había entre la acequia mayor y el mar. El otro se quedaría con la parte seca, de la acequia hasta la montaña. Fue Tahor el que sacó el palito largo, quedándose Case con el corto.
La hija del rey, la Infantona, se sintió muy ofendida ya que no había nada para ella. Su padre le dijo que para ella tenía un príncipe reservado.
Los hijos del rey no sabían como afrontar la recuperación de aquellas tierras. Alguien les habló de Tombatossals, le llamarían para pedirle ayuda. El rey mandó escribir una carta a Tombatossals, invitándolo a venir a su corte con toda su conlloga. Aquella carta fue escrita en azulejos y con letras muy grandes ... al fin y al cabo, era una carta para un gigante. Cargaron mulas y asnos con aquellos azulejos y salieron hacia la cueva de las Maravillas.
Tombatossals se sintió muy halagado al leer aquella carta, consultó con la conlloga y todos decidieron partir. Mandaron por delante otra carta de respuesta, esta vez escrita en papel, y enrollada en la piel de una zorra.
Cargaron todas sus pertenencias en una galera a la que ataron dos pequeñas nubes. Al amanecer, tras un gran desayuno, Bufanúvols empezó a soplar y la galera partió a toda velocidad hacia su destino, el reino del rey Barbut. Al llegar a la muralla del Castell Vell, donde vivía el rey con su familia, Bufanúvols se asomó para ver si estaban donde querían estar, pero lo hizo con tan poca precaución que levantó una gran polvareda. Así es como todos se dieron cuenta de su llegada y salieron a
recibirlos. Entonces Cagueme preguntó: "Viu ací el rei vestit de budell, la capa bordada y el semblant vell?". El rey asintió y les dio la bienvenida.
Y así fue cómo Tombatossals fue a vivir al reino del rey Barbut.
A partir de aquí, Tombatossals y su conlloga, formada por sus amigos Bufanúvols, Cagueme, Arrancapins y Tragapinyols, pasan muchas aventuras y desventuras juntos. Todas ellas están en la novela Tombatossals que Josep Pascual i Tirado publicó en 1930. Xarxa Teatre ha dedicado un montaje al personaje de Tombatossals. De ellos es la siguiente descripción de la novela:
Es una novela localista que trata sobre las injusticias de la guerra, la defensa de la naturaleza y el afán desmesurado de riqueza de los poderosos. En ella, seres mitológicos y personas humanas se entremezclan en una atmósfera de honor, saber y compañerismo. La desmesurada ambición de la princesa, la Infantona, y de su padre, el rey Barbut, hará que nuestros héroes luchen en una insensata guerra contra la fauna y la flora de los habitantes de las Columbretes, unas islas cercanas. La victoria de Tombatossals y sus tropas se saldará con la muerte de su mejor amigo, Cagueme, y de la mayor parte de sus hombres. Tombatossals, triste y apesadumbrado, se retirará con sus amigos a la Cueva de las Maravillas a rumiar su culpa. La corte mientras tanto celebrará con gran boato la conquista y destrucción de cualquier trazo de vida de las islas recién conquistadas.
La verdad es que el mail de Merxe me encantó y casi enseguida le pedí permiso para crear con él esta entrada. Sin embargo, al buscar información en la web sobre Tombatossals me llevé un desencanto al ver que una historia con tantos ingredientes (fantasía, héroes, conquista, injusticia, compañerismo, batallas, princesas ...) está poco documentada. Apenas encontré imágenes, apenas encontré referencias. A destacar las entradas del blog de Carles Bellver y... poco más. Bueno, afortunadamente María me ha ayudado con sus ilustraciones. Hemos ido hasta las estatuas de Tombatossals y Arrancapins para fotografiarlas, pero prefiero sus dibujos :-)
23 comentarios:
Jejeje, qué caña. Lástima que se vean un pelín oscuras. Pásate por el próximo adicursillo de Gimp y te enseño a arreglar las imágenes para que hagan justicia a los originales ;)
La historia, muy interesante. Recuerdo que de pequeño leí algo en la escuela, pero he olvidado por completo de qué iba el asunto. No recordaba que fuera tan rica la historia.
Pues nada, habrá que reservarla para la próxima epopeya (la marina) del Jackson.
recuerdo haberla leído en el insti pero no ya no me acordaba de casi nada, asias por refrescar la memoria :) por cierto, me dijeron q iban a poner toda la colección por todo castellón, de momento ya han puesto dos no? el tombatossals y el arrancapins. y no sé si será leyenda urbana o verdad, pero decían q el tombatossals le quitaron sus partes pq como estaba al lado de la consolación a las allí presentes no les hacía mucha gracia :O quines coses
bueno q paséis buena semanita de madelena!
uh! qué chulos dibujos!! enhorabuena a la artista, le han quedado de lujo!!
(no soy el usuario anónimo, soy merxe ;)
Perdón, soy yo otra vez, es que había olvidado comentar que en la historia el autor juega mucho con las palabras.
¿Os habéis dado cuenta de lo peculiar de los nombres de los hijos del rei barbut? Tahor de horta y Case de seca.
A mí el dibujo que me ha llegado al alma es el de Tragapinyols aprovechando la coyuntura de que Arrancapins está "ejerciendo" :-D
Oye, peasso de anónima que hacerse una cuenta es muy fácil ;-) A ver si quedamos un día, yo me hago la de flickr y tú te me haces bloguera (emilio, estás creando monstruos, tío :-)
Ani, cariwiki, tú imaginate al tombatossals en todo su esplendor al lado de ¡la consolación! ¿No has leído lo del ninot censurado en la fallas? :-D
jeje, si muy bueno lo de ejerciciendo "Tragapinyons" aprovechándose de "Arrancapins" :D Pues vaya, creía q ya no estábamos en censura pero quizás me haya confundido :-o
tranqui glo, me mola ser el usuario anónimo ;)
con el tema este de la censura, no sé yo si le harán una estatua al tragapinyols, porque éste utiliza todos los pinyoles que se traga para luego dispararlos por el orificio que hay en el lugar en el que la espalda pierde su honesto nombre ... ¿eso lo sabía María? ¿no le apetecerá hacernos otra ilustración?
Miedo me da preguntar sobre Cagueme.. ¡ni María se atrevió a dibujarlo! XDDDD
Hoy, cuando he llegado al cole a por los críos, me dice una niña "El mejor trabajo de Tombatossals, el tuyo, lo ha dicho Carmen!".
Carmen es su maestra ;-)
Y yo toda pagá!!
Pero claro, ellos son de 4º de primaria y yo no :-(
Abusona! ;-) :-P
Proemi
A la bona memòria de Rícard
Carreras i Balado,guia i mestre
meu doctíssim.
Per igual interessants a grans i menuts van a ésser aquestes contalles. Són recordances,enyoraments de la infantesa... Bells romanços dits ab melosa veu de carinyós parlar, relaixos fantàstics oïts a l'ensems que a força d'engronsons se'ns volia dormir... Els que també hui conte jo als meus fillets, si no igual, per l'estil... afegint, exagerant... ¡que a tant presta la contalla!
En tots los temps, races i imperis, des de que lo món és món, brollaren del sentiment, i la fantasia dels hòmens, fantàstics personatges, representacions de tot lo que a l'home preocupa i assombra i el mou a supondre encarnacions de pur simbolisme a qui penjar tota acció maravellosa.
Puix així també lo nostre poble té les seues descomunals criatures, a qui ningú ha vist, però dels que ha sentit dir, i no sap de son principi perquè els ha trobat a puntes penes lo coneiximent ha brollat en l'anima: ¡en lo bres!, ¡en los braços de la mare! Personatges
fantàstics, que el poble, agarrant-los per son compte, estira i allarga, i els empeny i tramet, portantlos d'ací cap allà, bellugant-los com a cubilets... però romanent sempre de cadascú sa privativa essència, son ver simbolisme.
¡«Tombatossals»,«Arrancapins»!,com si diguérem la força, l'ardidesa, el poderiu. i«Cagueme»!, l'apocat voluntariós qui fa lo que pot. ¡«Milhòmens»!,el baladró de pocs poders, forro de coratge de què a tothora alardeja, temoruc com ell a soles. ¡«Bufanúvols»!,el que tot ho sap i res entén, que pronostica i mai acerta. i«Carracuca»!, el que sempre està torbat i es perd a tothora i fracassa en tot, i té eixida de cavall desbarrat i paró de burra coixa. ¡«Governasetcases»!,qui en tot se fica i tot ho vol apanyar, sense vore que lo seu camina desarreglat: el manegueta. i«L’Agüelo Maces»!, el vell de mal gènit a qui los xiquets envien a picar salses, perquè ja per altra cosa no aprofita. ¡«Nas de Rei»!, el nassut a qui tot lo món penja el cresol dels fets quan no sap a qui penjar-lo o no vol senyalar-ho clarament. «¿Qui ha segut? -Nas de Rei.»
¡Personatges de la meua enyor, les vostres delitoses llegendes, les tan extremades fetes temeràries i determinades mampreses de pinars arrancats a estirons, de soca i arraïl; de muntanyes transplantades, de campanars desfets a puny sec, trens parats ab l'esquena, batalles guanyades contra deu mil, furioses tempestes així fetes com desfetes i barbaritats a manta.. ., ¡vingau a la memòria meua, que vullc, retraure-vos portant al paper los vostres mons i esbalaïdes fetes de singularitat tan extremada, riallera i divertida!
¡Gavell destarifat de mentires, garba de deslligos, muntonada de despropòsits! Permès li siga a la imaginació meua córrer desbocada, i a rissa i entreteniment se prenga lo que ací ixca, puix no és altre lo meu objecte. ¡Quin sarpalló d' anys no ens llevarem de damunt per uns moments! .
I ara prou de romanços anem a Tombatossals.
Naixement de Tombatossals
De l’orige de Tombatossals corre la següent llegenda. Però sàpies que aquest galifant diuen si medix d' alçària cent cinquanta-tres pams, i d'esquena, quaranta-nou. Calculeu per les mides com seran les cames, peus, braços, mans i demés... Sols direm que al temps que pergué lo dit corrunxet, en una extremada forcejada, los pedrapiquers, cercant en les pedreres per a fer lo brancal de Sant Nicolau, aprofitaren aquell dit, i de les estelles
ixqueren dos dotzenes de guarda-rodes. Puix aquesta criatura és filla del Tossal Gros i de la Penyeta Roja, i tots per bres han tingut la pedregosa terra del Bovalar.
¡Que bells amors, los de llurs pares!
Allà hi som. La Penyeta Roja, gentil i graciosa, era constantment mirada ab ulls apassionats per lo molt seriot de Tossal Gros, que de veïnat estaven des de que Déu volgué que foren al món. Ja no en cabia més de voler entre els dos. Lo ventijol se prestava a dur llurs gemecs i sospirs... que també gemequen i sospiren los tossals. ¡Déu ens guarde quan de ferm sospira Tossal Gros!
Aromes d'espígol i timonets, de poleo i murta Tossal Gros li enviava cap a son indret a Penyeta Roja, i ella, enamorada, en oloroses alenades de saborija i romer, malves i te, corresponia. ¡Quin enamorament! Per lo mural, robust cos de son amant, resguardada
era ella de les ventisques de tramuntana. Un dia d'estiu, després d'una arruixadeta, estava Penyeta Roja encisadora; la seua color se va enfosquir i es tornà bruna, a la vegada que perfums li enviaven les floretes que l'adornaven... Una rabereta d' ovelles per ses faldes
pasturava, i llurs gemecosos balits la brisanya de la mar cap a Tossal Gros els trametia envolts en aquelles fragàncies, i a més, les dels tarongerals de la planícia.
No cabia més encant ni més bellesa. Lo sol estava de posta. L’amant, desdoblat en ombra, llauger caminava per les vessants cap a sa estimada... fins que, entre rossors de crepuscle i enamorades crides d' aus, qui a les retardades cerquen, envolia a Penyeta Roja, la gentil amada, en dolç, inefable i apretat abraç:
-¡Amada meua, eterna companyona, puix Déu així ho vol vullguem-nos per sempre i mai de mi et separes!... ¡Ai! ¡Deixa'm, deixa'm que t' abrace i t'acarone, més que siga tots los dies des de la posta fins que el sol aguaita a l'horitzó altra vegada!
- Teua sóc; en tu me mire, i Déu permeta que los teus abraços mai me falten, i ton cos m'ampare, i l'aigua que el cel te regala esvare per les vessants meues i regue ses estimades oloroses plantes.
Les ovelletes la dolça cançó d'amor acompanyaven ab llurs darrers llunyans balits; lo sol, en ses darreries, amagant-se... les ombres, fent-se més espesses... les delitoses hores d'enamorament corrien... la naturalesa callava. Sols l'estúpid mussol, de mirada glaça, intentava a vegades rompre la quietud ab el seu mèu-mèu.
¡Nit d' amor! Tossal Gros i Penyeta Roja per manament divina s'havien de voler. .. i havien d' engendrar, passats los temps, los anys, los segles. I eren eixos los desitjos fervorosos de l'amant. Ells eren emparellats per fermesa i constança.
Un dia Tossal Gros, cridant a son parent Bufanúvols, va dir-li:
-Mira, tu, parent del meu voler, arregla-t'ho com pugues, i porta'm a mon cormull totes les nuvolades de totes les rodalades del cel. .. les de Ponent i de Llevant, als Gregals i Benagais, als Xalocs i Mestrals, als Llebeigs i Migjorns, als Garbins i Valencians, a
tots, a tots. Però sostín, mentrimentes siga l'assemblea, a l'esbargidor Tramuntana, no siga cosa que me'ls agrane. Vés, que si així ho fas la fama teua creuara lo món i te serà agraït per aquest malaventurat de Tossal Gros que no acaba de cap de les maneres d' ablanir les dures entramenes de l'encisadora Penyeta...
I va succeir aleshores que amaneixqué Tossal Gros encimbellat per negrenques nuvolades que de totes les bandes li acudien, i en son afanós caminar s'entrecreuaven -¡Déu ens lliure d'aquestes nuvolades creuades!- empenyides per lo vigorós bufit de l'obedient Bufanúvols.
Aquell mantell nuvolenc que lo dar celatge entenebrava, no, no el podia rompre la claror del sol de cap de les maneres; les aus escarotades cap a llurs nius tornaven; les ovelletes silencioses caminaven esgarriades, i en crida llastimosa lo cuquello a sa quimèrica parella reclamava. Ressona de sobte esgarrifador lo tro. Los rellamps esgallant lo vel tenebrós en brusentes clarors vivíssimes, enlluernaven los àmbits, i la tempesta, fruit de tant d'horror, a la terra tirava l'aigua a braçats, a braçats... ab violència, ab força,sense esme, descompassada. . .
Penyeta Roja rebia sofrida l'extremat furor dels elements que en ses entramenes regalimava, commovent-les, sostovant-la...
No va permetre Déu que lo capriciós amant son obra contemplara puix era tanta la foscor que també a ell l'encapellava.
Un gran clafit d' esgallament, un llarg remor de descàrrega fon sentit enmig de la fragorosa tempesta. Aquells esclafits bé es podien dir gemecs de la muntanya.
Tan adolorits eren los gemecs que Tossal Gros, esporuguit, li va manar a Bufanúvols que allunyara les nuvolades. 1Bufanúvols, allà en lo més alt del cormull de son poruc mandatari, bufava desesperat a l'ensems que ab l'estirat braç cap a totes bandes senyalava.
En sa esbargida obriren los núvols lo blavós ull del celatge i lloc donaren a que lo sol al fi campar poguera tornant-li a la terra tranquil•litat i bonança.
Tossal Gros dirigí la mirada a sa estimada... S'oí un redolar de cudols. ¡Era una carcallada de goig de l'amant satisfet!
Remoroses corrien encara les aigües per los barranquissos. Saludaven tanta pau les aus cantadores. L’arc de Sant Martí, com jou nupcial, encimbellava a Tossal Gros i Penyeta Roja.
Però sapiau que aquesta encisadora Penyeta Roja mostrava en son cos una forta alteració, una ferida. Marcada i ben marcada la tenia; allí un immens botern li descobria les rogenques vetes de les entramenes. Aquest llescó, aquesta esgalladura forçada, li va donar nom i oríge a una legenda
¡Ah!Pero ¿a on estava, a on va anar a parar la mola desprenguda? ¿Com no s'atinava per cap banda de la planícia tot aquell rocam que lo rogenc senyal tan bé marcava? ¿Se tornaria estelles?...
No. No és tornà estelles, ni fon de ratolí lo parteratge de Penyeta Roja.
¡Ja en sabreu, de les mampreses esforçades i descomunals del que infantà Penyeta Roja! Que si tal fon lo naiximent, tal va ésser la vida del ben batejat rústec jagant lo nostre simbòlic amic Tombatossals.
Tombatossals en la cort del reí Barbut
Haveu de saber que temps corrien en què los reis campaven tan espessos que sembrats pareixien a eixam per tot lo món. N'hi havia un ab creixcudes barbes fins los genolls, bigot d' arquillo, nas de picola i celles d' emparrat; lo seu conspecte induïa a engany, puix, semblant eixut brumidor, mai se comportava bròfec ni esguitós, ans al contrari, era carinyós i dels de mànega ampla i mans foradades. Lo seu palau, cormejava un tossalet d'on contemplar podia tot lo seu regne; una rodalada de planícia que la mar rodejava i les muntanyes; un clot de vegetació extremada, mes tot abandonat; tot: secallosos pinars, palmeres desllenguides, retorçudes oliveres, garroferes esmortides; d'argelagues, fenassos i piteres, no cal parlar-ne... Molt a propòsit per a fer la gran preà los gavelladors... i no res més. ¡De raboses i llops, un estol, i serps, ni que foren cabirons!
Aquest rei tenia dos fills i una infantona, la muller va perperir d'un enfit de codonyat. ¡Era vidu lo pobre rei Barbut! Un dia va cridar als seus fills i els digué ab veu emocionada:
-Mireu, fills meus, los anys no debades passen, me fluixegen les cames, a cada punt m'entabuixe, i aquest brac;:de ferro que a l'enemic esquallava abans fent-li cantar borrega, hui ni tan sols com llanderol l'estime... Vullc dir-vos ara que en veritat desitge descarregar en vosaltres lo pes del govern del regne. Així, partim-lo, i tirareu palletes. Després, fills meus, cadascú que millore sa part; milloreu, que ja és vergonya que es queden ressagades aquestes terres i sols dàtils de gos i malea hajam de recollir... Deixeu al pare tranquil•let i ben alimentat... ¿Què, tireu palletes?
-Senyor pare, ¿no seria millor traure la sort a «lletugueta d'ancisam, oli, vinagre i sal»?-digué l'un.
-¿Per què no a «confits rogets dins d'un baület»? -va saltar l'altre.
-Res d'embolics; a palletes, a palletes, me dóna la real gana... -I acatxant-se per agarrar unes llenquetes de fenàs, les va amagar dins lo puny mostrant tan sols les puntes i els va dir-: La més llarga serà lo rodal de cap a la mar; la curta, lo de la muntanya. Tria tu, major, que per ser-ho te pertoca el primer lloc. I tiraren palletes, i lo rei dirigint-se a sa filla la infanta i abraçant-la carinyós li dia ab veu melosa:
-Per a tu guarde un príncep amic, un jovincel esforçat, de gran continença, arrogant... Tu seràs regina; i quan ho sigues te donarà lo rei Barbut, ton pare... los millors consells de sa experiència.
Los fills del rei pensaren, i pensaren bé, en creure al pare en lo de millorar lo regne, i com fins allí hi havia arribat la nomenada del que de dos samugades abatollava lo que al davant venia, esfondrant tossals i esplatxant muntanyes, i no es parava en barres per a tòrcer la conca d'un riu, a capgirar de dalt a baix catorze capades de terrer, del mai prou alabat Tombatossals i la conlloga seua, fon per lo que los fills del rei Barbut li feren posar a son pare una lletra de convit, que a falta de paper i per fer-la proporcionada a tan gran jagant, fon escrita en taulellets escaldats i conduïda en xàvegues per un ase.
La va rebre lo galifant ab gran goig i soroll, i ple de desficis i corruixes va fer de repent la crida, dient:
-¡Mireu, mireu la lletra de convit que lo rei Barbut ens tramet! ¡I porta lo reial segell!Anem a vore lo que dius tu, Cagueme lletrat, veges lo que aquests taulells diuen, que, com saps, jo en llegimenta no estic tret... i tin en compte al girar les fulles que no te'n caiga cap als peus...
I Cagueme, calant-se les ulleres, va llegir:
«Al molt estrenu, entremetent i magnífic cavalleràs Tombatossals, la majestat d'un rei endreça los seus precs perquè servit sia d' esdevindre la seua senyoria a aquesta cort on hi ha mampreses que entrependre a hòmens canuts i de paratge i briosos galifants encomanades, i com a tots Vós supereu, ab vivíssim desig vos reclaman Nós. - Lo Rei Barbut.
Nota bene- No vos deixeu als companys magnífics de la colla, als Arrancapins, Cagueme i Bufanúvols, que mester hi haurem de llurs serveis.»
-¿Eh? ¿Que t'ha paregut, Cagueme, la carteta?
-Que si aplega a ésser més llarga lo rei Barbut
hauria necessitat tota la fomada.
-¿Això quina llengua és?-digué Bufanúvols
.
-Valencia i del bo, del que es guarda en conserva com les llonganisses del frito per a dia de batuda.
-Al rei Barbut -digué Tombatossals- alguna ceba li courà, alguna tecla li se somou quan ens crida. .. Bé, siga lo que siga, jo us dic que allà hi som. ¿Vos esglaieu?
-Més calguera. ¿Que havem d' estar esglaiats?
-Puix bé; no romprà el dia sense que deixem d' estar llevats, i llavats i amanits. .. Tu, Bufanúvols, porta-nos en lo que vullgues; Cagueme, tu amanix la menjussa; i tu Arrancapins, untat d' oli les juntes dels ossos, no vages a quedar malament... ¡Bona nit!, que ham d' eixir ans que moguen les oronetes.
Se van tambar tots en los llits de llosmos que tenien, menys Cagueme que dormia en uns fenassos; Bufanúvols se va passar la nit de clar en clar bufant de ferm per atraure's un parell de núvols molt llaugers que desperdigolats anaven per Benagai
S'arrimava l'hora en que l'estelada s'amaga escarotada per les carasses del sol, quan los valents i decidits personatges estaven apoltronats en lo carregós tossal de la Galera tirat per los dos unflats núvols benagaiencs que per los aires los havien de conduir a la cort del rei Barbut. ¡I tant com volaven! ¡Quin remor i escarot! Bufanúvols no deixava de bufar als cavalls i els acompanyava ab trons, una airejada de mil dimonis i una pedregada espantívola; cada trallada era un rellamp i cada esclafit un raig... Lo tossal de la Galera semblava la desbarrada del carro de les llimonades. Cagueme, horroritzat, se va amagar poregós dins lo soto.
Arribats que foren, donà Tombatossals l'ordre a Bufanúvols de que advertira. Aquest, arrimant la boca al mateix forat del pany, tan fort va pegar lo bufit que de dins van respondre a esternuts.
-¿Que has fet? ¡Me'ls has costipat!
-No puc dimitar-ho, quan bufe perc l'esme.
Les ventalles del portaló s'obriren i los nostres descomunals amics planerament hi varen preguntar al guaita que davant tenien:
-¿És ací lo palau d'un rei vestit de burell, la capa brodada i lo semblant molt vell, anomenat lo rei Barbut?
-Servits siau de passar avant, puix la vostra continença i los termes tan fins de la vostra parla no desmenteixen que sou aquells qui esperem...
-Aquest àulic serà qui va escriure la carta –va dir Cagueme.
Acurrucant-se tot lo més que va poder Tombatossals hi va passar lo primer, seguit dels seus companys, per lo gran portaló del tancat. Allí, enmig del jardí, estava sentat en grandíssima cadira, dalt d'un cadafal, lo senyor rei, rodejat dels fills, los ministres i lo més lluït de la cort; al vore'ls va allargar los braços en senyal de plaer i benvolença.
-Siau ben aplegats a la cort del rei Barbut, vosaltres, los esforçats barons, i al capdamunt de tots, vós, determinat capitost, forçut sens parió. Jo us sé dir que l'anomenada vostra fins ací es va trametre, i si aprofitau per aconsellar ab saviesa i seny, com per a trencar closques i afonar muntanyes... benaurada hora aquesta en qué us vejam... Siau plaents d'alçar-vos... I ara parleu vós, Tombatossals, i digau-me tots lo sentir vostre.
-Senyor rei Barbut, maneu-nos quant vullgau que vos hem de servir de coroneta -digué lo cap de colla-. Mos punys són vostres. -I pegant-li de revés a una pilastra la va somoure a dos pams de son lloc.
-Jo sóc Arrancapins... Per grossa que una soca parega, per a mi, senyor, és com senzilla botxa... ¡Mireu! -i tirant d'una prunera que allí creixia li la presentà al rei engarsonada dient-li-: ¿A on voleu que la trasplante?
-Sóc Bufanúvols-digué lo tercer-, ¡quan tinga basca avise'm!
I de repent digué Cagueme:
-Senyor rei, jo estic ací, tiroriro-tirorí... Jo sóc Cagueme, faig lo que puc.
I Bufanúvols va seguir dient:
-Senyor, permeta la vostra realesa que preguntem per la senyora infanta de la cabellera apanollada, la vostra trempada i suau filla, que la coneixem... dels catxerulos.
-La infanta enllestint s'encontra en la cambra una lletra d'amor per a lo príncep Garxolí del Senillar de qui és l'amada.
-Permeta que la cridem ab la cançó dolça que es diu a la nostra terra -va dir Tombatossals.
-Mai més a punt, cap de colla -retrucà el rei.
-¡... A les tres!
I d'un repent los comboiants, talonejant acompassats en lo paviment, cantaren:
«Dalt d'un pi,
Hi ha un molí,
Que replica
El tamborí.
Va a la una,
Va a les dos,
Va a les tres,
Va a les nou. ..
Herba seca
Per al bou.
El bou i la vaca
Roseguen l'estaca,
I el Pare Vicari
S'ha comprat
Un reliquiari;
De que sí,
De que no,
De Vicent
Del guitarró.
Vicent, Vicent,
Els bous se'n van
A la font de Periquet,
Matarem un pardalet;
Si és d'or, o si és d'argent
Que ixca la infanta de repent...»
D'un rebot va aparèixer la infanta.
-Pesadeta és aquesta crida.. .
La infanta, esparverada, esbufegant sofocada al trobar-se a tan estrany personatge a la porta de sa cambra, se li féu un nuc a la gola i intenta revacular.
-No feu tal cosa, infanta esclatant, efusiva, garladora i enamorada del príncep Garxolí del Senillar. Que si la presència meua us mou a esglai e escarot, per entès tingau que ni sóc pollut ni fermaler, i palesament obre. Aixina és que esbargiu la por i atanseu-vos al vostre humil serf Tombatossals.
Veritat és que la fatxeta del galifant era per a llevar-li lo sanglot al més pintat. Vestia jopetí de pells d' óssos, faixa roja d'estamenya, samarra de pells de llebres ab botons de telles de riu, camatges de pells de llops, sabocs de suro d'Eslida, i en la mà un gran capell cendrós de cuiro d'elefant, doblada l'amplíssima ala de davant per una flor de carabassera, ab un fiblall subjecta, i engarlandat entorn per una llista que ab lletres bordades dia: «Bon pit, bon càmem».
¡Com no s'havia d'esglaiar la infanta front a aquell desficaci! ¡Però, quant arrogant en lo dir i comportar-se!
-No temau, filleta -va dir lo pare rei-, que Tombatossals porta tanta pell perquè la seua en los treballs desaforats que mamprèn se la deixa.
La infanta anava arrimant-se, mirant de reüll, no tardant en assossegar-se després que va comprendre en qui es jugava els diners.
No deixem de dir que si foren rebuts a cel obert i no en la cambra reial fon perquè lo rei Barbut tingué por de que Tombatossals li somoguera d'una cabotada tots los revoltons del palau.
Mostrant-se complit i pagat lo rei, la infanta assossegada, encantats los fills, ufanats Tombatossals i la colla, ministres i presents esbalaïts... fon quan lo gran rei Barbut, dirigint-se a tots los forans -que capell en mà i drets com estaquirots romanien-, va soltar-los paraules d' aquest caient:
-Salut per a tots, i Déu ens la guarde; és desig meu, com dels meus fills, que lo terme que davant teniu, com sapiau i pugau, tornar-lo feu en formós i exuberant; vullc que los fruits i les flors se crien abondo, que l'arbreda sembrada parega a solc; siga profitós lo treball; que les grans i petites feres fuixguen a altres terres, les serps desapareguen... vull que l'aigua cerqueu d'on n'hi haja, i que aquesta malea mai ma vista la veja...
-Senyor rei Barbut... sobren raons -va dir Tombatossals-; perdoneu si vos passe al davant, ja sé lo que vós voleu, i dic que tot i més se farà. ¡Sí,se farà! ¡No calia més! -I girant-se cap al terme com un il•luminat seguia dient: -Aquest aliàs grandíssim, horta rica i esplèndida es tornarà...
-Senyor rei Barbut -va dir Cagueme interrumpint- lo que vós voleu és que arrabassen i tiren fora margallons, puix se veu que asseciats esteu de filloles i cabota; ara voleu albercocs i tarongetes...
-I bona verdura -va dir Bufanúvols-; però permeteu que los palmitos no els arrabassen tots... que ne queden per a graneres.
Tombatossals, escamat dels pocavergonyes companys seus, va replicar-los:
-¿No sé jo que me tinc que fer, descastats, imprudents?
-I molt cerimoniós, traçut i solemníssim va seguir lo ben tallat parlament ab aquestes paraules:
- Vostre terme serà l'enveja de tots; cap serà millor i més bonico.
De sobte se va oir fortíssim tro. Una remor llunyana anava acostant-se.
-No s'esglaien vostres majestats, són los nostres cavalls que s'encabriten -va dir Cagueme, mirant poregós al galifant.
La bonica i jove infanta estava embadalida i desitjosa de dir alguna paraula, però Tombatossals, que ho va guipar, a ella dirigint lo parlament va dir:
-Aplega a mi l'extremíssima curiositat vostra de saber els meus propòsits, que no puc menys de contarvos-los fil per randa, pum per agulla. Mireu: Arrancapins, el forçut, encarregat queda d' arrancar de soca i arraïl tot arbre de poc profit; Cagueme, ab menàs flamerós d'encenalls, foc pendrà a brosses i malees... i fugiran les serps... i los llops udolaran espantats, s'oldrà a socarrim, lo celatge s'entenebrirà de fumaguera... i, quan tot s'aclarixca, vostre humil Tombatossals serà el de sempre: l'afanós, l'esforçat, l'abrivat, qui no assossegarà fins no tinga remogut tot lo terrer, les roques panxa al sol, oberts clots, acordellades les sèquies per on correra l'aigua d' aquell riu que a perdre's va a la mar; jo faré tòrcer sa seguida, envers ací duré les aigües i seran regades totes les terres, empapades les llaors i els esplets de collites i arbredees noves; jo faré que els escorrims d' aigua transformen la vora de la mar en grandàs estany, on pintats ocells i bells pardalots niuen per a ornament i cacera e tots... ¡ja voreu !...¡ja voreu!....
Tombatossals s'enceguerava parlant; les paraules del visionari retrataven maravellosament l'esdevenidor terme dels fills del rei Barbut.
- Tahor, lo vostre germà, lo fill major del rei Barbut, serà de tot content .. i si la rodalada de l'altre fill segon, Casse, no pot abeurar d' aquest riu que a millars trametrà cap ací los beneficis, aleshores, mireu, senyor rei, darrere d' aquells tossals de ponent –on està nostra cotxera i nostra cova de Maravelles a manta- n'hi ha un barranc, que més sembla rambla per sa amplària, que sols brama de quan en quan, però quan brama a res de profit porten ses enterbolides aigües. Jo pararé la corrent, li travessaré un tossal sancer, i l'aigua arremolinada, brumidora, al vore's detinguda, empantanada, pujarà; allò serà una escudella gran, una vidriola on se guardarà per a l'estiu l'aigua que brusenta se'n fuig ara cap a la mar; i lo gran Bufanúvols, mon volgut company, ja s'encarregarà de bufar de ferm, d' armar tronades i pluges fortes, de fer córrer l'aigua que al vessar per barranquissos i fondàries abocarà a la rambla. I lo vostre terme, príncep Casse, també beurà, les terres restaran eixamorades, i tan ric, bell i paradisíac serà que res tindrà que envejar al de vostre amat germà, i confundides les terres tot serà una cosa, lo regne de l'esdevenidor dels fills del rei Barbut. I vós, excels sobirà -va dir mirant al rei Barbut-, si a vegades us plau assomar-vos a aquest mirador de la planícia, ombrejat per los xiprers del portaló de vostre palau -que no altre sembla lo tossalet que ara xafem- voreu des d' ací la bellesa de vostre regne, lo mantell de verdor que arribarà fins la mar, i la flor de nafa esclatada en delitosa fragància que fins ací aplegarà transportada per lo suau ventijolet. ¡Que gran, vostre goig! ¡Que extrema delícia sentireu! Dia haurà que lo calendari senyalarà vostre planeta, i vos empenyerà a baixar al pla, a viure allí, deixant-vos aquestes roques i altíssims cingles, recordança de vostre passat, i que l'enyor atraurà tots los anys, a vós i a vostres hereus i descendents, a visitar-les en peregrinació divertida i gojosa.
Tot lo món escoltava al somniador Tombatossals; posava tanta fe en son bell dir que semblaven tots los fills de la sogra llomello. Lo rei Barbut estava emocionat. Dirigint-se a la infanta li va dir ab veu melodiosa i persuasiva com el refilar del rossinyol:
-Sabreu, senyora infanta, que Déu va permetre que a tan grans i maravelloses mampreses arribara triomfant lo pobill de Tossal Gros i Penyeta Roja.
Los fills del rei abovats escoltaven i lo pagament i goig no els cabia dins la pell.
-Digueu, Tombatossals, ¿tan de poderiu i força no vos envanix?, ¿no vos cabitomba l'orgull?
-No és meua la força; me la tramet Déu, senyors; res de vanitat, no vull ésser com la canya caiguda del conte; vullc ésser lo voladoret, lo voladoret...
Lo rei Barbut, embadalit i maravellat estava d' aquell benaurat hoste que podent ésser presumptuós i estar unflat, era humil, ben parlat i senzill. Tots los presents admirats quedaren; mai se pensaven que tal homenàs en lo món habitara, més bé creïen fóra d' altres maneres.
La infanta pregava i pidolava a Tombatossals referira la contalla. Lo magnífic i admirat jagant va començar, ab delitosa i ben correnta parla, de la següent manera:
«En nit freda i gelada d'hivern, entremesclada de punxosa remulla i colzes de cep, vora la llar un tros de canya estava, mentrimentes dalt, en la post, un voladoret se mantenia. Aquesta canya pensava en son darrer acabament, i a ell, a l'altívol voladoret, els suplicants ulls dirigia a l'ensems que soltava les següents paraules: -Delliura'm tu, canyeta de voladoret, puix sóc molt de plànyer; jo te diré de mi, de ma vida sabràs, i voràs, quanta és la desgràcia meua, quanta la congoixa mia. En caixer emmaranyat de sèquia vaig nàixer, allí vaig vore lo primer raig de sol; en aquest bres vaig créixer. Suaus ventijolets em movien ab graciós bamboleig, quan no los fons i acaragolats a besar les aigües m'obligaven. Lo remoreig de l'aigua, que per davall corria, mon anima enjoiava; emmantellada per lo vivificador Pare Sol, ufana campava, floquejava de verdes i llistoses fulles que enaltien ma bellesa, mes un dia, sangonós corbellot me feria, i despiadada me segava rander a terra. Lo meu plomall desconhortat s'esmortia lleument i espolsava les plometes.
»Mon feble cos fon doblat, arrastrada me vaig vore i gitada en la senda de la sèquia. Xorrava saba per la ferida, mentrimentres ma anima dolorida contemplava a mes germanes, que ertes i bledanes remorejaven al vent. Després vaig ésser pelada i recurtada per a simbòlica i gran festa del poble veí. I vingué la festa, aplega l'hora, i ací on me veus, ¡oh canyeta!, enmig de dos ringleres d' altres canyes germanes, jo caminava cerimoniosa, acompassada, agradosament regalada ab música harmoniosa; extremada fon ma supèrbia al vore'm en lloc preferent i senyalat. ¡Gran lo meu paper era, recordança viva d'una data història del meu poble! I enmig de l'esclat de vítols que m'envoltaven, ¡com lluentejava al matiner bes del sol la meua pell esmaltada! ¿Mirar jo a les altres canyes germanes? . .
»I les ombres d'aquel gloriós dia arribaren;era de nit i ja estàvem de retorn; aquelles lluminaries que davant portava, pense jo ara si serien les llumenetes del soterrar de mon orgulI, de ma extrema superbia.»
Lo rei Barbut, ab severitat, als fills, la mirada dirigia; la infanta, a Tombatossals, i Cagueme, al rogle, qui abovat escoltava i atenia.
«I va seguir parlant la canya:¡A ma breu ufania, l'oblit! ¡Als vítols, foscor i teranyines!
»Fiu estada en casa d'un cansalader. Agarrades de mi, les botifarres i llonganisses penjaven. ¡Que mal olenta, que sanguinada sempre!Al gran pes un dia en clafit vaig respondre, i lluny, molt lluny, me tiraren, però una avia cercadora me va arreplegar i, a muntó aprofitadora, en granera me va convertir. ¡Quanta brutícia davant de mi portava! Passa temps, però com era tan curta, ni per a tan baix quefer me volien i en malaïda hora un ferro brusent, rogíssim, los nucs de mes entramenes travessava. ¡Los nucs no, l'orgull i la supèrbia em travessaren! Seria petita cosa per a mi, però en canut de colar em convertiren. ¡Jo, tan engarlandada, tan vitolada en festes, tan ufana allà en lo canyar del caixer de la sèquia! ¡Senyor, senyor...! Lo lleixiu tota m'abrandava i los sofriments no els poguí aguantar fins que em vaig badar. Ja no aprofitava per a res; aleshores l'ama em va llançar al camí, i los carros me xafaren fins que aquesta dona que ací viu me va arreplegar i, ¡oh canya de voladoret!, ací me tens per a ésser convertida en cendra, pols, res.
»-¿No em podries deslliurar tu, canyeta de voladoret? Germana teua sóc, en lo mateix caixer creixies. . .
»-Sí, sí, de lo caixer eres -va contestar-li la canyeta de voladoret-, tu creixies mentrimentes a mi m'atropellaves, i en tot orgull i superbiosa bledania de la pobra canyeta t'oblidaves. Allí me deixares a soles fins que uns xiquets ab gran goig al vore'm m'acolliren, se m'endugueren a casa i em convertiren en canya de catxerulo. ¡Si tu m'haveres vist volar! ¿Creus tu que anava per on van les aus, pel meu poderiu i força? No, jo sabia que no era res, que sens l'aire i la boletxa mai mon cap s'haguera alçat de terra. Un dia tan alta volava que l'aire que m'empenyia cap amunt me va mancar, i remolinat caragol ab força em va tombar a terra, i allí, desfet lo catxerulo, ens van abandonar a mi i a les meues germanes; ens desmuntaren los tirants i la cua, i allí ens deixaren. Una bona mare me va arreplegar per a son fill malaltús; enflocallada ab colorins, formós i voladís plomall coronava ma testa; millor que aquell de ma infantesa que tu no em deixaves lluir en ton afany de xuclar-ho tot codiciosa. Lo pomell de papers de variats colorins del cim, era vistós, bellugadís, voladoret...»
-¡Un voladoret, un voladoret! -exclama la infanta gojosa i plena de corruixes.
-Sí, bella infanta, magnífic senyor, un voladoret que en les tendres mans del fillet d' aquella bona dona comboianta, lo fea riure, i ab aquella somriseta conhortava a la mareta ab falagueres prometences de milloria desitjada. «Jo també gojava de fer tant de bé, d' ésser de tant de profit -va dir la canyeta-, jo, voladoret, acompanyava la pobresa i tristor d' aquella malaurada casa, jo, lo fidel amic de 1'infant malaltús, desllenguit, secallís, endurit...»
Dos llagrimes com a cigrons devallaven per la formosíssima fesomia de la infanta. Ningú glapia; sols les aus, a la caiguda del vespre saludaven. Semblava l'hora plaenta; Tombatossals se transfigurava, se guanyava a tots, era l'amo del corral. . .
-Hau de saber, senyor rei Barbut, caríssims prínceps, singular i única infanta, que una nit, cotet-cotet, quan la mareta a son fillet en lo braç tenia, l'Angel de la Guarda li aclucà les portelletes dels ulls infantívols, obrint a l'ensems lo cabdalós sentiment i desconhort de la mareta, desfets en ardentoses llàgrimes.
«I la mare -va dir lo voladoret- me va traure d' entre les blanques, gelades manetes del xiquet, que pretes les tenia en son darrer esforç.
»-Romanços, romanços - replicava envejosament lo tros de canya-:-; res te valdrà, promte o tard seràs al foc, al foc.
»-No, mai, jo sóc quelcom en aquesta casa; sóc
lo viu record del fillet desaparegut. ¡Jo, cremada! ¿Has vist tu que es creme lo record d'un fill? Mira, canya, creu-me, deixa't cremar, augmenta la calor d' aquest foc, afig a la brasilada la teua rojor encesa, la calor teua convertida en brasa, i així li donaràs calor a la gelada mareta, reanimaràs son cos, com jo des d'ací, erteta en la post, li done ab ma presencia lo caliu dels records...
»-Al foc aniràs, canyeta romancera. . .
»-Quan la meua ama morirà, seré canyeta; hui per hui sóc un record estimat i volgudíssim, sóc lo voladoret del fill de la mareta. . .»
¿Veu la vostra senyoria -va dir Tombatossals – com res som? ¿Veu on van a parar totes les vanitats? Déu, senyors, és nostramo, qui tot ho dóna i ho lleva. ¡Que satisfacció escampar el bé per totes bandes!
Lo rei Barbut, arrimant-se a Tombatossals, estengué suaument los braços i li va pegar un abrac;:i un bes en lo bascoll, entusiasmat per los delitosos moments passats oint l’apòleg de les canyes.
-Eres gran i sabut, conseller meu, tu redreçaràs mon regne, tu ens ofrenaràs hores benaurades.
Lo rei Barbut no deixava d'abraçar-lo; Cagueme Sanglotava emocionat; Arrancapins romania molt seriot i Bufanúvols a punt estava de mampendre a sambombades a tots i acabar-ho en trons i rellampecs. La vida s'escolava plàcida i gaia en lo palau del rei Barbut.
-Senyor rei, ja està dit, lo vostre terme corre de mon compte; en la terra no n'hi haurà rodal ni més bell, ni més assolellat, ni més delitós; cadascuna vegada que a la llunyania mirareu, a la memòria vostra esdevindrà la recordança d' aquesta visita de Tombatossals a la cort del rei Barbut. Permetau ara que ens allarguem en tot lo fil; ja tornarem a donar-vos compte de nostres fets. Ixcam, ixcam cap a fora, que si les hores són passades ab delictícia no és de gran convinença enceguerar-nos. No ajornem nostra anada.
Tots ixqueren cap a fora; lo darrer, Cagueme. Fora dels paretons d' aquell delitós tancat, i ja en campa naturalesa, suau alenada que de la remorosa i llunyana mar brunzia, va fer parar en sec al comboiant Tombatossals que, dret com un fus, damunt les roques s'encontrava. Un fort sospir va eixir de son pit anhelós, mentres que, testa sens capell i acostant la ma als llavis, arrancava ardents besos que trametia cap al lloc d'on eren nats la remor i l'alenada.
-¿Que és açò, servicial Cagueme? -va escorcollar la senzilla i casta infanta, tota estranyada al vore els petons que a l'aire soltava Tombarossals.
-Mira, mira al jagant. . .
-Senyora meua, açò és la força del voler. Tombatossals és enamorat. . .
-¿De qui? Digues, digues...
-Senyora, de la Serena de la Mar, de la subtil i noïble Serena de la Mar. D' eixa lluenta i escatosa Serena de la Mar, mig peix i mig dona, que l'ha capficat i el fa variejar. Jo no sé si s'ha enamorat del pitral, de la cueta o de tota ella sancera. Tal volta siga de la cua remenejadora, tan bonica, tan àgil, d'una brillantor tan esmaltada, que permet nadar a la Serena en les blavoses aigües de la mar, pel camí de les escumes blanques i nacarades que darrere deixa. Si de la fembra com del porc se diu que no se tira res, que tot és aprofitable, àdhuc els piteus, jo vos dic, infanta angelical, de pèl apanollat, que en la Serena de la Mar tot té preu, tot és bo, àdhuc la cueta. Aixina s'ha ficat dins l'anima del gran Tombatossals; aixina el fa fer el borinot i el té mig alelat. Les vegades que l'amant passa les nits sense dormir, de posta a eixida de sol, mirant l'estelada, escoltant eixe suavíssim remor, somniant ab ella... Tombatossals, senyora, té un cor tendre i sucós com una pera tendral. Ell vol, quan vol, de cor i coradella. Eixe, eixe és qui a tant d' esglai vos va moure, eixe és Tombatossals.
-Cagueme, ¿per què no vos quedeu? -va dir la infanta sospirant.
-Senyora, no ens quedem -va dir-li a cau d'orella- perquè ens aguarden les pilotes de Nadal.
Eren ja prop, ja eren al capdamunt, coronaven ja l'estrepitós tossal de la Galera, drets com juncs, oberts los braços los capells en la mà i los núvols benagaiencs desficiosos per moure, quan Tombatossals ab veu forta, que semblava un tro, va cridar la darrera salutació:
-¡Visca la cort del rei Barbut!
-I al príncep Garxolí del Senillar doneu-li afectuoses memòries -va dir Cagueme.
I lo tossal de la Galera arrancà la moguda a quatre soles;corria que brunyia l'aire;son horrorós sarrabastall s'esmortia allunyant-se.
Tots emprendats, rei, fills, cortesans i cortesanes, se varen retirar; solament la infanta desficiosa mirava, mirava la llunyania, a aquell nuvolet que cavalcava als hostes, que tan breu estança feren. Estava alevada mirant, mirant...
I a I'hora del capvespre, els ulls blaus de la graciosa infanta es pergueren en la blavor del cel. Unes falzies piularen unes notes al volar pausades, rítmiques, pel cim de la muntanya. Una tremolor freda va commoure l'esperit de la bellíssima infanta i li va fer aclucar els ulls en un somni dolç i esperançador. La infanta va tallar unes rames d'una mata de romer, prengué uns brins plens de floretes blaves i aspirà fortament...
No hi havia dubte, Tombatossals s'havia emborxacat a tots, precípuament a la senzilleta filla del rei Barbut.
Tombatossals i la Serena de la Mar
Més sèrio que un plat d’arròs i pegant grans camallades, com si pretenguera soguejar un sotanell de terra pobra, lleument esfondrà els peus descalços per vora mar lo nostre forçut i enamorat Tombatossals.
Les esmortides onades borraren de repent de la sorra l'afanós calcigar del galifant. Lo sol, desponjollant-se per darrere la serra, ses clarors amaina, ja que la lluna, grandota, brasilenca, es complau en mampendre lo camí d' ell assomant-se aleshores per vent-a-llevant i tenyint les desficioses onades remoroses de rojors que tot seguit platejades i brunyides s'han de vore. Com en gargol abundós per los llavis del galifant s'atropellen los gemecs i sospirs que brollen del cor enamorat.
Fugen cap a l'ajoc les darreres gavines.
-¡Qui no fóra gavina de la mar! -ab trista veu exclama-. jAus envejades, vosaltres la voreu, al clarejar de les blavoses aigües, ajocada en son paratge, afalagada de coralls i mareperles, amanyagada per déntols, roncals i murells; somrient-se ab complacència de regina benvolguda ab el mollicó i les gambetes...! ¡Benaurades gavines de la mar! ¡Com deurà ésser d' encisadora i bella, quan los claríssims raigs del sol, al migjorn, la feriran a través dels miralls que la cobrixen, l'amada Serena de la Mar! ¡Oh, desventura meua, que sols vore-la puc, i encara breument, baix lo cel estelat en la nit entenebrida, fosca!
-Senyor amo, no vos podeu queixar,que hui teniu bon redolí de lluna -li va dir una veu a l'alçada i drecera del camal.
-¿Tu eres, Cagueme...? Vés-te'n, vés-te'n, que no tinc ganes de solfes.
I pegant a una ona desfeta una forta patada, va esguitar i xopar al manifasser de cap a peus. No, no estava Tombatossals per a donar-li rosques a la tenella romancera de Cagueme.
-Senyor, arremullat me veig sense ésser cigró -va dir Cagueme fugint astorat, en tot lo fil, ans no l'escabussara i li fera beure la salmorra de la mar.
No molt lluny d'on lo desconhortat caporal adreçava els gemecs, entre senills i jonçars,vora tarquimosa badina, Bufanúvols i Arrancapins a l'ambaixador Cagueme esperaven per a que lo vist els contara.
-¿Que has caigut dins la gola?
-¿Has fet peixet en algun bassal?
-Lo que vinc és arremullat més per les llàgrimes que em xorren, que per l'esguitó del nostre cap ... ¡Senyor, i quina llàstima dóna...! Allí a soles parlant...gemecant... capficat... dient desficacis... jNostre amo...! ¿Qui l'haura embruixat...? ¿Quin saludador podrà guarir-lo?
Compadeixent-se Bufanúvols de l'arremulló, de dos bufits li va eixugar la roba, mentres Arrancapins lo mantenia perquè no volara si el bufador perdia l'esme, com solia. I Cagueme, llagrimós, seguia referint lo que acabava de vore.
-Si a mà ve, nostre amo està boig. Allí parla i més parla sense fer cap a cap banda, allí dóna grans gambades damunt la sorra, mentrestant endinsa la mirada a les aigües blaves... No, no pareix qui fa hores removia terrers i tornava en mompost lo coixcogós que a cabotades desmenussava. No, allò no és qui abovat té a la cort del rei Barbut, a la filla marejada, i a l'arguellat del príncep Garxolí tot recelós... Allí esta per dins l'aigua sermonejant i fent riure a les llisses i llobarros... ¡Senyor, qui t'ha vist i qui te veu!... ¡La Serena de la Mar ens 1'ha cabitombat...!
I aquells hòmens a qui els semblaven los obstacles bufos, los que a samugades abatollaven allò que al davant los venia, qui armava i esbargia les tempestes i transplantava un anouer per gros que fóra... i fins l' animós Cagueme...,. més semblaven lloques arremullades que varons esforçats de la colla de Tombatossals..., I és que veen lo ball mal parat en lo fortíssim voler de llur caporal.
-¡Ah, lo voler, lo voler! -damaven-, ¿a quins extrems no mena quan domina en la pensa i és ademés mal correspost?
Allí romanien quiets, i mentres xiuxiuejaven en veu baixeta, esperaven rebre órdens de llur amo benvolgut.
-Menudes rostides de peix no tindrem si aquest casament aplega al vero -dia Cagueme castanyolant los llavis a compte de la llepolia.
Mentres la camada d' esforçats sostenien aquestes converses solacívoles, la ja despereada lluna pintava en l'esmaltat llançol de la menuda sorra la desficaciada ombra del gran enamorat Tombatossals qui, altiu, serè i roig com un perdigot, de cara a l'horitzó aguarda i més aguarda la resposta als planys anhelosos de sa crida llastimenca.
És l'hora del mussol; la quietud, lo silenci ho envolten tot, i sols la remor sorda de les ones, i el brunzir dels mosquits, fan recordar que per això ens han posat unes orelles; de quan en quan, lo nostre galifant, entusiasmat, oïa, com si foren altres gemecs de cor enamorat, el miolar esgarrifador dels hel•lènics mussols... I tan llastimoses li s'antoixaven, que a sa vista enterbolida fugien borroses les onades, els genolls se li doblaven i el remoreig de les desinquietes aigües percibia dolç, llauger. .. com llunyana cosa. . .
Tombatossals, aclucats els ulls, en ple deliri, a la benvolguda Serena, cavalcant la vea recolzada al llom d'una gran ballena, esguitant les esbargides gotaines dels abundosos espiracles, la daurada i estesa cabellera i lo tentador mig cos de la somniada regina de la mar, que allí se revolia i seguida d'un lluït corteig i escoltada de feréstecs galfins i tiburons, d' escats i de tonyines i vistoses llangostes, castanyoles, mantos, aladrocs, galeres i mussoles, a l’ensems que els precedien bon cóp d' emperadors, que ab sa espasa feridora camí amanien a la nombrosa desfilada, escarotant les molades de pagellets i mabres, de xaclets i caputxons, de llisses i llobarros, donzelles, palaies i palaïns, aranyes i rates que, a l'oir l'encisador cantar de sa regina, en lo seguici formaven... Allí era tot peixet bellugadís i gojós, los llangostins, les mòlleres cristal•lines, sorells, orades, meros... i fins lo malaganós cranc, l' eriçó, lo polp i l' estol de gambetes i capellanets... Tots, tots, grans i menuts, rodejaven a la majestat de la Serena, que magnífica i superba movia la platejada i partida cua, plena d' orgull i satisfacció. Una nuvolada de gavines, gavilans, canets i fumarells aletejaven per damunt d'aquell regne movedís quesemblava anar-se'n de berena en lo senyalat dia de cap d'any.
Cap a la vora remaven, dreçant l'afanós caminar cap al jagant... Tombatossals los braços pretenia estendre... eixir-los al davant volia; ficar-se aigües a dins... No, no podia. Mortal desgana el retenia; pantaix anguniós... ¡Quant bella a sa amada ataüllava...! Claríssim oïa lo remorós vogar de la infinitud d'aletes del vistós acompanyament; la rebrillant fosforescència percibia d' aquella mola... i res, res. ¡Cota Malena! -com diria Cagueme-. No podia moure's de cap de les maneres...
Bufanúvols, Arrantapins, Cagueme, passada que fon la mitjanit, asseciats de dàtils, que Arrancapins tirava a espolsons com pluja a ramassadetes que fea caure d'unes palmers de l'esdevenidor Clot del Menescal, després d'un breu consell, foren de parer d' anar cap a on lo caporal s'encontrava, ja que ni tan sols gemecar l'oïen,ni senyals copsaven de sa preciosa existència.
Vora mar, rendit de l'esforçat treball, llepant-li los peus les juaorotes onades, lo cap mantingut per lo palmell d' aquella mà que llosmos i roques removia, estava Tombatossals gitat i dormit; i bona senyal de que somniava ho donaven les paraules angunioses escapades dels llavis seus, eixuts i trèmuls...
-¡Oh tu, aimia Serena de la Mar! Si a majestat teua li sembla petita cosa aquest humil serf, si tan preciós voler has encarrilat a més alt i extremat personatge, dis-me, dis-me en què vols que em guanye ta voluntat i content, com vols que gust done als teus desitjos...
Allí estaven los tres sobtats companys, maravellats d' escoltar raons tan destarifades eixint dels llavis d' aquell home de tan bon armassó i ben compensada pensa.
-Bé vos ho dia jo, bé vos ho dia... A nostre amo l'han embruixat...
-Bufa-li, bufa-li somordet i desperta'l, Bufanúvols, que és ben digne de llàstima puix a hores d' ara està patint d'eixa manera que... -digué lo forçut Arrancapins.
-lgnorants, cervells eixamorats, ¿que sabeu vosaltres lo que l'amo pot vore en son deliri de voler?, ¿què sabeu de la Serena de la Mar?
I Bufanúvols, aclucant los ulls i fent-se 1'interessant, seguia:
-De dia, lo treball, l'afany de la vida. .. de nit, lo voler, el fogar. .. ¿Què menys que qui somou lo món, qui en la terra és tot, qui empeny tota activitat, vullga conquerir la mar, travessar-la de banda a banda, afonar- se en sa immensitat, esquadrinyar-la i manar en ella? ¿Que de nou té que lo nostre caporal pose la il.lusió en la regina de les aigües, quan és ell lo rei de les planícies i muntanyes? Deixem, deixem que somnie en grans mampreses; ell ens mou a xanclota en son daler, mes la fermesa seua i la constança faran que ses angoixes i desitjos aplegue a realitzar...
-¡Bufanúvols, massa me'n dónes! T'armes un entruperi de paraules de les trenta pestes; això tot són raons... Despertem-lo -retrucava Cagueme al raonament de Bufanúvols.
-I que la manyeta Serena es veu que és idolatrada per lo voler sense goteres del nostre caporal –dia resignat Arrancapins.
-Tu, Cagueme, badoc i baldraga, a eixe bequelló de boca que tens, que no xorra més que despropòsits, li posaré un tapó de la mida del meu puny; ¡calla!... -retrucava Bufanúvols fent lo seriot-. Calla, que ja et veig de dos bufits a les aigües blaves...
I no haguera parat lo ball en bé a no ésser perquè Tombatossals, sense pestanyejar gens, s'arranca decidit ab aquest parlament:
-Amada Serena de la Mar, tu tindràs ací, en aquesta vora i riba, lo paratge delitós pel que estàs adalerada... i dins la mar un lloc on les revoltes onades mai apleguen, fidel semblança dels meus braços anhelosos, i llavors seràs meua, i la fragància dels pins ens abellirà més i més, quan aplegades seran les hores de nostre dolcíssim dir de cançons,de carinyos, galanies i esperances.
Com a tres estaquirots seguien rodejant alelats a llur caríssim caporal.
-¿Hau vist que bé raona?
-Fills meus, ¿a on estic?.. ¿L’haveu vista vosaltres també? -anava dient l'entabuixatTombatossals.
I ab aquella parla melosa que encisava dies abans a la cort del rei Barbut els va contar son somni... sa conversa ab la regina de les aigües... Fins que reparant en Cagueme li digué:
-¿Què és de tu, que tan arcat vas?
-Senyor amor, és que al desperear-vos... lo vostre braç com barra de sènia sense mosso, m'ha pillat de mig a mig i m'ha encorbat aixina.
-¡Pobre Cagueme! No t'arrimes a qui somnia, no, no t’arrimes mai.
No eren passats molts dies d' aquest somni de Tombatossals quan l'eximi galifant, reunint la seua colla a l'ombra d'un famós pi anomenat lo Pi Gros, per l'extremant de son socatge i abundós de son brancam, els va assabentar sos propòsits i desitjos:
-Mireu, jo vull i així ho mano, que vora la mar i en aquell paratge on vaig caure dormit com un algep, boig i ansiós esperant a l'amada Serena de la Mar, siga coben tot d'una flairosa arbreda que forme una ombrosa selva;que aixina ella ho volia. .. i així ho mano, perquè després de tot per això sóc l'amo. . . Aleshores, que s'ompliga de cudols i llosmos i tossals sancers, si falta fan, un bon rodal de mar apresonat com per dos braços.
-¡Casi res...! -remugà Cagueme.
-¡Fills meus! ¡Ala mampresa! -digué lo jagant, pegant-li un calpissot al replicó, esquifinyat i manegueta de Cagueme.
Després de barallar projectes i de grans raonaments, mirar plànols, fer esmenes i afegitons, va quedar verament conformada la gran obra que tenien que mampendre.
Un bon matí, apenes les primeres guales per les matisses saltironejaven i lo cuquello començava la llanda de son cantar, Tombatossals, portant a les galligotes a Cagueme, i seguit d'Arrancapins i Bufanúvols, cap a la muntanya pegaren ab més afany i goig que si els hagueren perdonat dos terces de contribució. Ells sabien que en los cormulls alteruts on lo príncep Garxolí del Senillar assentava lo castell de sa comanda, que diuen de Montornés, hi havia uns ombrívols pinars de tan bon regent que a poc esforç podrien transplantar-se on ells hagueren volgut.
Pensat i fet. Allí aplegaren, i mentrimentes Garxolí del Senillar estava molt encisat fent-li la rosca a la filla del rei Barbut, son veí, los nostres agosarats i forçuts amics, mamprengueren ab ardidesa i coratge la tasca, tant que als pocs dies desguaixaren aquelles barrancades, cormos i aigües vessants, per manera que li varen deixar tots los seus pedregosos dominis més pelats que una rata.
¡Havia que vore a l'arguellat Garxolí brumir, lo dia que es va adonar, esbalaït,de la feta que li feren! I era també de vore ab quina seguida i afissament transplantaven aquelles pinades des del Montornés a la voreta de la mar.
Arrancapins, que mai estigué tan aqueferat com los dies aquells, los arrancava a estirons traert-los de soca i arraïl mentres Bufanúvols, unflant los bocins fins casi rebentar les galtes, soltava a tota manxa lo registre més alt del bufar i... allà t'anava el pi per los aires, dut per aquella ventisca dels trenta mil dimonis, a fer cap i caure dret vora de la mar, on Tombatossals, ajudat per Cagueme, que, com sempre, fea el pobre lo que podia, los acoblaven a burri-barra sense acorruar ni tirejar, però sí espessos per a que lo sol no els esquadrinyara lo sòl de terra d' aquella singular plantada. ¡Ab quin daler treballava Tombatossals! ¡Si ja se vea ell a la seua Serena adormiscada en sos braons i deixant -se fer sigolletes en lo bascoll!...
Un moment que del planter no els enviaven pins i la ventisca havia amainat, senyal d'haver-se suspès la facturació, descansaren Tombatossals i Cagueme, i recordant aquest la descripció que de la Serena de la Mar féu Tombatossals la nit del somni, li va dir a l'amo així com qui res diu:
-Escolteu, senyor amo: després de tant de treball com venim fent... ¿no ens partirem la Serena mirat i mitat per vós i per nosaltres?
-¿Què és lo que dius, desditxat Cagueme?
-Senyor amo, si a vós deixem lo millor, lo del mig cos per amunt, ¿per a què voleu la cua?.. ¿No seria millor que la férem en arros a banda, mullatori i pastissos, com alifara i cassola del remat d' aquesta mampresa? -raonà Cagueme.
Tombatossals se va riure de la simplesa de l'ignorant, per no pendre-ho per on cremava i sotarrar-lo com a garsó en un dot d'aquells que esperant estaven estatjar i mantindre amorosament un pi.
Quan ja estigué tot lo rodal somniat cobert d'ombrívols pins, quan lo príncep Garxolí del Senillar en son castell, desconhortat i barifundo clamava per les enyorades ombradisses i los pinyons dels seus pinars... a un manament de Tombatossals, Bufanúvols, traent los bufits plovedors, comença a escarotar boires i núvols i, soltant-los cap a la plantada, va moure tal pluja, moraleta-moraleta, que al calar-se en aquella terra arenenca féu lo milacre de que abraçara carinyosa i remullara per a sempre les arraïls des garsonades que li havien confiat.
I així brotà aquella pinada que la cort del rei Barbut atalaiava des de son palau com faixa de fresca verdor que a les onades subjectava, i que després els seus fills i hereus, al redolar los anys, aprofitaren com a delitós paratge on esplaiar-se i cantar belles cançons, les que Tombatossals volia adreçar-li a sa amada Serena de la Mar. Les il.lusions del galifant hi eren complides. Si no per a ell per a los descendents. En un altra mampresa, valent-se d' aquelles traçudes forces descomunals que la colla reunia, feren los braons de pedra que allí esperen sempre que la Serena de la Mar se deixe acollir plaenta per a fruir fescans i gaudir repòs en la lluita que ha de sostindre sempre ab les embravides ones...
¡I bé que no vénen als hereus del rei Barbut la tranquil•litat i repòs de les aigües en aquell bassal on les gavines aletegen gojoses i jogasseres rodejant los màstils de les galeres, galiotes, pailebots i bergantins que fatigats de son pes allí arriben!... ¿no és eixe l'abraç anhelós de Tombatossals?
¡Benaurades ambicions i somnis que a tant de bé menen a los fills i descendents d'aquell rei que son palau tenia en lo tossal dels xiprers i a qui la història ha intitulat lo reí Barbut!
Los Cavallers de Sant Cristòfol
i Garxolí del Senillar
Un cert dia que lo desmedrat Cagueme passejant s'encontrava prop la boca de la cova de les Maravelles, un estrany personatge de fatxa desgarbada cap a ell se dirigia. Aquest subjecte, aplegat que va ésser a sa presencia, un poc tremolós i botillejant li va adreçar la següent pregunteta:
-¿És ací lo casal de l'home més desaforat, més coratjós, més valent, més impetuós i més forçut d'aquestes terres? ¿És ací on s'ajoca, com si diguérem, lo bentemplat, el mai vençut Tombatossals?
Cagueme, abans de donar-li resposta, va mirar-lo de cap a peus i agarrant-se bé lo nas i apretant-lo, com si aguantara esclafidora risa, li va respondre:
-Ací és, home de Déu... ¿Que voleu del meu amo?
-Puix que fóra servit d'escoltar lo meu sentir i la demanda meua.
-¿I no vos esglaiareu al vore'l, panxa de gerra i cara de fogassa?
-Si me mou a esglai, serà per lo respete, però mai per la por... Sapiau ademés que tinc nom conegut, senyor criat, i... per cert que ben malament.
-No vos tofleu per tan poca cosa i digau vostre nom.
-Jo sóc Tragapinyols, fill de Tragapinyols i nét de Tragapinyols... Ja ho sabeu per a cent anys i un dia.
-Puix avall manca gent, senyor Tragapinyols.
I agarrant Cagueme lo caragol, la senyal va donar de la visita. Aquell so fosc que del caragol eixia, per les revoltes de la cova s'endinsava i escabullia, retronant per los racons son replicador ressò de tal manera que I lo so de mil caragols semblava, fins esmortir-se poc a poc i perdre's per les fondàries.
Una violenta ventada, de dins eixida, va ésser com la resposta i llicència de «passe,avant qui siga».Era lo bufit brau de Bufanúvols, qui tal resposta enviava cap a fora. Tragapinyols va pegar lo primer sortit i la primera esquenada.
Ab flamerosa hocha, Cagueme il•luminava davanter lo camí. Tragapinyols calcigava les empremtes d' aquell, i tot just se maravellava a l'escorcollar les roques de puntes tallades i fondos clavills, on la llum de la fogata envermellia les tenebres de vives rojors, de variades i de movedisses ombres, a l'ensems que s'embellia l'estatge al lluenteig claríssim dels canelons formats pel seguit gotejar de la coberta clavillada. ¡Fantàstiques, bellíssimes figures de la goteta, tan constant com artista maravellosa!Los rats-penats, ab escarot de les talladures eixien sorollats, tropessant a totes bandes, mentrimentes los nostres amics revallaven, revallaven més que caminaven, afanosos, cap a la cambra misteriosa de Tombatossals. Alenades d'humitat, gelades i estantisses, percibien.
Després de cent tropessons, de traspondre raconades estretíssimes, on la panxa de Tragapinyols preteria prou i massa, després de molts esvarons i pegarse innombrables cabotades, aplegaren per fi al sospirat lloc, on lo llar del fill de Penyeta Roja s'encontrava.
Estava l'espaiosa cambra coberta de volta helicoïdal; del mig penjava una llàntia de quaranta metxes enceses, alimentades per un bací de cabuda de vent-i-set arroves d' oli de secalló; les parets mig tapades per mil figures pintades de lleons, panteres, galfins, brúfols i altres feres així de terra com d' aigua i aire; pells d' óssos blancs en terra hi havia, per a calcigar blanet; la taula estava feta de dos taulons bardits de molta llargària i gruixa de tres pams, sostinguts per soconets d' anouer; per cadires tenien trossos de soca de palmera. Lo rebost, on guardaven les vitualles, era una claveguera fonda, de la que a Tragapinyols li va semblar que eixia un tufet ben marcat de botifarres del frito.
-¿Qui és aquest estafermo, Cagueme? -va preguntar l'amo.
-Senyor, és Tragapinyols, fill de Tragapinyols i nét de Tragapinyols.
-Cagueme, molts pinyols me pareixen... mes sigues tu ben aplegat, foraster, parla sense esglai, i posa de manifest ton objecte.
Tragapinyols, que, dit siga de correguda, tenia una carota de nas esplatxat, ulls fondos, celles de rafe; front com paret mitgera, morros de vedell, esquena de trill i panxa de gerra, tot tremolós li va respondre:
-Ja sabeu mon nom, ara sabreu les manyes meues; jo sóc qui pot menjar, sense esme ni mida, tota la fruita que tinga pinyol, sé guardar-la en aquesta panxa de pell estirosa tot lo temps que convinga a qui me llogue, i aquestos pinyols, en moment donat i per on és molt natural, sé llançar-los ab brusentor a distàncies llargues.
Forta carcallada va ressonar per aquells racons tenebrosos a l'oir l'extranya habilitat del bon panxut.
Tombatossals, girant-se cap a Bufanúvols, Cagueme i Arrancapins, els va dir:
-Aquest faltava en la colla. . . ¡Puix no vindrà poc bé per a riure-nos del desinquiet i teclós príncep Garxolí del Senillar!
I dirigint-se a l'hoste:
-Tu seràs, des de hui, un company nostre; ¿ho vols així, fill de Tragapinyols?
Aquest, emocionat, va voler abraçar al caporal, però la despenjada panxa no va permetre tal finesa i exquisida efusió.
-Senyor amo -digué Cagueme-, serà precís que l'armem cavaller de l'ordre nostra.
-Sí, sí -respongueren tots a una veu.
L’ordre era la de Sant Cristòfol, i la cerimònia prou senzilla, com senzills eren de cor tots els de la colla de Tombatossals. Cagueme de dins d'un clavill va traure una rama de palmera plena de dàtils verds, la qual, posada en les mans del caporal, fon espolsada en los lloms de Tragapinyols, mentrimentes Bufanúvols li aventava dos bufits, Arrancapins dos sacsons i Cagueme li adreçava el següent parlament:
Tragapinyols,per lo nostre patró sant Cristofol, que ho és d' aquestes terres noves arrabassades i tretes com a fonaments de l'esdevenidor regne dels fills del rei Barbut, nostre rei i senyor, te fem tots junts, i sense més cerimònia que aquestes ramades, cavaller de la gloriosa i esforçada ordre de Sant Crístofol;i tin per entès que des de hui, eres company nostre i fidel vassall del rei Barbut... Doncs ja ho saps... a complir i menjar albercocs i gínjols la gana. .. i ara tragat tots aquests dàtils i tira los pinyols per on siga, i vorem la teua gràcia.
En un tranc se va engaldir Tragapinyols tots los dàtils que els nous companys li arreplegaren de terra, que tanmateix de les ramades se varen espolsar. El beneit, molt dòcil, va fer dos ganyotes o carasses i posant les mans en terra (i heus aquí la imaginació del lector) va soltar ab tal brusentor los pinyols que, al xocar en les parets, varen rebotar, pegant-los als maestrants tal arruixada, que fon precís, per a no ésser nafrats de veritat, que Cagueme li posara lo tap de la gerra del frito a aquella boca de catapulta que duia intenció d' arrematar en tots..
Tombatossals no cabia de goig; allò era un prodigi, i l'home que ell somniava per a casos com el que fea dies li preocupava.
Era el cas que Garxolí del Senillar, més cremat que Carracuca, i volat com un catxerulo, al saber de la feta i desguaix del pinar per la colla de Tombatossals -feta moscada per un caçador de ramet- li va enviar una ambaixada molt lluïda, composta de tres mitgers, catorze gavellers de malea i sis ajornalats cavalcant mules, precedits tots per un gonfaroner ab un gonfaró i dos heraus que portaven los cartells del desafiu i que dien al peu de la lletra:
GARXOLÍ DEL SENILLAR A TOMBATOSSALS, GUERRA I GAIATO
A l'albirar Cagueme la cavalcada aquella, va donar avís a la colla, que afanyosa va aguaitar i anà a rebre-la com mereixia tan gran príncep i conlloga. Tots ixqueren; Bufanúvols no podia aguantar-se, i així com un garbinalet li s'escapava del bocí; Arrancapins los punys tancava, i Tombatossals, més serè, va manar que ningú glapira.
-¿Sou vosaltres la colla de Tombatossals? –va dir un dels que arboraven lo carteló.
-Som nosaltres; gent de poca monta, encara que aneu montats..., respete i cortesia hau de dependre -va replicar Cagueme.
-¿En quina gamella ham menjat junts, per a mancar-nos la senyoria que per fur de cortesia nos pertany? -va replicar Bufanúvols, tornant lo garbí en gregalet.
-No passes d'ahí, tu, Bufanúvols; ja bufaràs, ja, no t' esgarrifes -va dir lo galifant. I tot seguit, entonant lo cap i alçant la veu, els va dir als ambaixadors:
-Digau la vostra pretensió i acabem prompte.
I els del carteló van raonar els dos alhora:
-Senyor Tombatossals, venim de la comanda del príncep Garxolí del Senillar, on és son palau anomenat de Montornés, a dir-vos que sou uns fermalers, gent de poc blat i de les quatre cases, per lo que nostre amo, vos declara guerra a mort, com resen aquestos rètols...
En dos brotxades, Cagueme va pintar un altre cartell que, refregant-lo pels nassos a gonfaroner i heraus, a la força els va fer llegir lo següent:
Garxolí del Seníllar,
La filla del rei Barbut
En tu no se vol casar
Per ser un garxo i pollut.
-Amanix el llom que anem, rosegó.
-Bé, Cagueme, bé, tens condicions de diplomàtic i... d'emblanquinador; bé ho has fet -li va dir, abraçant-lo,el caporal.
Bufanúvols, en un repent, el gregal va tornar tramuntana; les mules astorades giraren cap en cua, lo gonfaroner va donar la veu de «apreteu cinxes», i allà te va tota l'ambaixada en cartelons i tot a fer cent mil parells d' espardenyes; en gran esgarriadissa, i no pararen àdhuc que foren arribats a les mateixes portes del palau del príncep Garxolí, qui, al vore-los desbarrats, va olorar que l'ambaixada havia acabat com Camot.
Això era i res més lo que alguns dies enroniava lo nostre Tombatossals. Res li haguera costat anar un bon matí tota la colla i en quatre sampastrades arrematar en lo príncep, son castell, criats, gavellers i fins los murs i cadufades de son palau, mes no era la cosa per a pendre-la més que abones fusades i un poquet a la xanclota. Per això, quan Tragapinyols va mostrar les seues manyes, va gaudir lo cabdill, i ja no lo va soltar del mos, fins l'extrem de fer-lo cavaller de l'ordre de Sant Crístòfol.
Garxolí, per por a un desori, si lo del carteló de Cagueme arribara al vero, se n'ana a parlamentar ab lo rei Barbut per dos objectes: un, del voler de la infanta, i l'altre demanant aliança per guardar-se lo llom i metre-lo a bon recapte.
Lo rei Barbut, oïda la queixa i pretensió del senyor del Senillar, va respondre que ell mai faria ús d'armes contra qui li arreglava els dominis i li criava tants delitosos paratges a vora mar, ans al contrari, que tenia en la més alta estima a Tombatossals i a la seua colla, i prenia com enemic seu als enemics de Tombatossals... i respecte de la infanta res podia dir, car ell en coses de sinagües no es ficava, però li advertia que, si no tornava més per lo tossal seu, res es perdria; així és que podia allargar-se en tot lo fil i trencar palletes... I arrancant-se un platejat cabell de son cap, el féu volar en un bufidet...
-¿Ho has entès, Garxolí?
Tant ho va entendre que no vea la senda lo desairat príncep per aplegar a son palau, on, arribat que fon mig plorós, va trametre, en venjança,lletres de prec i aliança al duc de la Polseguera,del senyoriu del Bovalar i al baró del Pla de les Vaques, nobles senyors que tenien la comanda per allí prop i que alhora estaven queixosos de Tombatossals perquè, en son afany d'arrabassar, no respetava fites ni mollons; aixina és que aqueixos cavallers se posaren al costat del coratjós senyor de Montornés, Garxolí del Senillar.
Tal se tramaven les coses, quan, un dia dar i esplèndid, Tombatossals, des del cormo del tossal del Dorador, acompanyat de la seua gent, contemplava los termes, pagat de son treball i esforç , i dirigint-se als companys els va dir:
-Escolteu: dins uns dies, anem a pegar-li el gran batà al facilitari i arguellat Garxolí, així és que cadascú se prepare en bones; tu, Tragapinyols, mira esta planícia que tens davant, adona-te'n bé i escolta: menja't, traga't i engoleix-te com pugues i vullgues tota fruita de pinyol gros; carrega de prunes clàudies, que tenen bona punta, i no malgastes cap munició, que totes faran falta, i quan ni espigolant se'n trobe cap per a mostra, vine-te' n.
Al cap de cinc o sis dies ja estava tot albercoquer,
prunyoner, prunera, presseguer, bresquillera, cirerer i
demés, tan buits de fruita com si onada de gruga ho haguera abatollat. Ni per verd ni per madur, res se va quedar; tot fon engolit i guardat en aquella panxa que s'estirava com un orgue fins arrastrar-se per terra. Tombatossals, de capdanser de la seua colla, adreça els passos a la comanda de Garxolí per un assagador que a un altre menava, i aquest al barranc de la Parreta, per no xafar la contrada ni escarotar als bons cortesans de lo rei Barbut.
Pujaren a un tossalet que prop del castell s'aixecava i mirant en les ulleres de llarga vista-que no eren altra cosa que los punys fent canut per concentrar la mirada-, veren un estol de guerrers a cavall i a peu, encuirassats d' armadures, abillats ab plomells en lo cap i llances lluentes, banderoles, trompes i arguments i artefactes mai vists ni coneguts; tot allò era per a esglaiar i gelar-li la sang a un pollastre, mes no a Tombatossals, que se ria com un beco i gojava com un crio. L’únic que va perdre el color fon Cagueme, àdhuc fluixejar-li les carnes, doblegar-se-li, i agarrar-li mal de caure.
Tombatossals va donar la primera senyal d'arremetre.
En una fona, feta de dos tresseres i una pell de rabosot, li va tirar un cudol tal qual que, endevinant lo portaló del castell, va obrir-lo de bat a bat ficant-se la pedra dins, sense dir avemaria. Allò ja va espaordir al príncep Garxolí. Enfurit, va donar l' ordre d' arremetuda.
Los aliats avançaren ab fúria, enardits, encoratjats, com si anaren a guanyar la joia, fent roïdo de llanderols, cridant; al sol rebrillaven les llances i les banderoles voladisses... però, ¡ai!,quan Tombatossals els va tindre a tret, és dir, quan ja se podia tirar l'enfilatada. . ., li fa una senya a Cagueme, ressona aquest lo caragol i a la veu potent de l'assenyat caporal: «Sant Cristòfol ens vallga»,tothom tragué de les seues. Bufanúvols, unflant los bocins arranca ventolera arremolinada; Arrancapins va arremetre a cudolades; Cagueme, com si fóra en sa engabiada, els va empènyer a tots a començar les tabalades; Tombatossals a Tragapinyols, que en la postureta ja estava, li dia:
-¡Tragapinyols, arruixa, arruixa que plou! ...
Pegà dos gemecs aquest i, al primer arruixó de pinyols, els aliats, girant cap en cua, fugiren com l'anima del dimoni ab grinyols i lamentacions, sotraguejant-los els ossos, i tots derrenclits, sense oir les veus del duc de la Polseguera ni del baró del Pla de les Vaques; va fugir Garxolí, que, al vore la seua gent ab les esquenes allesiades pels pinyols i pedrades, va donar la veu de: «jSalve's qui puga de l'arruixó!». Llavors se redobla la fugida, i Tragapinyols, animat per lo retronar del caragol de Cagueme, anant de recules, no deixava d' arruixar de ferm, fins que es va produir un sarrabastall de trenta-cinc mil cents dimonis; encara hui en dia hi ha home que se troba combatents d'aquells fugint per colls i barrancs. Les portes de les finestres, cornises, pilastres i portalons del castells, totes foren asclades; los murs, descantellats; la teulada, afonada, i al magnífic baró i a l'esquallós Garxolí del Senillar, després de regirar los flamants i victoriosos guerrers de l'ordrede Sant Cristòfolo colla de Tombatossals tots los racons i raconets de lo palau destrossat, els encontraren com una llocadeta banyada baix un poller, arreplegats com un cabdell, trmolant com cascavells i fent una oloreta que ni era de clavell ni fonoll.
El príncep Garxolí, mig vençut, i en lo fort de l'arruixó, va voler pegar les darreres garrejades, com sol dir-se, assomant-se a la finestra i encoratjant als fugitius; mai ho haguera fet, puix l'arruixada, pillant-lo de ple, li va posar la cara de pinyols de pruna clàudia, com un primet d'aquells que assaborim per Nadal. ¡I com bramava!... Al duc de la Polseguera el trobaren dins de la farinera, pareixent més bé un talecó d' algep que senyor de tantes campanetes. ¡Quin desori! ¡Que glòria per a l'homenas de Tragapinyols!
Enmig de la replaça els alliberaren als tres, els tragueren dels caus, els feren demanar perdó, renunciar als senyorius, comandes i fins la llegítima, en favor i augment de los termes del rei Barbut, son amo i senyor, els feren donar tres vítols cadascú a sant Cristòfol... i, feta la cerimònia, Tombatossals de tres patades en lo copró los féu garrejar per l'aire en tres direccions diferents.
No sabem si acamparen o moriren. ¿Hauran deixat rastre, encara que de codonyeta, en les rodalades i terres dels fills i descendents del rei Barbut?
Ni és ni pot ésser altra la història d' aquella batalla en la que lo castell de Montornés fon desporeellat, mig assolat i enrunat per a sempre. No hi ha qui vaja a fer-li un remendo a les finestres, ni a rebossar una paret, ni a plorar tanta desditxa. Sols recordem haver oït que uns anys després, en lo lloc de la lluita empenyada, va eixir un planter de pruneres, albercoquers i bresquilleres que fon una maravella. Cada plantó i rebrotís cantava lo valor i ardiment de la colla de Tombatossals. Aquests els trasplantaren al pla i hui és gloria vore lo sens fi d' arbres que poblen los termes de los descendents del rei Barbut.
¡Quantes coses sabríem més, si aplegar poguérem al fons de la cova de les Maravelles, on és l'arxiu de les fetes glorioses de Tombatossals!
Lo convit del rei i l'adalerada
infanta
No eren passats molts dies de la gloriosa feta, en la que fon cantada la gallina a tres veus per lo fantasiós Garxolí i aliats, gràcies a les fortes xiuladisses i brusentes arruixades del panxut Tragapinyols, l’heroi de la batalla del Castellde Montornés, quan lo rei Barbut, volent agrair de prop i en afectuosa forma tan singularíssima lluita, va trametre lletra de prec i cortesania al nostre galifant per a que duguera la colla cap al seu tossal per a retre l'homenatge degut a aquella gran mampresa i valentia.
Desplegada la lletra, encabida en una pell de senglar i ab segell penjant, i llegida per lo sabut Bufanúvols, escoltada fon per tots ab silerici i devoció; Tombatossals va ordenar que s'abillaren ab los millors guarniments i drapets de la caixeta, per si lo rei fóra servit de rebre'ls en cort i convidar-los a topadeta, car se temava així finara la invitació reial, ja que sabia per la punta dels dits l'esplendidesa, liberalitat, munificència i lo donat a convidar del senyor rei Barbut.
Gaudien moltíssim a l'escoltar lo manament del caporal; així que, posats de pontifical, com sol dir-se, rnamprengueren la c.aminata, per sendes i dreceres, portant del cabeçó dos atzembles ab los albardons farcits de llances, cuirasses, fones i fletxes, trofeus agarrats als facilitaris dels enemics, en lo fort de la trifulca, per a fer ofrena a la sereníssima infanta de dolç mirar, melosa parla i de carn nacarada i suavíssima.
No cal dir que la cort sancera estava preparada; trompetes i timbals, a puntes penes veren una polseguera en la llunyania començaren a fer roïdo, a retronar la Marxa del rei Barbut, a l'ensems que missatgers a cavall ab les llances de punta aterra, i altres ab banderoles, els eixiren al davant, oferint-los espalmadors, per a que poguessen presentar-se vistosos i lluents a la reial presència aquells esforçats Cavallers de Sant Cristòfol.
Arribaren a presència del rei, que, rodejat dels fills, la infanta i la cort tota, mostrava la gran satisfacció de vore'ls i de poder-los abraçar; lo rei Barbut, sanglotant d'emoció, no deixava ni un moment d' abraçar a Tombatossals que, agenollat i lo capell rander a terra, estava sublim per lo humil i servicial.
-Alça't, magnífic home, puntós cavaller; benaurada siga l'hora en que Tossal Gros i Penyeta Roja t'infantaren; deixa'm que t' abrace, estrenu capità d' aquesta gloriosa colla, entremetent caporal, vine al meu costat i que siga besada la teua mà per tota la cort meua; que açò siga la confirmació de nostra eternal aliança per a que sempre siguen ton braç i ton esperit los ferms i gloriosos mantenedors de l'esdevenidor regne meu.
-Senyor, rei meu i d' aquest regne; sapiau que l'audaç colla no té més brúixola, i que sols és guiada per lo fermíssim desig de que la vostra vellúria puga vore eixamplat i florit aquest terme esquifinyat, i a Déu prec per a que aplegue lo dia, i prompte pugam davallar d' ací, del tossal, i anar a poblar la plana que davant teniu, i sotmetre a vostre reial poder a tots aqueixos senyors que no en saben ni palota de cavalleria ni de grandesa, puix de saber-ho mai volguessen que allò que Déu senyala com a regne, fos un abeller de ducats, senyorius i baronies que no hi ha qui ho entenga.
-¡Visca la unitat del regne del beneït rei Barbut! -clamà Cagueme, enfoguit per lo parlament del caporal.
-¡Visca! -retrucà tota la cort tirant los barrets i capells a l'aire.
Ja en franca efusió, mostraren per los aiguosos ulls la tendresa i agraïment d'aquells cors. Lo rei va manar silenci, per a que Tombatossals seguira lo bell i patriòtic parlament; perquè aquells mots, aquelles paraules, eren dignes de recordança per lo ben lligades i pleneres de saviesa.
-Senyor, jo us dia que sóc vostre, que no em pararé en barres, per res i per ningú, fins que les fites i terres del regne per mi somniades estiguen cobertes de fidels vassalls pagats de vostra sobirania. Sapiau tot lo que seguix...
I Tombatossals, majestuosament plantat, ofrenava a aquella cort termes i vassalls ab la mateixa senzillesa que si ofrenara cacaus i tramussos als amics.
-Sapiau que l'orgullós i superbiós senyor comanador de Fadrell, que se tenia per més valent que lo cavaller Cataquefaràs, ha enviat present de bresca i gínjols en senyal de sumbissió; lo despernegat i secatiu baró d'Almalafa ha dit que tot menys tindre a Tragapinyols d' espatlles; el duc de Vilamargo, emparentat ab lo baró del Pla de les Vaques, no vol raons en Bufanúvols, ni vol ésser enfarinat; lo senyor de Tacsisa ha enviat lletra de prec oferint vassallatge;el llarguerut comte del Censal i altres cavallers, senyor rei, tots, tots han jurat submissió i acatament a la vostra persona; bé se pot vore i compendre que ningú vol repetir lo de Garxolí del Senillar; tots vindran a besar-vos els peus i retre-vos pleitesia; així és que jo us prec, tingau per a ells paraules de rei generós, que us portau com qui sou.
-Jo els rebré ab los braços oberts, tindran estatge en mon palau, lloc en ma taula, i, car tots volen vindre en ma ajuda i ésser consellers meus, jo els donaré els drets que els hi pertoquen -va dir lo gran rei Barbut.
D' aquesta traça discurria lo parlament, quan l'adorable infanta va demanar llicencia a son pare i senyor per a dir unes paraules:
-Puix què, filla meua, ¿no saps que les teues refilades i agradoses paraules mai han d' ésser retingudes per la cortesania?o o o Digues quant vullgues,filla del meu cor.
-Senyor pare, germans volguts, cortesans estimats, valent Tombatossals i estrenus cavallers de Sant Cristòfol; no seria ben acabat lo vostre esforç, ambiciós Tombatossals, si aquell estol d'illes que s'albiren allà lluny, on l'atzur del cel i la blavor de les aigües remoroses se confonen, no fos senyorejat i afegit al reialme d' aquesta sobirana cort; diuen que les habiten hòmens farons, feres salvatges d'empenta ardorosa i de coratge extremat. ¡Vós, caporal arriscat, vós, gran homenàs que tot ho domina i arrabassa, vós que xafada li teniu la guitarra al poderós cavaller Partinoples!, ¿seríeu tan determinat que per la tal mampresa us decidíreu?
Tots los ulls posats estaven en la majestuosa figura del galifant. Aquest, posat lo seu mirar en la bellíssima fesomia de la senyora infanta, lo braç estès vers la mar, cap aquells moterons que s'alboraven en l'horitzó, va dir, solemnial, magnífic, arrogant i decidit:
-Senyora infanta, ni la por als elements, ni la faronia d'aqueixos hòmens, ni res que de lluny ni de prop parega, seran prou per detindre que no siga satisfeta fil per randa, punt per agulla, la vostra voluntat.
I, adreçant-se als companys, va demanar lo seu parer a tal propòsit:
-¿Què, serem dignes dels compliments de la gentilíssima infanta, i de la fama que els seus graciosos llavis pregonen per totes bandes, aconseguint son magnífic i enraonat desig ab lo coratge de cavallers d'una peça, en servei d'una dama?
-De mi sé dir -va sortir Bufanúvols- que ja botejo que no li duc de les orelles un pom de tios d' eixos a la meua senyora infanta.
-I afegiré jo -va dir Arrancapins- que no eixirà lo sol demà, que no tinga a la vora de la mar los millors pins i les millors pereres per a fer les naus conqueridores.
-I jo us dic que sabran a brusentor i xiulits de les pinyolades meues, j que a manca de fruita tragaré amedles de Reus, que tenen bona punta -va escolar el panxut i rabassut de Tragapinyols.
-Senyora infanta, Cagueme, per terra gran home i molt valent, car sempre n'hi ha algun racer per amagar-te, però per l'aigua...
-Cagueme, Cagueme, ja fas aigua abans d'hora, i això es una bajania -l'interrumpí el caporal pegantli una mirada de les que travessen un barandat.
-Per l'aigua, senyora, Cagueme farà lo que podrà, no sereu descontenta -va rematar dient aquest, alçant lo cap ab resolució, com un pollastret tomater.
-¡Visquen los conqueridors de les illes Columbretes! -va dir lo rei Barbut botillejant d'emoció.
-¡Visca! -retrucaren tots a una veu.
Lo rei Barbut va dispondre que foren servides als cavallers bones viandes, preparades per mans de cortesanes i servides per cambreres vestides de gran gala, baix la carinyosa direcció de la senyora infanta.
De vore eren les ben parades taules, brillants de blancors d’esdatants de vidres i d' argenteria; los grans plats ab los lluents capons rostits, olorosos, embaumadors, que se pegaven a les costelles; els porcs senglars, enforfoguits de bolets i espècies exòtiques; los mil variats menjablanc, ous nevats, peres confitades, carabassat, arrop i talladetes, llesquetes en ou, i més i més fruites i dolços. Els copers no paraven de buidar àmfores i més àmfores de sucrosos anisats, d' aromàtics licors, de malvasia, de vins espumosos, exquisides begudes que eren engolides per aquelles boques més que si ho foren per terra secativa. La mampresa ho demanava, i així lo rei va voler iniciar-la solemnialment ab aquella gran menjada. No cal dir que mentres engaldiren varen tindre música roïdosa.
Descriure lo festí, les dites de Cagueme, les sentències de Bufanúvols i els parlaments de tots, seria qüestió d' allargar l'enrevessada història aquesta fins los termes del cansament.
Lo que se va consumir allí, sols ho sap qui ho va pagar; Tragapinyols -que sabem tenia la pell estirosa- quan no era encara per mitant lo convit, estava sentat almenys catorze pams apartat de les baranes de la taula, i encara anava fent-se cap arrere. ¡Si unflaria lo gran Tragapinyols!...
En fi, que ja lo sol era amagat, i la lluna mostrava tot lo redolí ben aflamat, llanterna platejada que il•luminava la senda per on havien de caminar los nostres cavallers,quan, després dels abraços, apretons de mans i demés senyals pròpies de les carinyoses despedides, tots los cortesans en los capells i barrets per l'aire vitolaren als conqueridors de les illes Columbretes. I cantant, cantant l'himne de la gloriosa ordre de Sant Cristòfol, s'allunyaren, s'allunyaren fins que es pergueren les darreres notes dels oïts alelatsi entabuixats de tota la cort del rei Barbut.
En un bell paratge que davall del tossal de les Serretes n'hi havia, en la feréstega i delitosa planúria on les aigües abundoses són parides per innumerables fonts, algunes caldes- per això es coneixen per “Fonts Calentes”-, que després d'ajuntar-se en a gran badina, vorejada de bellíssims i frondosos arbres, eren a la mar menades per los irregulars i alterosos màrgens d'una sèquia, que més semblava canalàs per lo ampla i per lo recta, també vorejada de verdíssims arbres, la que al travessar aquella planícia erma, sols de juncs i senills guarnida, marcava una ratlla de relleu hermosíssim i lluent aspecte; en aquell lloc de delictícia extrema i de ventijolets suaus, acompanyats del variat i harmoniós cant dels pardalets, s'atura la colla, fon atendada tota la companya i establit el calafat d' aquella flota que havia de dogalar al reialme del rei Barbut la mai provada faronia dels feréstecs pobladors d' aquelles illes, que los falaguers ulls de la graciosa infanta atalaiaven des de la finestra de la seua cambra al mirar-les desitjosa de conquesta. Arrancapins no parava d'arrancar oliveres, cirerers, pereres i altres arbres, i carrejar-los en los seus sofrits lloms, mentrestrant la demés colla, acompanyada de gent arreplegadissa, que al fort ressò del caragol de Bufanúvols en sa crida per aquelles contornades va acudir, los serrava; tots treballaven ab tal ardiment, ab tan gran afissament, que bé semblaven, més que calafatins, hòmens molt entesos en tals indústries; Tombatossals, ab una aixada grandíssima, d'un sol cop llescava quant volia; Bufanúvols, d'un bufit clavava catorze dotzenes de claus; Cagueme, calfant cola i bardint palomeres, i Tragapinyols, a panxades, metent en la gran bassa tota nau que ja era llesta, bé feen augurar que allò anava més a pressa que es volia. Sense plànols ni dibuixos, ben clar està que cada vaixell havia d'eixir d'una manera i forma; n'hi havia qui semblava una pastera, altre una gran caixa, i no en varen mancar alguns que més que naus semblaven taüts de gran luxe; però allò ni els va esglaiar ni aturar-se en lo camí mamprès.
No deixaren de guarnir-les, envelar-les, avituallar-les per la mampresa, com si tot just foren los mateixets navilis que solcaren los mars cercant ansiosos la cobejada «tarongetad'or» de la llegenda pagana. Per una xamba ens ne va eixir una que semblava un bergantí; aquesta nau fon proclamada Capitana, i en ella navegaria lo flamant almirall Tombatossals portant en lo coromull del pal lo gonfanó gloriós de Sant Cristòfol.
De l'avituallament va ésser encarregat Cagueme,
que no deixà de posar en los quarters bones gerres de frito de totes classes, llegums, dàtils, ous, queradilles, moltes pasterades de pa de blat de moro, mostatxons, madalenetes, ensaïmades de flaire exquisida i lo llibrell, per si s'havia de fer algun bescuit a qui se marejara per lo camí. Ja va tindre bona memòria per a no deixar-se les municions, i en va omplir dos naus de llosmos de riu, grava grosseta i cinquanta-set cafissos d' ametlles de Reus per a alimentar la catapulta de Tragapinyols. No era qüestió de fer curt; tot estava enllestit i aixina ho va trametre a l'almirall ab gran satisfacció.
I fon arribat lo grandiós dia en que los desitjos de la infanta començaren a complir-se. Lo nostre galifant va enviar a Bufanúvols a la cort del rei Barbut per a que foren servits de presenciar la partida. No va mancar ningú d' aquella cort tan agraïda. Lo senyor rei Barbut féu un esforç i cavalcant una muleta vella i prou mansa, va arribar a aquell paratge seguit de tots on se varen quedar per igual admirats de la faena feta com del formosíssim paisatge.
N'hi havia dins la bassa, i a la revolta, catorze naus, ab bons velams; les veles fetes dels llançols de l'eixovar de la infanta. La Capitana portava cisellat en la proa ab lletres grans lo nom venturós de sant Cristòfol.
La cort, de dalt d'un cadafal, contemplava lo que quasi no creia, ab goig; lo rei Barbut ab veu forta i resolta li va preguntar a Tombatossals quan se farien a la mar.
-Senyor, quan així ho disponga la vostra reial voluntat.
-Mamprengau ditxosos la conquesta, beneït siga Vostre viatge, i Déu i vostre sant patró us guien almirall valent; que la història s'òmpliga de tos fets heroics fins los màrgens.
I abraçanat al primer almirall del món, en nom de tots, va donar l'ordre de partida.
¡Que moments més solemnes! ¡Com bategaven los cors i com corrien les mirades cap a Tombatossals! Volguérem pintar fidelment aquells moments en què, deslligades les naus dels arbres vorans, on eren amarrades, enfilaren lo gran canalat de la sèquia Mare fins posar-se tota aquella balumba de pasteres en ringlera.
Tot l'estol de mar era preparat; tots estaven en lo lloc que els pertocava: Bufanúvols, quan no tocava el caragol, unflava les veles, que enlairades empenyien les embarcacions ab suau esvarar per aquelles aigües mirallíssimes; Tombatossals, abillat ab les millors pells de les feres per ell caçades portant ampla llista de bandolera on eren penjades moltes fones, estava majestuós i estàtic sobre coberta, saludant ab lo capell a tota la cort. De dalt dels arbres se despentolaven de voltejar les batzoles que uns xiquets movien sens parar; de totes les naus retronava a l'aire lo ressò de caragols, nacres i trompes; la marineria vitolava gojosa; les pasteres cruixien per lo pes; lo brogit de la tramuntana de Bufanúvols, el cant de les granotes i los esgarrifadors roïdos de les matraques que tot mariner fea retronar, donaren a aquells moments tal solemnitat i grandesa que bé mereixien un altre croniste com los del casal d'Aragó.
Ja és de retorn a son palau la cort, ja les naus, en seguiment de la glòria, a la mar se llançaren escampades, baix la santa protecció de sant Cristòfol, ab fe i voluntat de ferro, esperant conquerir les illes daurades, llorers que immortalitzarà la historia en esdevenidors segles.
L’expedició a les illes
Va succeir que, una vegada l'esquadra, o lo que fóra, enmig de la mar ,la marineria, més contenta que un gat en dos rates i sense cabre en la pell de goig, va rompre en vítols, avalots i picaments de mans de tal mena, que a l'Almirall van omplir-lo de falagueres promeses de victòria. No, no parava Bufanúvols de ventar veles, que tirants, unflades, a punt d' esgarrar-se, empenyien les naus per la gran planícia blavosa i movedissa, on havia de fer-se la gran proea, la mai prou i ben contada homenia, la immortal feta que havem intentat contar.
Bat les fustes lo remorós i desinquiet oneatge, però aquelles lo tallen ab brusentor, deixant darrere espumós rastre, que a l' obrir permet vore a la bullanguera marineria un estol de peixos d'or, de llum i de pedreries precioses que lliscaven per la fondària líquida i que eren molt a propòsit per a estrenar ralls i fer després apetitosa topadeta.
Van allunyant-se de la vora de la mar les naus; amaina Bufanúvols los bocins, car suau ventijolet unfla les veles; Tombatossals, dret en la barana de la pastera Capitana, capell en mà, tramet a terra la darrera saluració. ¡Quin espectade de maravellosa bellesa enlluernava la seua vista i l'ubriagava fins la follia!...
Claríssim se vea lo Pinar, lo bellíssim estatge, lo lloc somniat de delictícies per lo nostre galifant; les entramades sèquies, semblaven fraus esmeragdins, joies preuades del primorós vestit ab que s'abilla i engalana la pròdiga marjaleria; lo palau del rei Barbut sembla llampiada de calç, en lo fons blavenc de la veïna muntanya; les gavines i falzies van a cercar joquer al cordam de les palomeres; la darrera llum del sol s'esmortia replegant-se, fins desaparèixer per los cims agudíssims de la serra llunyana... Tot, tot el movia a delit, a dolços pensaments que, en quant la nit desplegara entenebrit mantell, havien d'esclatar en amorosa crida, en sublims deslligos, en sospirs d'enamorat.
I mentrimentes, avant, d'una manera o altra, navegava l'esquadra de pasteres, animats los nauxers, disposts a no esquallar-se per res ni per ningú; a banyar-se l'orelleta en qualsevol enemic; a tirar-se la palleta en qualsevol altra esquadra que al davant els ixquera, a lluitar sense por al perill, per gran i treballós que fóra.
-¡Sant Cristòfol, ampareu-nos i pregueu que ens pille el Senyor ben confessats!-somicava de quan en quan Cagueme.
-¿Com a aquests hòmens –cavil•lava Bufanúvols-
els hem pogut conjuminar per a embarcar-se?
Nosaltres, los caps de nau, i àdhuc Tombatossals, fet almirall en dos punyades, ¿on tenim l'estudi, on les pràctiques, on la saviesa que pertoca tindre per tals atreviments? ¿On les brúixoles? ¿On les cartes? ¡Oh, esdevenidors segles, mai, mai ponderareu i alabareu prou aquesta gloriosa feta, que fon realitzada sense més brúixola que la ventureta, ni més cartes que la baralla de jugar al truc,a la guimbarra i al bac! ¡I que lo bac no siga molt gran, gloriós patró, i tingam que ésser berenats per galfins o tiburons!
Los distrets moments de Bufanúvols, ¡quant cars li van costar! Lo magnífic bufador, competidor del de Penyíscola, l'Èol de l'esquadra, oblidant lo seu paper, no se'n va adonar que cadascuna nau pegava per una banda sense ordre ni concert, unes a vent gregal, altres a vent garbí, quina a la dreta, l'altra a l'esquerra, quina a migjorn; i l'almirall, alevat, mirant lo bell paisatge com anava desdibuixant-se per moments, i alelat i entabuixat en pensaments d'amor, no va adonar-se del desori de les pasteres i galiotes, que no navegaven dretureres a les illes.
De prompte, lo galifant en una escampada d'ull se féu càrrec de tot, i veent que allò més semblava llocada desperdigolada, que esquadra ben regentada, va cridar ab veu imperiosa:
-Bufanúvols, ¿quin endergue és aquest? ¿On va la nau de Tragapinyols? ¿I tu, Arrancapins? Comanador de Fadrell, ¿on vas? ¿Hau perdut la brúixola? ¿On no hi haura tràngol, Cagueme? ¿On anem sense cap ni centener? ¡Com la penjarem ben alta!...
Allí tot mariner tremolava. En uns quants bufits Bufanúvols va ringlerar los vaixells.Una vegada feta la maniobra -que li va costar al bufador traure's aire fins del sòl del copró-, varen posar els taulons de nau a nau, fent de tota l'esquadra un ver pont que rematava en lo bergantí on era l'almirall. Per tant improvisada senda varen anar a fer compliment al caporal los grans senyors sotmesos al reialme del senyor rei Barbut, que tant de goig mostraren a l'ésser requerits per pendre part en aquella croada, i per entrar al servei d' aquella esquadra conqueridora. Aquestos cavallers eren los següents: lo gran comanador de Fadrell, lo comte del Censal, lo duc de la Borrassa i el de Vilamargo, el baró d' Almalafa, el conseller de Benadressa, el senyor de l'Estepar, el prohom de Tassida, el gran sequier de la Plana i un germanastre de Garxolí del Senillar que ho va pensar bé i va calar lo que més li convenia.
Reunida la flor de la marineria, Tombatossals els va raonar alguns assumptes, i mentrimentes jugaven al truc i a la guimbarra, els va convidar a unes quantes dotzenes de papers de mostatxons i a uns bescuits que havia fet l'entremetent de Cagueme. No cal dir que es posaren com una pipa, i més farts que Carlets; després del protocol aquest i de l'engaldida, foren despedits ab grans vítols per la marineria de la Capitana.
-¡Mariners, oli als fanals, assegureu els taulons, i cudols a l'aigua! A jaure tot lo món fins dema –va manar Tombatossals, reconeixent lo dur de la jornada, i que de nit tots los tiburons són pardos.
L’esperada nit ab suau arribada va mostrar les primeres, més vives estels; volien domenyar les tenebres, però una dèbil claroreta de celístia no va permetre que la foscor fóra com gola de llop. Les ones, donant a les naus dolç balanceig, a més de la frescoreta i humitat de la mar, els convidava a ensopir-se dolçament, a dormir-se com algeps. ¿Qui tal cosa va fer? Tots els mariners, tots menys un; menys qui sempre estava despert, en l'afanós ataüllar, el magnífic almirall, el galifant i mai vençut Tombatossals, que, per gràcia de la nit i a la vista de la mar, no podia remediar-ho, era despullat de tot arreu de combatre, mostrant la nafra adolorida feta per la més coenta sageta del bui
rac del monyicot Cupidet. No, no dormia l'encisat galant, que la xaveta perduda havia per la capritxosa, somniada i desconeguda Serena de la Mar.
-iOn eres tu, amada del meu cor, formosíssima il•lusió meua, on eres tu que mous la pensa meua fent-me perperir d'amor? ¡Vine, vine al meu prop i bàlsem sigues dolcíssim de la ferida meua! ¡Guia'm, ajuda'm en aquesta bugada en què estic capficat! ¡Vine, acudeix, no entropesses; vine i fes cas a la meua llastimosa crida, adoba'm lo cor, i deixa que en tu reposen los meus acaronadors ulls, amada benvolguda, regina de les aigües! ¡Ah, Serrena de la Mar, no te planys de mi! ¿Per què com si plogueren figues m'escoltes?
I d' aquesta traça va passar la nit en fil l'enamorat caporal, sense poder cloure les parpelles, fins que es va donar compte que les tenebres s'esbargien per donar pas a les clarors de la matinada. Ab rapidíssim moviment, com espolsant-se pensaments i enrònies, va agarrar lo caragol i lo féu ressonar per tres vegades.
La daurada alba és aplegada; ressonen per totes bandes nacres i trompes; la marineria llesta bramulava impacient i encuriosida; les veles són desplegades; llevats los taulons; los cudols-ancles poats, Bufanúvols amanit a ventar de ferm i en dos bufits arrimar l'estol de vaixells a les mateixetes roques de les illes Columbretes. Ja navega, sublim i magnífica, llaugera i pintoresca, l'esquadra, disposta a guanyar la joia que en solemníssim moment va ésser promesa a la bellíssima infanta, a donar compliment a la paraula empenyada per lo gran Tombatossals.
A coberta es rentava la cara i les mans, i es llevava les llaganyes, el senyor duc de la Borrassa. Havia dormit com un canonge i roncat com un renoc. Els adolits de la marineria i el soroll de nacres i trompes l'havien despertat. Era un jònec forçut i tranquil que fea poc de temps que havia heretat el ducat, ab altres comandes i senyorius, de son pare l'ullalós duc de la Barlassota, que va morir d'un atracó d'aigua, complicat d'un ramet de terciana. No estava foguejat, ni havia combatut mai. Senyor de tantes campanetes, volia viure bé, baix la protecció del rei Barbut, i es va enrolar en l'expedició famosa a les illes, sota el comandament de l'almirall ardit, traçut, assenyat i forçut de Tombatossals.
Poada la fresca aigua de la mar en un balde o galleta, després de rentat i d'haver-se donat molts restregons, en aquelles dos sarpes de mans, que més bé semblaven dos estrínxols, va voler retornar l'aigua que de la mar havia bestret. I la bestreta va tindre tornes, caiguda i... afegitó, puix ab tanta força va voler llançar-la, tanta gallardia i agilitat va voler demostrar, tan gran volta va pegar, que sense acabar de descriure el sambori, en la cama a l'aire i rodant-li el cap, tot marejat, va anar com un coet a les aigües blaves.
-Ja han fet peixet! -cridaren tres remers.
-¡Almirall somniador, forçut Arrancapins, airegós Bufanúvols, Tragapinyols el de les cantelludes cantalades, ducs, comtes, prohoms i demés senyors i nauxers de l'arriscada esquadra, mireu, mireu! ¿On se veuen bombetes d' aire?
-¿Qui vol posar-se en salmorra? –preguntà Tombatossals.
-Lo duc de la Borrassa, senyor meu que acostumat a l'aigua dolça, volia saber quin gust té l'aigua de la mar -va contestar Cagueme.
-Les tambalejadores i movedisses galeres no són per a nosaltres, senyor, a la fi animals de terra, aveats a xafar sempre per damunt de terrossos i cudols. No en sabem nosaltres més que de l'aigua de les sèquies, de la verdor dels canyars dels caixers i del fanguitxol dels sorregats. No s'adonem de la fondària d'aquestes aigües blaves sense màrgens i sense mànec bo per a on agarrar-se. Nosaltres... -racava lo prohom de Tacsida des de la seua nau.
-¡Menys romanços,manco paraules i més acció! -va dir Tombatossals-. ¡Arrancapins, maniobra el bolig! ¡Bufanúvols, venta els nuvolets aquests terra endins, que faça bon sol, que vejam les aigües ben clares! ¡Tragapinyols, arruixa pinyolades contra aquell estol de galfins que vénen per allà! ¡Deixa'ls més ratats que forta i maligna pigotada, no s'almorzen al senyor duc de la Borrassa!¡Nauxers, al' aigua, a l'aigua manca gent! ¡Ralls, gambers i tota mena d' ormeigs tingau preparats, puix el peix és gros i ben gros!
-I lo peix gros se menja al menut, i molts peixos s’haurà menjat en aquesta vida lo senyor duc de la Borrassa -digué Arrancapins saltant a la nau de l'almirall.
-¡Salabre, salabre, salabre!. .. -xillava Cagueme en una cama dins de la Capitana.
Quatre nauxers tragueren tot xorrós, els ulls en blanc i unflat com un boto o cuiro al duc de la Borrassa. Panxa per amunt, sobre la coberta de la Capitana el deixaren. Cagueme dret damunt d'ell anava saltironejant rítmicament de l'estómec al ventrell, mentrestant Arrancapins li estirava els braços cap amunt i cap avall, els portava avant i arrere, fent-li la respiració artificial. Un espiracle d' aigua -com si fóra d'una ballena- entremesclat ab el sopar de la nit abans, eixia per la boca d' aquell senyor de tantes campanetes. Ressollava l'aire a l'eixir pel gargamell; la sudor freda s'anava eixugant; poquet a poquet va obrir les parpelles dels ulls. Com les granotes, a bots, acudiren en auxili seu. La Capitana estava de gom a gom de mariners, nobles senyors i caporals de la colla.
-¡Bona gerra per a posar olives!¿Estava bona de sal l'aigua, veritat? ¡Ah, i que ací no hi ha que fer la prova de l'ou! Pero, amic, li mancava la saborija, el timonet i les fulles de llimera i de garrofer mascle –li dia Cagueme.
-¿Què, li va donar eixardor el sopar d'anit?-li preguntà Bufanúvols.
-¿Ja ha rotat prou? -interroga Tragapinyol
-Deixem-lo ahí quiet, que li pegue l'aire. Que s'eixugue de l'arremulló i descanse del bac -va manar Tombatossals.
-Li posarem uns drapets de vinagre al cap –va dir Cagueme- i mirarem si té alguna agulla acavallada, la nyeula esfondrada, lo costellar sancer, algun os desconcertat i els budells buits i desunflats. Me pareix que haurà limpiat bé la cadufada. No ha segut l'esvaró per a pendre-ho a broma. La fúria en què es va llançar al mar va ésser gran i el torbament de cap igual, lo mateixet dels que se tenen quan se parla en la sogra.
Enlairat és, en lo coromull de l'arbre de la Capitana, lo penó de vius colors, lo gonfanó gloriós de sant Cristòfol; a la seua vista los nauxers canten ufans llargues romançades de combat, himnes de l'ordre que brollen dels seus llavis ab apegadís entusiasme. Cotets, cotets, tornen tots als seus navilis.
Roman altiu en la popa del bergantí l'almirall, escampa l'ull per 1'horitzó i mostra vivíssimes ànsies de topetar aquelles illes, remat del viatge mamprès.
-Bufanúvols, aclarix lo eelatge de boires i de núvols, i que pugam vore aquesta grandiosa immensitat -va dir lo galifant.
En un parell de bufits fon esbargit tot núvol, i la cendrosa boira desapareguda. ¡Que blavor més viva oferia el cel, i quina lluentor més argentada, les aigües!... De prompte, d'un navili va eixir un crit fort, un crit que va fer aixecar a tots, i va fer-los tremolar d'emoció:
-¡Monterons en vista! ¡Les illes, les illes! ¡S'albiren! ¡S'atalaien! Adoneu-se'n ací prop, en la mateixa drecera de la Punta del Mabre!
Tots repetien la mateixa cançó ubriagats d'entusiasme, folls de content i d' emoció.
-¡Bufanúvols, apreta! ¡Tragapinyols, carrega de ferm! ¡Arraneapins, abraona i sotragueja a tots quan pugues! ¡Nauxers, ja hi som, que a ningú se li arrugue el melic! ¡Ara, ara sabran los farons habitants d' aquestes illes on rallen los estrenus cavallers de sant Cristòfol!
Ja està l'esquadra fit a fit de les illes, a unes milles de la mateixa vora.
Per a que es facen càrrec del lloc on se va lluitar de ferm, i lo que són les ditxoses illes Columbretes, anem a fer parlar a qui sap més que nosaltres.
Parla la Prehistòria: en la mateixa drecera d'un tossalet, on hi ha unes casetes de volta, habitades per pastors sense més ordenances que lo gaiato, ni més rei ni roc que lo més valent, anomenat i conegut per tossal de les Serretes, en la mar llatina endins, n'hi ha unes illes que si bé són batejades en los jorns de maror per les embravides ones, no els han posat nom encara; dites illes són poblades per gent farona, feréstega; homens desmesurats, per l'alcària jagants, per l'amplària tonells, d'estrènua força, renyidors, lluitadors sempiterns, tenen molt de braç per a la fona, molt amics de fer harca àdhuc d'illa a illa, i ab tanta fúria, que moltes vegades han quedat tots fets uns sants llàcers. Viuen en coves, no se tallen mai la gaseta, ni la barba, ni les quartilles, ni les ungles; ni se renten la cara, ni juguen al flendi, i està provat que tenen tal espasme al foc, que un misto de cartó és prou per a fer-los córrer espantats a quatre cames. Per l’estudi que s'ha fet d' ossos, trossos de pell que se deixaren en enganxons, testos, cudols pulimentats, falcates i demés eines de cuinar i de lluitar que s'han encontrat, s'ha tret en net que provenen de la Filistea, veïna de la regió Cananea; total, filisteus entravessats de cananeus. Fins ací tot lo que s'ha pogut escórrer de l'estudi i cavil•lacions, pegant-li voltes als cudols, soliferrums, ceràmica, llances, fíbules, braçalets,anells, tanques de cinturó i demés troballes fetes en aquells indrets.
I diu la Historia: són les illes anomenades Columbretes o Montcolobret un estol d'illots de rocam, sense gens de vegetació; abunden els aliacrans i les serps, i més que res cudols i cudolots, no havent allí més que entropessons; els ocells que per allí passen no se paren més que un moment, perquè la por no els deixa temps per a més. Unes illes són grans, altres massa menudes, verdaderes illetes; se diu si en l'anomenada Bergantí, n'hi hagué en temps passats una gran fogata en ses entramenes, un ver volcà; en la Colibris n'hi ha una gran graonada feta des de molt antic. Hi ha autor que diu que en temps passats n'hi havia gran boscam i fruites de totes maneres; nosaltres no podem assegurar-ho, puix hui estan desertes per la fugida feta pels pobladors, ahuixats per una gran ploguda de cudols i foc que de dalt els va vindre.
I parlem nosaltres: de lo que tenim llegit i regirat en l'arxiu de la cova de les Maravelles, on se guarden alguns papers que parlen d' aquesta feta, sabem de Tombatossals lo que saben; de tot havem tret que la prehistòria li fa plomes a la veritat, i la Història que sí i que no, però una i altra no expliquen la feta com va ésser. Anem allà.
Quan lo galifant bíblic Sanson va posar l'ull als filisteus, als que per cert tenia molt tipitia, se va fer la resolució d'arrematar en ells, com la gruga en l'herba. Va potrejar-los quant va saber; els va tirar veça i llavors de sanguinyols i blets, a vore si la brossa els fea fugir; quan no els acaçava a cantalades, els arrancava de soca i arraïl les portes de les cases per a que es gelaren; esfondrava les teulades per a que es banyaren; els tirava blavet a la sèquia per a que millor se rentaren... los budells; els omplia les casesde rates i borinots, i els filisteus erre que erre, sofrint-ho tot, passant-ho tot i sense glapir. ¡Qualsevol li xistava a aquell galifant! Però un dia va agarrar tres mil dos-centes quaranta-cinc dotzenes de raboses, i algun rabosot, els va lligar al rabo un menat de fenassos i, pegant-los foc, va agullonar als animalets en una agulla saquera posada a la punta d'un pal i els féu eixir, més brusents que l'oli, pels camps, campers i camperassos d' aquella gentola.
Les raboses, més coentes que un forc d'alls, al sentir la flameta per los garrons, fugien com ànimes condenades, corrien com a llamps, ficant-se dins los camps de blat dels filisteus -sense deixar blat per a fer un remostró de pa- cremant-ho tot, passejant lo plomall encès pertot arreu, sofrimant les pures aures marines, mascarant tots los cudols, torrant serps i aliacrans, i fent d' allò un acabament de món. Com la flameta era ben viva i de fum no n'hi havia, no es formà estalzim als fumerals. Diuen si des d' aquells llunyans temps que les raboses no s'entretenen a sortejar pel camí, i que, cametes me valguen, als caus fan punta. Les més sorieres d'allí no ixen ni a menjar; que també, també, les raboses són amigues d’històries, relaixos, falòries i romançades. ¡No cal menjar! Per a mi que se conten lo del flamerós manoll i la torradora caloreta de... les rodalies del rabo i dels garrons. Encara els dura la tremolor -per això semblen un argentviu- i l'oloreta de socarrim als nassos.
Com era de nit, puix aquell Sanson no pensava cosa bona, los filisteus, que dormint estaven en les seues barraques de fang i pallús, no se varen adonar fins que la pudor de socarrim els tapava els nassos, i los udols esgarrifadors de les raboses els varen despertar. Veren la fogatina aquella, pergueren l'oremus, i sense brúixola alguna, esparverats, grocs com la cera, tremolant com un cascavell, allà te van filisteus, filisteues i filisteuets fugint de la crema i de les raboses, que enfurides udolaven i els cercaven per totes bandes; fugint, fugint sense esme, a la ventureta, arribaren a la voreta de la mar, se tiraren a escabussons, i nadant d' esquena uns, i altres en carabassins, aplegaren a les susdites illes, almenys els que no feren peixet per in eternum. Com veren paper en lo balcó, se ficaren dins a fer d' amos, fins que a la infanta filla del rei Barbut li va abellir fer-se ama de tot allò i Tombatossals va quedar en complimentar tal desig.
Aquells filisteus, transplantats en garsó, allí creixqueren socarrats pel sol i menjant bones llangostes i cranques. Dedicats al conreu de la terra, quan tenien ganes de fer faena, cercolaven els planters de melonars per a tindre bones darreries. Les aus camesllargues fugisseres, que passaven totes les primaveres, eren caçades. Ells sabien que no hi ha res millor que animal que vola per a la cassola.
Açó s'acaba quan va desembarcar la colla que Tombatossals ensinistrava.
Conquesta de les illes Columbretes
Ans de passar avant, i mentrimentes trenquen l'alè los esforçats nauxers, tinc que fer-te l'advertiment, ¡oh sofrit llegidor!, que si segueixes tota aquesta retafila de fetes tombatossalenques seràs tot just en lo remat; i no vages a creure que tenim la llima massa escorreguda, no, puix encara n'hi ha suc per a esmussar-te, i corda per filar bona estona.
Si qualsevol pretén saber moltíssimes més coses del ja esmentat gran Tombatossals, de la seua colla i del rei Barbut, que cerque paciençós per ahí un home vell de bona memòria, i si no, que se vallga de tees de bon melis i de llargues tresseres i que se fique dins la cova de les Maravelles, cap al fons davalle sense esglai, torbes ni entabuixament, que regire racons i raconets, i de ben cert que allí topetarà dins l'arxiu de l'antiquíssima ordre de Sant Cristòfol, ab alguna pintura rupestre que semblarà la panxa de Tragapinyols, o la cara de mònica del senyor Cagueme, ab atuells de cuina i fins ab les mascares de les bones paelletes que allí adobaren la colla del galifant i la cort del rei Barbut.
Lo gran almirall, si bé era home d'empenta brava i lluita fera, no per ço deixava d' ésser de prudència extrema, a fi d' assegurar la basa i no eixir en les manetes al cap. No era lo cabdill home que dorguera a la bovalada; sabia anar en peus de plom. No l'aturdia lo trontoll ni l'arremetuda de l'enemic, però no l'empoltronia la quietud ni es dormia quan l'adversari semblava estar-ho. Així que quan tota l'esquadra de navilis-pasteres de la seua comanda fit a fit a l'illa Ferrera s'encontra, va manar que no glapiren nacres, trompes i caragols, que les palomeres estigueren solament a mitja arriada, que ningú es moguera de son lloc, que tot estiguera llest i amanit, per a picar sola si el ball se vera mal parat, si d' aquella illa sortira gent que haguera inventat la pólvora i els mamprenguera a canonades, i no pogueren defendre's, ja que no portaven més que la catapulta de Tragapinyols.
Tombatossals va trametre aquestes ordres de pastera a pastera per mig de fils de boletxa que remataven dins de canuts de canya, tapats per un extrem ab pells de conill ressecades;aixina, per aquells fils, id' oreller a oreller, trameté lo seu pensament.
Tots entesos, se va donar l'eixida a la Capitana, que, portant a coberta a l'almirall, Arrancapins, Bufanúvols, Tragapinyols, Cagueme i uns quants remers, va enfilar-se vers l'illa a esquadrinyar aquells paratges, de quietud tal volta enganyadora. A contraclaror de la llanterna aguaitaven sospirant, espaordits. Alguns nauxers esbufegaren estrepitosament. Cagueme llepava mitja llima que portava en l'altra mà, per previndre el vòmit.
-¡Tragapinyols, tu estigues sempre amanit! Hi ha que guardar la retirada.
-Marxeu confiat, caporal, que l'arruixó serà de clàudies.
Majestuosa vogava la Capitana portant de parelloneta a la més petita de les pasteres, que semblava el cabritet que corre al costat de la mare, a la que les aigües, en l'onejar constant, la cabriolaven i tornaven barca balladora. Atracaren per fi a la vora de les mateixes roques; los remers se quedaren en la Capitana, i la colla va pendre terra poquet a poquet, prevenint el perill ab los ulls ben oberts; avançaren ab les fones amanides; Tragapinyols, en les vetes desnugades; Cagueme, en la llanterna en la mà per si els pillava la nit.
¿Que si n'hi havia arbreda? Com que n'hi havia socó que tots tres no l'hagueren pogut abraçar.¿Habitants? No se'n vea cap. ¿On, puix, pararia la gentera aquesta? -se dien uns als altres.
-Tu Bufanúvols, ¿que ací acamparan galifants tan desaforats com lo nostre caporal? -dia Cagueme tremolant ab la llanterna en la mà i gratant-se el cap.
Tot ho regiraren, tot ho escorcollaren, allí no glapia un renoc; pareixia un fossar, allò. Però sí que veren unes serps de tres caps i ales ben disposades, volant al vore'ls i xiulant a l'ensems que fugien; conills de colorins extravagants i grans com a moltons, algun paixarell, i aliacrans la gana; eixa era la fauna.
En dos brancades mataren uns conills, sols per guardar les pells policromades i fer-li ofrena a l'encisera infanta i al rei Barbut; a la primera perquè es fera un boà, i al segon una pellissa ben flamant. Aixina aplegaren al cap de l'illa, és a dir, a l'altra barana. La Capitana, arrapant l'aspre rocam, zigzaguejant per cales i puntes, va fer cap allí. De sobte veren a tres hòmens grandots, vestits ab pells de llop, que duien cinturons de pell de serp, i que al vore gent desaparegueren com si se'ls haguera engolit la terra. ab moltes precaucions s'atansaren, i allí en terra veren un boqueró, que semblava un botern, ple d'abegots, d'on eixia una remor fonda, molt fonda. ¿Quin escarot i rebombori era aquell que eixia de les entramenes de la terra?
A Tombatossals li va donar entre nas i gorja que aquells rebels habitaven baix terra, apilotats, en eixam, esglaiats tal volta per la sopanda sansonesca i esperant porucs la segona part; és clar, al vore al galifant ab tanta pell, tanta fona i aquella alçària desaforada, a dins se ficaren a donar la senyal que escarotà tot l'abeller i va produir la remor que rebotava fora, per a torbació angoixosa i esborronament de la colla del caporal. L’almirall, amanit, se va preparar; res li haguera costat taponar-los, però no era home que volguera matar tan senzillament, i a més que volia saber quina traça de veu gastaven;va pensar donar-los un quefer gran, arremullar-los, posar-los tendres abans de combatre'ls, per a que més blanets, li fóra més fàcil el seu domini i captivitat. I aixina va ésser:Arrancapins en dos estirons va arrancar una soca llarga i recta, va lligar-li a la punta una barqueta, i soca i barca es convertiren en magnífic carabassí per l'enginy del mai prou lloat Arrancapins. I era de vore la força i riota de tots, mesurant barquetades d' aigua de la mar dins lo forat, tant de pressa i seguit que semblava un recaragolat engolidor de riu. ¿Quin arremulló? ¿I com no s'havien de posar tendres tots aquells hòmens farons, si allò era un rentó que els deixava eixamorats i blanets? ¿No era un rentó de cap a peus en totes les de la llei... d' aigües?
No estava encara arrublit lo clot, quan va eixir, xillant, esparverat i fent carasses, lo primer estatger empeltat d' abegot, tot mollet, xorrós, esglaiat, parat com els nanos de la processó del Corpus, en la boca oberta i les castanyetes en la mà.
-¿Eres home o furga? -va dir-li Bufanúvols.
Unes paraules en llengua desconeguda, pronunciades agenollat, foren la resposta.
-¿I són aquests los farons habitants de les illes? Açò és pa i mel -va dir Tombatossals-. Aneu lligant-los, feu raïms de furgues, així com vagen eixint.
I fent un rosari de filisteus xorrosos i gemecons els varen tirar dins la Capitana per a que els estibaren els remers en lo més fons del quarter. Desmanegaren la petita barca, li posaren vela i, guiada per dos remers, foren llests a trametre avís al gros de l'armada perquè vinguera en dos camallades al lloc on estava la Capitana. Mentrestant, Arrancapins i el caporal arrabassaren tot arbre en garsó, i no deixaren cap planta; Bufanúvols ho arrastrava tot a bufits dins l'aigua per a que les ones s'ho endugueren a alta mar i algun tauló servira a qui haguera fet peixet. Tragapinyols va rodar per terra fent de regló, aplanant tot alteró, i deixant allò més llis que lo palmell de la mà i més ras i pelat que un cul de mona. ¿Qui creuria després en la frondositat d' aquella exuberant Ferrera? ¡Oh força de la colla del gran homenàs Tombatossals!
Arribada que fon l'armada i gent de guerra, capdavantera la Capitana, i replegat tot l'esto!, pegaren dret a una altra illa, que a l'ésser vista fon batejada ab lo nom de Bergantí, per tindre un turó altíssim, estret i ert, que sembla arbre major d'un bergantí. Un nauxer va batejar-la ab lo nom de Carallot, manera d' apellar-la hui encara.
No n'hi havia tant de boscam, eren los arbrissons menudets, però tota la terra era coberta d'una herba que semblava felis mustelis;formosa catifa que convidava a un gran rebolcó. S'apressaren a desembarcar la colla i bona pare dels nauxers. Comanant-los l'almirall, anaven ficant-se cap a dins, quan de prompte al baró d'Almalafa i al senyor de 1'Estepar els arrimaren dos cantalades, en lo llom l'un i en lo pitral a 1'altre, que els tiraren a redolons. ¿D'on i com havien vingut aquells cantals que tan malament els deixaven nafrats? En un escampada d'ull, lo caporal ho va vore tot; en lo coromull del carallot, d' aquell tossal malalt, n'hi havia gent, i gent que no anava en ronques, gent que pareixia disposta a cobrar-se la pell, com un ou un sou. Desenrotlaren les fones los nostres valents, i a la primer cudolada de Tombatossals foren tombats tossal avall dos dotzenes de filisteus; semblava un pimpampun. Bufanúvols els va trametre, com qui no bufa, ni bufa, quatre ventades de les de dia de festa major, tombant-los d'espatlles i fent-los redolar avall; per si faltaven darreries, Tragapinyols ataquinà la catapulta d' ametlles de Reus i de pinyol d' albercoc, i els va enviar tal arruixada que no va quedar ni el guaita per a rastre.
Aixina com anaven caent presoners los desditxats filisteus, la gent nostra els tirava a l'aigua, bé per a que es refrescaren, bé per a que s'espavilaren del trontoll, o bé per a que es guariren de les nafres de les cudolades i pinyolades en la salmorra de la mar; però mai per a ofegar-los. Però els agrada de tal manera la salmorreta que, glop a glop, acabaren per ofegar-se tots, unflant-se com a botos. Los nostres triomfants i conqueridors galifants se feren els amos, i per si n'hi havia algú d' amagat, i desitjava sotmetre's, Cagueme, a toc de caragol, va fer lo següent: -Tots los que vullguen ésser lliurats de cantalades, i no ésser engarberats en los quarters de la Capitana, que vinguen ací de repent i que alcen lo dir.
No ne va acudir ningú; en aquella illa ja no quedava cap habitador. Després va començar l'arrabassada. Tragapinyols, fent de regló, ho va acabar d’apanyar allisant-ho tot, sense deixar cap matissa ni herbeta.
Altra volta són tots a les naus; lo goig és gran; allò anava com una seda. Hi ha qui va eixir en lo cap ple de trencs, mes no era prou greu allò per a que els demés deixaren de gojar-la i riure's com a becos dels esquallosos filisteus.
-¡Nauxers, illa a la vista! -va dir Tombatossals-.¡Bon pit i fe en les fones!
Pocs moments després les pasteres sarpejaven un altre pegamot de terra dins l'aigua; no altra cosa semblava l'illa que davant tenien. Ja són a la mateixa vora. Bufanúvols va escantellar lo lloc, per a que l'almirall manara arrimar més l'esquadra fins la mateixeta riba. Guiats per lo caporal, seguit de la colla i de la mitat dels nauxers, pegaren a dintre; allí no hi havia arbres, ni berbum ni res; d'habitadors no se'n vea cap, ni per la muntanya ni per les foies. Enmig de l'illa s'alçava una muntanya que la partia en dos mitats. Tombatossals s'atura i com qui toca un picapoft, en dos punyades, altres tantes esquenades i un sorolló va obrir enmig de la muntanya un clavill, carrerassa per on passà a l'altra banda toda la gent que anava a la conquesta; no n'hi havia res per aquella altra contrada, ni arbres ni habitants, ni ningú que haguera anat a vore de guarir-se el desmenjament.
Allí es va quedar l'illa de la muntanya foradada, tota a soles, ben pelada, batuda per les onades que la travessen de banda a banda los dies de maror, gràcies a les carícies del puny de ferro de Tombatossals.
Avant va l'esquadra tota per entrec, sense cap baixa en los nauxers, car aquells dos cavallers nafrats, a força de micapans, curasana, marialluïsa i albarsana, ja no ho són. Suau i agradable ventijol unfla les veles; lo gran almirall les espera tindre bones; la marineria canta i avalota i lo gonfanó gloriós de sant Cristòfol, enlairat en la punta del pal de la Capitana, és vitolat contínuament, així com és vitolada tota la cort sancera del rei Barbut.
¡Ja, ja vorem en què pararan totes aquestes festes i aliferes!¡Déu faça que no acaben com Camot, i tinguen que córrer los esforçats i jolius nauxers! ¡A vore si els crits i avalots acaben com el Rosari de 1'Aurora, en gemecs i sanglots! I així com lo caçador quan veu les orelles d'una llebre boteja de goig, així los nostres valents conqueridors al vore més illes també mostraren lo seu goig tocant nacres i llançant los barrets a l'aire.
Eren dos petites illes d'una tal qual grandària; frec a frec, són hui anomenades i conegudes per lo Mascarot i Sinyoreta. En la primera no n'hi havia res, ni un grapat de terra per a encegar un gat; semblava una cassola sense escurar i cul per amunt, de llisa, mascarada, petiteta i enllomada que era. Desembarcaren i ompliren un racó del quarter de pedra tosca per a rascar la cotna del porc quan feren la matança al retorn, allà en la cort del rei Barbut. La segona encara era més pelada, i no pogueren carregar res; així és que Cagueme, engronsant lo cap i ab somriseta li va dir melosament:
-Illeta, illeta, que poc t'has despepitat; Sinyoreta, Sinyoreta, no te cauran les anelles. -I lo nom de Sinyoretase li ha quedat a la solitaria i pelada illeta.
¿Què vos sembla la conquesta de les illes?Jo vos tinc que dir que per ara no n'hi ha res, perquè ningú siga mogut a esgarrifar-se ni molt i molt se maravelle; ausades que tindreu temps per a esglaiar-vos, puix ara ve la grossa, ara serà quan Tombatossals i la seua colla tindran que lluitar de ferm, i llussiar-se bé les ungles, estirar-se la corpenta i anar a tamborinades, tussolons i bacs; serà aquesta feta la més gran de les més grans del nostre galifant i de los nobles, valents i són estrenus cavallers de Sant Cristòfol. ¿On se quedaran les fetes de Guillem de Varoic, de Tirant lo Blanc, i del capsot Tomàs de Muntalbà? ¿On l'ardiment de lo Mestre de Rodes? ¿On los combats a tota ultrança de los serè cavaller Diafebus? ¿On Amadís? ¿On lo comte d'Aigüesvives, ni de les mortes? ¿On los mil i mil fets maravellosos dels cavallers de la Taula Redona i... de la quadrada? ¿Que són per als cavallers de Sant Cristòfol aquells altres cavallers de la Garrotera? ¿Quina comparança pot haver, en les grans barbaritats del senyor rei Artús, de llegendària recordança? ¿No li fa tres i ratlla Tombatossals, al flamerós i morfissot cavaller de Kirieleison? ¡Quina sort més gran la vostra, oh presents i esdevenidors segles!,d'haver topetat en aquest croniste tan ver, tan escorcollador, que fil per randa i punt per agulla us mostra les sobiranes proeses del cabdill més entremetent, més esforçat, i més gran del món.
Davant l'illa Colibris esta l'armada enringlerada; les ancles són tirades; les veles, arriades; el lloc on estan, escantellat; l'almirall vol conèixer la fondària que té, per lo que puga tronar, i calcular així el temps que tardarien en tocar terra. És l'hora de la posta; la mar està quieta, suaument rufada pel ventijolet garbí; les gavines, enjogassades, cerquen sobre el mantell blau de la mar la riba per a ajocar-se. Ja és de nit i la quietud és gran; solsment s'ou lo xapoteig de les ones al rompre contra les roques. Los nostres nauxers, gojosos, triomfadors, pensen jaure a gust, desempegolats d' esglai, aveats al guany segur. ¡Oh confiats nauxers, no feu tal cosa, car la pagareu, i podríeu dur-ne més que un músic!
La nit és fosquíssima, més que una gola de llop costipat; bruny suaument lo movedís llom de la mar acaronant les illes,i un moteronot més gran i més negre que cap, d'on ix un remoreig d'arbreda. ¿On seran els pobladors d'aquella terra desconeguda? ¿Seran llests en adonar-se' n de la lluita que els aguarda? És lo cert que quan los raigs d'aquell sol que acabava de pegar la volteta diària aclaria lo celatge escarotant les estels, los nostres nauxers, ab los ulls entaranyinats, varen vore lo que mai s'hagueren pogut pensar. Tota, tota l'illa, que ja de si era de barana alteruda i pedregosa, estava guardada per una verdadera murada de vasos o ruscs melers. Los filisteus no dorgueren i se varen preparar endevinant les intencions d' aquells nouvenguts tan riallers i avalotadors.
-Cagueme, menjarem mel a la gana -li va dir el facilitari senyor de l'Estepar.
No havia acabat de dir-ho quan una picada d' abella terrera li va fer lo nas com una prebrera.
-Me pareix que la mel d' eixos vasos no és de penca de bresca -va retrucar un tacsadí molt espavilat.
-Calla, poregós -li va dir Bufanúvols-. Ara voràs en què para tota aquesta murada punxosa.
Capficat l'almirall mirava a l'entorn; no el marejava i el posava cavil•lós allò a soles; ell raonava l'esforç que aquella murada representava; la gent, la molta gent, que allò senyalava; que no eren pocs i abajocats, com los demés habitadors de les illes; aquests tenien ja alguna traça per a combatre. Però, sens torbar-se, va començar a donar ordres.
-¡Bufanúvols, vullc una plogudeta suaueta, un arruixonet moralet-moralet, com si la garbellaren, i un ventijolet de batuda; fes parar als núvols i que no solten el xorro fins que jo te diga quan la vullc a cànters! Vint parelles de nauxers, carregats de sacs d' ametlles de Reus estaran sempre al costat de Tragapinyols per proveir-lo de municions, que sempre estiga ben farcit! ¡Arrancapins, prepara l'estaca i la fona! jCagueme, fes lo que pugues, però no deixes de fer ressonar lo caragol, i deixat la llanterna en casa! ¡I vosaltres, cavallers esforçats i valerosos, fidels vassalls del rei Barbut, al meu costat i fonada brusenta, no gireu mai la cara! ¡Ara, ara voran aquests vasers en què para aquest ball! ¡Amés, tothom ressonarà lo caragol, la nacra, quan jo done la senyal!¿Estem llests,cavallers!!!
I despenjant lo gonfaní gloriós de sant Cristòfol, ,i donant-li'l al conseller de Benadressa, va dir-li:
-Ni viu ni mort amolles aquesta preuada joia; agarra’t a ella com una llepalassa, i dus-la sempre enlairada i al davant. ¡No t' esqualles, magnífic conseller de Benadressa, perquè et descopronaré!
Encarcarat, majestuosament, ab serenitat, i com qui xafa ous, s'acosta l'almirall a la mateixa voreta de l'illa, i a punyades van anar fent graons en la roca cantelluda i esquerdada, ab la senzillesa del que en lloc de pedra tinguera entre mans pa d' alfanic. Mentrimentes Bufanúvols va començar la ploguda desitjada, garbellant l'aigua moralet-moralet, com si la passara per un sedàs.
-¡Pegueu darrere! -va dir lo navilier Tombatossals.
Encara no havia posat lo peu en lo darrer graó lo nostre caporal, quan de darrere els bucs d' abelles va eixir un escarot de xillons de trenta mil dimonis, seguit d'una arruixada de cantalades que van tombar a catorze ssaquers de l'estol de Tragapinyols. Un ver eixam de fisteus avançava acabdillat per un filisteuot molt alt, més alt que lo campanar del castell del rei Barbut, qui va encetar l'arruixó de cudols; tots, més de vint, i quaranta, i cent, i mil, anaven ab unes alforges plenes de cantals, però de bon pes, res de pedra tosca, i unes branques que semblaven falquetes de taronger en una carda nugada de les puntes, entruperi de guerra original i mai vist, que els servia per llançar los cudols ben lluny i ben brusents. ¿Com havien de pujar los graons fets en la roca, los nostres esforçats i mai vençuts cavallers i demés colla, si aquestes sagetes eren destructores més que una pesta?
Al pobre prohom de Tacsida i a dos benadressins més, una falqueta d'eixes els se va clavar en l'engonal, i caigueren dins la mar sense poder dir allende.¿Com no fer aixa arrere la nostra gent? ¿I com, i de quina manera, havien de travessar aquella murada punxosa d' abelles terreres, sense una miqueta de fang per les picades? ¿I com refugir d'aquells gossos de presa que enrabiats de coratge els aguardaven? ¿Com combatre a aquells farons i feréstecs galifants, tan desmesurats com Tombatossals, si a més, n'eren cent mil i afegitó més que ells? ¿Com, si pareixia estaven empeltats de llavor fera i borda? ¿Com havien de rebolcar-los, si els cantals que gastaven no eren del dotze, sinó de dotze mil?
-¡Sant Cristòfol ens vallga, cavallers! -va dir Tombatossals ab veu de tro-. ¡Bufanúvols, aigua i ventisca! ¡Tragapinyols, arrea de clàudies! ¡Caragolers, los caragols!¡Arrancapins,fona i cantalada a ells,amunt, amunt que estan seques!
¡ Vallga'm lo Senyor! En plena tempesta, la més espantable que s'ha conegut, asclant-se de rellampecs i trons, terratremolant, l'illa sancera, els abegots escarotats i els gossos lladrant i mostrant la queixalada, se féu 1'acometuda, enmig d'una nuvolada de cantalades per ambdues parts i una arruixada de falques que tallaven l'aire brusentes i feridores; que los desaforats i bròfecs defensors així les llançaven ab pasmosa llaugeresa.
¡Arrancapins a barrades anava donant bon compte del gossam, i d' algú que altre filisteu. Tragapinyols en les seues arruixades fortes i fermes els ratava i foradava.
-¡Vinga un sac de pinyols préssecs! –dia ansiosament-. ¡A mi sacs! ¡Ataquineu!
Cagueme i tota la cort de trompeters els atorrollaven. Bufanúvols a bufits trametia les abelles cap a ells, i lo gran caporal, plena de bromera la boca, los ulls encesos, a grapats, agarrava als rebels del garró, i fent los rodar a estil de fona, els llançava contra l'estol enemic mal nafrats i estomoguts.
No cal dir que aquells filisteus, tan nombrosos i valents, tenint en contra aquella varietat d' armes i fins los elements del cel, varen revacular, fent aixa arrere, i per fi fugiren com a forges. Tombatossals i Arrancapins els acaçaven a vasades; al caure els vasos prop d'ells violentament, se badaven los suros, eixint les abelles terreres furioses a picar-los i fer-los més coenta la fugida.
-¡A ells, que són com a oques! –esperonava l'almirall enardit, frenètic i entusiasmat.
Un cantal llançat per un fugitiu que va girar la cara i la mà, ab homeiera punteria va pegar de mig a mig en lo caragol de Cagueme estacant-li'l dins la boca tot sancer, tirant-lo aterra xorrant sang, lo cap desfet i pegant les darreres garrejades.
¡Pobre Cagueme, on havies de trobar la mort, tan lluny de la teua terra! ¡Com et ploraran els esdevenidors segles!¿Qui cuidarà de les gerretes del frito? ¿Què serà de la colla de Tombatossals sense el sentenciós, mansuet i servicial Cagueme? ¿Que dirà la cort del rei Barbut al saber-ho? ¿I Tombatossals? ¿I Arrancapins i tota la colla? Ningú se'n va adonar, enfurits com anaven al sangonós sarrabastall; però al caure en lo cap badat lo gonfaroner, el de Benadressa, és quan Tombatossals se va enterar de qui el seguia; uns pocs rònegament li pegaren darrere perquè tota la flor de la cavalleria estava per terra destrossada; ell també anava ab lo seu trenc xorrant sang sense donar-se compte. ¡Quin espectacle a sa mirada! ¡Quina estesa i quina barreja de filisteus i cristofolers!
-¿I Cagueme, lo meu Cagueme on és?¿Com no ferix les meues orelles lo ressò del seu caragol?-dia lo caporal.
Allí estava Cagueme casi escapçat,fet a péntols, abraonat a un filisteu, en les mans obertes com les fulles de les margalloneres.
-¿I açò és Cagueme? -dia Tombatossals-. ¡Oh dolor del meu cor, angoixa de la meua ànima!
Per primera vegada en la seua vida se va fer groc, va pegar lo primer tremoló.
¿Quin compte donaria de la pèrdua de tant de cavaller al rei Barbut? ¡Oh capritxosa infanta, quant car ha costat lo teu desig!
-¡Caporal nostre -li va dir Bufanúvols-, deixeu, deixeu, deixeu prompte, que l'enemic se refà i vol rependre la batalla altra vegada!
-¿Vol rependre? ¡Gloriós sant Cristòfol, ajudeu-nos, ajudeu-nos, que no vullc deixar-ne un per a contar-ho!
¿Quants el rodejaven? Els de Caliu: Arrancapins, tot desgarrat ab dos bonys a la testa; Tragapinyols, fet un acciamo, en les molles de la catapulta a banderes, sense nauxers farcidors, ni sacs, ni pinyols, ni amedles de Reus, tot era arrematat; Bufanúvols, ab una falqueta clavada a la cuixa, els dits plens de fics, durelló per ací, durelló per allà, i tot xaquiós, ablaürat... i ningú més, ningú més.
-¡Ah de vosaltres, malaïts filisteus, pocs ne quedeu, per la traça, però els que sou, ara voreu, ara voreu! Bufanúvols, prou d' aigua; ventolera, però ventolera forta i arremolinada, la més gran, la més horrorosa que es registre en tots los temps passats i esdevenidors! -va manar enutjat Tombatossals.
Els pocs filisteus que quedaven, anaven més que a tombollons, volaven, fins que es varen amagar darrere d'un tossal que n'hi havia a l'altra vora de la mar. Tombatossals ho va vore, i sense pensar res, enfurit, foll de força i de coratge, aclamant-se al sant patró, li va pegar al primer tossal tan gran costalada que lo va tombar de baix per amunt; al fons del mar llançat, arrastrà darrere als fugitius, colgant-los dins l'aigua per a goig de les tonyines i els galfins; i en una forta patada llançà tot el pedruscall al mar i les aigües s'obriren esguitant a tota la colla; dos samboris, dos redolins... i després res, va parar la ventolera i allò era una bassa d' oli.
Regiraren i més regiraren i res n'hi havia, ni abelles, ni serps, ni aliacrans, ni mosquits, ni res; tot havia fugit, com l'anima del diable, arrastrat per tanta cantalada, tanta aigua i tanta ventolera. ¡Quin fossar!En una sola jornada, arrabassaren tot arbre i tota planta, ho reglonaren tot, i no deixaren senyals de vida per cap banda. Tombatossals, ab los braons creuats, trist, ab mirada llastimera i parla trèmula, va dir a la conlloga seua:
¿Serà just que aquest mal sia hagut sols per un daler? ¿I val açò lo treball que ens costa, ni el dolor del meu cor que bat anguniós i la vida estimable de tant de fill de Déu?... ¡I lo meu Cagueme! ¿S'avindrem a viure sense el ransal de Cagueme? ¡A la Cova, a la Cova...!
I s'embarcaren en la Capitana;les demés desbaratades naus, envelades, anaven dansant, com debanadores, sense timoners ni nauxers, elles a soles, empenyides per lo cerc de Bufanúvols, assogallades unes a altres. Tombatossals, trist i cavil•lós, girava los ulls vers l'illa on deixaven soterrats a Cagueme i als demés companys de la degolladissa, i capell en mà marmolava alguna paraula; altres vegades, de cara a la immensitat de la mar, remugava frases de desil•lusió, per la Serena de la Mar tal volta, l'amada freda i fetillera. Mentrimentes, les pasteres-navilis, regides per la Capitana, creuaven la mar, arrimant-se a la gola de l'Obra i fugint de tanta desditxa.
Encara els ne faltava passar una de grossa i de ben grossa. Va ésser lo cas que les naus, lligades com anaven, començaren a rodar i més rodar semblant les debanadores de l'hort dels Corders ab tan vertiginosa bolangera, que tots sobtats i esparverats no se donaren compte de que allò no era tràngol, sinó una vera mànega d' aigua, un caragol, un remolí que per moments s'anava estretint, que tots rodaven, i que de sobte, com per un engolidor, varen desaparèixer aquelles pasteres-navilis fetes ab tan de sacrifici i goig en la drassana de la Font.
-¡Sant Agustí ens vallga!
I com un llamp, lo navilier Tombatossals, se posà dret, estatuari, arrogant, tranquil i serè davant tan mala fortuna i va dir l'oració de sant Agustí a l'ensems que va llançar un ganivet rovellat d' adobar les eixàrcies, enmig d'aquella muntanya d'aigua esgarrifadora i de blanquíssima bromera. De seguida aquella columna blavosa va desaparèixer, no restant més que un lloc assossegat on les ones s'esvaraven i tapaven tanta malesa.
A deshora es presentà aquella dissort. Les currioles, pals, eixàrcies, les vetes dels morgonals, totes les cordes i les ofrenes que duien per a la infanta i lo rei Barbut, anaren a parar al fons.
-¡No vos acovardeu, companys d' armada! La Serena de la Mar ha volgut d' escreix les nostres desfetes naus. Embolcallades ab lo mantell blau de la mar se les ha endutes on ella viu. Per lo vist, va curta de gambals -va dir melangiós l’homenàs de Tombatossals.
Solament quedava de la llegendària expedició a les illes Columbretes, la pastera gran, quatre hòmens de la colla i uns quants filisteus, captius i empresonats en lo més fons del quarter.
¡Quin desori, senyor! ¡Quant cares ens costen les illes Columbretes! ¿En quina cara serem davant lo rei Barbut? ¿Quin compte donarem?
Lo retorn
Solament els mancava per a embrutar lo basto i afegir angúnia a son decaigut esperit, la broma de la manegueta ditxosa; aixina que, abatollats, trists i capficats, anaven a coberta els nostres conqueridors, ab desconhort i silenci grans, ab malhumor a vistes, deixant que lo desmantellat bergantí vogara sense cap ni centener, ensidonant-los molt poc que anara cap ací com cap allà, sense escoltar els crits i gemecs dels filisteus captius que fent d' enjunc anaven en lo fons del bergantí. Però semblava que la pasterota major, la nau Capitana, fóra sabuda com rata de Vallàs, i a l'arribar fit a fit de la gola de la gran sèquia-canal de 1'Obra, va fer un estrany -lo topetó de la corrent-lo qual va ésser prou per a que los distrets i descuidats nauxers l'enfilaren dins, contra corrent, proejant, tallant les claríssimes aigües en menys goig que quan fos feta la festiva eixida. ¿Què els semblaven als de la colla aquells arbres vorans? ¿Què lo mantell verdós de la marjaleria? ¿Què los jolius i harmònics cants dels ocells?Res; tot els recordava lo jorn venturós de la partida, tot ajudava a fer més punxosa la ferida de son desconhort. ¿On los animosos cavallers que els acompanyaven? ¿On aquelles pasteres d'on eixien ressons de nacres, crits i avalots de la venturosa marineria? ¿On Cagueme, on era Cagueme? ¿I lo penó gloriós de l'ordre de Sant Cristòfol? Allí estava desgarrat, fet a péntols, ple de fang, marcat ab los senyals de la lluita; i gàcies que es podia mostrar. ¡Quanta cantalada, quins batussons i xafons va costar el conservar-lo! No, no hagués tornat Tombatossals a la drassana sense aquell penó gloriós i triomfador quaranta vegades, símbol de l'ordre i senyera beneïda de lo gran regne. ¿Com s'entenia fer lo contrari?
Ja són en la drassana de la Font. Allí prop, una capelleta emblanquinada aixoplugavaun sant Francesc; pareixia estar aguardant-los. Eixe va ésser lo pensament del rei Barbut, puix coincidint la festa de Sant Francesc ab lo jorn venturós de la sortida de sa esquadra, al sant va encomanar lo record de la jornada. ¡Jorn de gratíssima recordança! Però, ¿com són, com són aplegats? Ni estaven tots, ni rien, ni gojaven, ni vitolaven, puix si bé guanyaren tanta illa i illeta, tanmateix era a costa de massa sang i de nafres a manta.
A sant Francesc pregaren, i després de deixar amarrada la Capitana a bona soca, i trets a la llum els avalotadors captius, començaren a caminar, camí 1'En Riera amunt -portant Tombatossals, que davant anava, lo penó gloriós de sant Cristòfol, seguit dels captius de qui curaven no desbarrassen, els nafrats Bufanúvols, Arrancapins i Tragapinyols- vers lo tossalet on era lo palau de la cort del rei Barbut, a donar compte d' aquella conquesta somniada per la infanta de botons.
A tot açò, la cort ja estava sabedora del retorn de la colla per unes colomes missatgeres que l'almirall va trametre i per haver ataüllat des del tossal 1'entrada en la sèquia de 1'Obra de la nau Capitana. Van fer, ab grans corruixes, los preparaments per a rebre a tan estrenus, valents i esforçats combatents, i principalment al coratjós, magnífic i gran almirall, al mai prou conreat conqueridor Tombatossals. No varen parar en torreta fins que no quedara tota la vila i palau engarlandats i guarnits.
Encara més que la vegada que acudiren a la lletra de prec del rei Barbur, foren ara rebuts ab més rebombori, més soroll, ab festa d' extremada i maravellosa cortesania, los nostres temeraris nauxers, los galifants triomfadors, la colla de Tombatossals. La senyera sens parió tremolava al ventijol, lo palau havia segur emblanquinat, lo poble abillat ab les gales de jorn de festa major, los cortesans de pontifical, la infanta hermosíssima ab lo vestit del dia del Corpus, ab la basquinya i gipó de setí roig, los fills del rei perinfollats ab los atifells de guerra i posats de clava, destral i xafarot, i lo rei Barbut de gramalla daurada, botes de punta de ganxo i elm de coure, semblant caldereta de fer codonyat que duia en lo cim un grapat de plomes de titot. Ab aquelles barbes fins los genolls, lo nas de picola, les celles d' emparrat i aquells ullots tan grans i bondadosos, estava maravellós, sublim, com per a retratar-lo i pegar-lo en les caixetes de mistos.
Los testets i sambombes, matraques i caragols, batzoles i petrolieres, trompes i ferrets, graelles i tapadores de cassoles,armaren el gran sarrabastall, a l'albirar pel camí als esforçats expedicionaris. Tres parelles de gentils cavallers,cavalcant matxets andorrans, guarnits ab gualdrapes i mandils vistosos i policromats, i ells de gonella de brocat i elm de ferro colat, encimat de plomalls d' esparver, i lluint en la mà llança ben lluenta, foren disposats a eixir-los al davant, a donar-los la benvinguda, i escoltar als qui per llurs mereiximents n'eren creditars.
El món s'acabava quan mamprenguerenla senda giragonsosa del tossalet. Allí lo vitolar, lo repic de la campana, l'enlairar de draps, el llançar a l'aire les gorres de barqueta, el picar de mans, el cridar fins no poder ganyir, apretant de ferm l'instrumental d'aquella música estranya. Els de la colla agarraren bé als filisteus captius per a que no pegaren per avall escarotats, astorats del brogit i soroll. Ans d' aplegar, a les vint passes, ja estava lo rei Barbut abraonat al coll del galifant, qui agenollat, la mirada a terra i lo capell fora, se deixava dir, besar lo clatell i estrènyer, mentres les llàgrimes del tendre i bondadós rei, li xorraven per lo bascoll i l'esquena, com una gotera d' agraïment.
Callaren tots, emmudiren los instruments, la campana va arreplegar en los braços de la truja tata la corda, la cort i lo poble no glapia. Sols lo rei Barbut, agarrat del braç de Tombatossals, cap al cadafal 1'arrimava, a presentar-lo a tots, a fer-li acolliment i honor com a home principal per los mèrits i fets, declarats de gran bé, profit i utilitat de la cosa pública.
Esbargits pel sol, l'espígol i el romer, l'herba-sana i la murta, lo timonet i el poleo, la flor de te i camamirla i altres matisses de la catifa vistosa, aromen l'aire en aquells solemníssims moments. Lo rei Barbut, plantat com un cirialot front a la cort sancera i lo poble en pes, senyalant al gran Tombatossals, ab veu de serenitat acostumada i majestàtiques sarpejades va dir lo parlament següent.
-jBenaurada cort i poble meu! ¡A tots dic, i a tota orella volguera que aplegara ab daredat, lo que vaig a dir-vos! Mireu, mireu, mireu al més grandàs, magnífic i estrenu cavaller d'aquest regne; que la vostra mirada, lluny d' enveges i malvolences, veja en Tombatossals al triomfador almirall, a 1'homenàs que ha donat i conquerit per al reialme meu les sommiades illes, desitjades per la filla meua, la graciosa infanta! ¿És això, esforçat galifant? Digues quant vullgues.
-Senyor, molt alt senyor, la vostra benvolença i excelsitud és tan gran, que no tinc més remei que retre-li pleitesia i acatament, però us prec em digau com i de quina manera, i sense saber el rematament de la mampresa feta, penseu que ham eixit en bé, i ens rebeu com a triomfadors... .
-¿Puix què, no comanaves tu 1'esquadra meua? No la regies tu. ¿Qui era lo caporal i manó? ¡Ah!¿Ivols que càpia en la meua pensa que poguera perdre qui com tu mai fon vens;ut? Per ço te dic, desconhortat galifant, que no has segut vençut, puix, ¿què diuen lo penó de sant Cristofol que en les mans portes, eixos captius que esbalaït contemple, i eixe trenc, testimoni de l'esforç i les samugades hagudes? ¿I Cagueme, com no esta ací? ¿On és? Digues, digues a la cort i al poble lo fet de la conquesta, que així ansiós ho desitja.
-Senyor rei Barbut, infanta graciosa, missers, mossens, cavallers tots, i honrats ciutadans, lo fet de la conquesta de les illes Columbretes és llarg de contar, jo un prec que millor que jo poguera fer-ho, us ho referirà Bufanúvols, que ho porta escrit en lo llibre que du ací dins lo cornaló. Gran rei, prec-vos ho permetau axí i no perdrem gens de temps i em fareu estalvi de parlar.
-¡Caporal! ¡Quanta és la teua modèstia, la teua humilitat! ¿Per què no vols parlar de la teua valentia, de ton coratge magnificent i arrabassador? ¡Oh Tombatossals meu, homenàs de fusta d'heroi llegendari, de corpenta de jagant mitològic, d' enginy sens parió en segles passats i temps esdevenidors! -va dir donant-li un bes en lo tos.
En aço,tots els malastrucs filisteus captius varen compendre per les traces en què corria tot allò, que no perperirien mal ab aquelles gents tan javaloies, tan senzilles, de cor tan tendre i de coradella aigualosa, escomençant per lo rei ploró i acabant per los fills, puix encara que aquests portaven xafarots, de lluny se vea que estaven rovellats i tots plens de mosses.
-Arrimat, Bufanúvols, i ab aquell talent que Déu t'ha donat i ab lo poc fogó que tens a aürtar núvols, arremolinar-los i eixugar-los tirant aigua per avall, com per a engronsar, remoure i arrancar de soca i arraïl arbres ab lo teu bufit, llig ab veu clara i gargamell ben net tots els apuntaments que prengueres, però no alenes molt fort, que volarà tota l'enramada i seran al vítol tots els cobertors.
Bufanúvols, fent cluixir les fulles de pell de rabosa adobada de lo seu llibrot, va començar a referir tota la conquesta que en ratlles, garramanxos i samboris tenia apuntada.
Lo rei Barbut plorava a doll, la infanta tenia la bella fesomia tapada, los fills tremolaven, los cavallers estaven desficiosos, i lo poble tot, atenia sense alenar primer, però armant després, ab los sanglots, gemecs i plors, una remor com quan aplega el cap de l'aigua de la sèquia Major. A l'arrematar Bufanúvols, lo rei va abraçar-lo,així com als demés de la colla. Després va parlar Tombatossals:
-Molt alt senyor rei Barbut, lo regne, que no és sols aquest tossalet, sinó tota la planícia que davant teniu, està fet i arreglat; abundants i remoroses aigües el travessen; allí vora aquell mar on un dia vaig somniar en lo desvari de la Serena, pel nostre esforç i com a recordança del meu deliri, varem fer la colla un paratge delitós..., aquell pinar que bé us aprofitarà, als presents i esdevenidors temps, per a festa i ocasió de degollina de pollastres i conills; allí us deixe també los meus braons marcats, que si mal poguí abraonar lo que somniava, seran prou per a acollir les naus que vos apleguen; tota senyoria és vostra per dret de jurament i vassallatge que us feren aquells cavallers que ahir foren domenyats, i aleshores sucumbits en los camps de l'honor, les fites estan ben posades; aquest tossalet és ben poca cosa per a tanta grandesa; els xiquets no poden ni tenen lloc per jugar al flendi, als cartonets, a . màrrega i a les birles; anem, anem per avall i deixem açò per a recordança d'esvenidors segles; que sàpien on se nià lo regne i d'on eren nadius els nostres avantpassats. Nosaltres se n'anem a la cova d'on fórem eixits per donar servici a la vostra magnificència i excelsa voluntat; havem fretura de pau i quietud; sapiau que estarem sempre a la mira; en los öits ben atents velarem per vostre regne, i nostre espirit estarà en tots i cadascú dels seus habitadors.
-¡Gran Tombatossals, les teues paraules vullc que tots les entenguen, i comprenguen los teus pensaments, ¡tu, ver símbol d' aquesta nissaga! Però te dic que ja sóc vell, vullc morir on vaig nàixer, aquests flaires i aquests cudols i roques que ens rodegen em donen la vida; jo no puc fugir d' ací i anar al pla, però sàpies i entengues que als meus fills i filla aixina els ho manaré, però després que siga acaronat per los braços de Déu, després que repleguen les meues despulles; que així ho permeta per els segles dels segles. Tot lo món s'encontrava encernit. De prompte va dir lo grandàs de Tombatossals:
-Seyor rei, ¿qui és aquell cavaller que al costat de la senyora infanta em sembla li dóna amor i cortesia? ¿Qui és aquell fadrí tan ben apuntalat?
-És un gran noble i valerós cavaller d'Aragó, de nissaga de reis; lo d'amor i cortesia és molt cerc, car ja són donades les llicències, i ja deprenen la Doctrina per a amonestar-se. ¿Què vos sembla, galifant, i quin és vostre parer?
-Senyor rei Barbut, em sembla molt bé, com si vinguera 1'aigua a 1'ull de la mola, i és mon parer que aneu molt ben encaminat per eixa drecera; que vostra filla, la llépola infanta, senyora meua, té gust extremat, que ha sabut disparar bé les sagetes del buirac de Cupidet, i que aquest formosíssim regne va a guanyar en gran manera, puix me pense que lo reialme d'Aragó ha de fer sempre bona lliga ab vostra antiga i noble casa. Açò serà lo rovell de l'ou del món.
Aquell gentil cavaller,cabdill cristià, ric-home aragonès, de fets heroics, de valenties i estrenuïtats tantes que fóra llarg de contar, ple d'ardiment i força de braons, fornit i templat, va començar a parlar ab lo nostre Tombatossals, 1'heroi llegendari, i aviat s'entengueren, prompte obriren de bat a bat cors i lligaren perdurable amistat. . .
I vingué la despedida de la colla i caporal. Allí plors, abraços,vítols i promeses de venturoses hores, d' aliances i records mai oblidats. Lo rei Barbut no podia desempegolar-se del galifant, que plorava com home de cor tendre; tots feen carasses i deixaven caure llàgrimes com a cigrons dels ulls botinflats.
-¡Tombatossals se'n va a son casal, a la cova de les Maravelles!
-¡Visca Tombatossals i la seua colla! -digué el rei!.
-¡Visca lo molt alt rei Barbut i la seua goluda, amarinada i gentilíssima infanta! -digueren els de la colla.
-¡Beneïdes siguen les illes conquerides! –clamaren tots.
Un dia era...
Quants anys han passat des de que los fills del rei Barbut volgueren visitar les illes Columbretes! La pastera-bergantí, la Capitana gloriosa, els va dur, però no els va tornar. Un temporal de vent-a-llevant que alçava ones gegantines, va tragar-los per a sempre, i tots anaren al fons per a que galfins i tonyines tingueren bon almorzar. Uns nàufrags contaren la desfeta. Eren antics súbdits de Garxolí del Senillar que es van sometre, per ésser de pasta d'Agnus, al rei Barbut, el del cor tendre. Ells tragueren a la Capitana, el día de la partida cap a les dominades illes, dels tarquimosos tolls del canalat de la sèquia de l'Obra; ells ormejaren i estibaren aquella nau patronejada per Tahor i Casse; ells remaren en aquella rauxa marinera suant pregunta; ells se dessuaren dins la mar...i per poc se'n van a rumbejar en el seguici de la Serena escatosa, la regina de les aigües blaves i salades.
Espaordits encara, de quan la batalla de Montornés, de les pinyolades de Tragapinyols, el de les engaldides famoses, apretaven a córrer, cametes me vallguen, sense girar la cara i sense parar fins que estigueren rebentats. Quan de gaidó la nau Capitana, la mar se l'engolia, enmig de la pau de la matinada i de l'aldarull dels nàufrags, els dos montornessins saltaren a l'aigua entre aquells cavallons escumosos, i cametes me vallguen, menejant els braços com si foren dos hèlixs, mamprengueren el camí, girant-se d'esqueneta de quan en quan, per a omplir d' aire pur la manxa del pit, per a calmar lo ressoll i vore si s'acabava lo fogó. Aixina feren les milles que els separaven de la riba de la mar.
Digueren que quan nadaven d'esquena, la panxa al sol, veren en la llunyania, en la mateixa drecera del castell de Montornés, sobre la lluïsor de les aigües, a la mala pècora de la Serena de la Mar, que tenia els ulls com dos tomates, i que un seguici de peixos ploradors l'acompanyaven. ¿Ploraria per haver-li fet la guitza al gran homenàs de Tombatossals?
Al rei Barbut, en tota la seua barba, li va costar la mort la pèrdua dels seus fills i gràcies que la senyora infanta ja estava maridada ab lo gentil cavaller d'Aragó. Llavors se compliren les indicacions de Tombatossals i los desigs del rei Barbut, treslladant-se al pla. Ans de morir, lo sem del rei va declarar festa del regne lo dia de Sant Cristòfol, i va donar solta a tots els captius, que aveats ja a menjar olives del cuquello, fillola de margalló i dàtils de gos, se quedaren per ací, recriant-se als voltants de la font de la Barlassota, terres que el rei els va donar a poblar. Hui encara ne queden descendents d' aquells cananeus de la conquesta bé que alguns, ab vestimenta de jaca i capell de pinyonet.
Aquest és lo rematament, i prou havem suat per arribar a ell. Ací s'acaben per ara les contalles de les gestes del mai prou alabat i valent galifant Tombatossals, lo pobill de Tossal Gros i Penyeta Roja; gran mestre de la gloriosa ordre de Sant Cristòfol; primer almirall de la Mediterrània; conqueridor pam a pam del regne i colònies, les illes Columbretes; vencedor del soberg i esquifinyat Garxolí del Senillar; sabut manobre que va posar los fonaments de Castelló ab molta valentia, gran saviesa, molts punys, mà de ferro i humilitat de xiquet. Que si la Serena de la Mar el cabitombava algunes voltes, no per ço deixa d'ésser fidel complidor de la paraula donada en jorn memorable al beneït rei Barbut i a la seua cort, fets de gratíssima i maravellosa recordança
Ací acabe tot, i vos dic que, si llegides aquestes romançades i mentires haveu tret algun profit o distracció, no haurem malgastat lo temps, ni tu, llegidor paciençós que et divertires, ni jo, que a l'escriure-les em servien d' agradable distracció.
Per ço, quan en la fragorosa i esgarrifant tempesta va nàixer Tombatossals de les entramenes de Penyeta Roja, no se va encontrar res semblant eixit d' aquell botern rogenc de l'amada, de la sempre volguda de Tossal Gros. ¿I com voleu que encontraren res, si és la imaginació del poble qui va crear una tradició, posà l'ou nial del jagant, va donar-li nom de gran sonoritat, lo va fer moure, l'animà valent, decidit i grandàs, cada generació més i més el rodeja de companya de la mateixa fanzella, va infondre esperit i força a aquesta terra, i el feren símbol de l'antiquíssim regne del rei Barbut?
I que eixe esperit siga en nosaltres, que lo seu exemple ens anime, que mai ens abandone mentres quede un morteràs en los fonaments del nostre benamat poble. I la pau de Déu en nosaltres. Amén.
Anonymus, quien quiera que seas ¡gracias! Prometo ponerlo "en bonito" ...
Jo, qué regalo que me has hecho, de verdad :-)
Ya que estasinteresada, te pongo la introduccion de LLuís MESEGUER, en la edición de Tombatossals de la editorial 3i4:
Tombatossals: les aventures i la veu dels segles
L’obra que ara llegiras és, potser, l'obra narrativa valenciana més interessant i especial de les primeres dècades del segle vint. I la seua curiosa qualitat prové no solament dels seus mèrits literaris, sinó, sobretot, de la capacitat singular d' evocar un món de llegendes i vivències socials ja perdudes de la memòria oral del País Valencia. Tombatossals(1930), conjunt de narracions publicades en un moment històric crucial, el de l'aparició de la modernitat social i cultural a la nostra societat, conté una especial enciclopèdia de les tradicions i els valors dels nostres avantpassats col•lectius, i un testimoni literari dels grans canvis contemporanis esdevinguts en la solemnitat de la història i en la senzillesa profunda de la vida quotidiana.
No ha d'estranyar, per tant, que 1'autor d'aquesta obra singular haja estat un valencià autènticament vinculat a la tradició popular: un llaurador, Josep Pascual Tirado (1884-1937). La ciutat que enalteix amb la grandària i l'atractiu de la llegenda, és la seua: Castelló de la Plana. Els terrenys i llocs de que parla són els que conreava ell mateix amb la seua gent.
Les històries que conta aquesta obra procedeixen del fons del folklore universal i pertanyen al tresor de rondalles, contes i llegendes expressat als països que comparteixen la nostra llengua. Per això, finalment, es pot llegir amb l'emoció de sensacions afectives comparables a les que qualsevol persona cultivada pot sentir en degustar les grans narracions representatives de cultures senceres: l' Odissea d'Homer, el Quijote de Cervantes, o el Simplicissimus de Grimmelshausen. I també es pot llegir comparant-la amb els contes recollits o inventats per Perrault, Grimm, o fins i tot Verne.
A un nivelllocal, diguem-ne, el propi de la cultura històrica del poble valencià, els referents equivalents serien el classic Tirant loBlanc de Martorell, o els contes valencians formalitzats durant les darreres dècades per Enric Valor. Com després veuràs, Tómbatossals és una creació sincrètica: té relacions literàries amb aquella màxima obra narrativa medieval i amb les rondalles populars de transmissió oral.
1. Castelló de la Plana, la terra del gegant Tombatossals
L’espai màgic de les aventures mítiques que coneixeràs és el del terme municipal d'una ciutat que ocupa un lloc especial al nostre País, ja que, per raons geogràfiques, ha mantingut un fecund veïnatge històric amb les terres catalanes del Nord. I en termes polítics i econòmics, és capital d'unes comarques muntanyenques o marineres on la industrialització i la modernitat van arribar tardanament i amb desigual intensitat. L’obra, justament, és una divertida i apassionada crònica dels canvis derivats de la urbanització de la ciutat, i de la correlativa sensació de pèrdua dels valors de la tradició.
Alguns escriptors castellonencs hi van actuar com a testimonis costumistes i nostàlgics dels canvis socials. Gràcies, per tant, al veïnatge amb Catalunya i a un cert tradicionalisme -gens renyit amb la condició política liberal dels sectors socials més importants de la ciutat-, Castelló ha pogut oferir a tota la societat valenciana una intel•lectualitat i una literatura autèntica i representativa, alhora local i universalista: Salvador Guinot, Josep RibeIles Comín, mossèn Joaquim Garcia Girona, Bernat Artola...
Per explicar la gènesi de Tómbatossals, cal esmentar la Societat Castellonenca de Cultura, fundada el 1919, autèntic bressol de l'obra, ja que a les pàgines del seu prestigiós Boletín, sobretot als anys 1922-1924, veieren la llum les narracions que després van constituir el llibre que ara llegiràs. De tots els erudits castellonencs, dos en van ser fonamentals per agombolar el doll de la creativitat tradicional de l'autor d' aquest llibre:Ricardo Carreras i Angel Sánchez Gozalbo. Resulta interessant de remarcar aquesta germanor entre el món intel•lectual i els sectors populars.
Castelló de la Plana, abans dels canvis de la seua fisonomia provocats per l'evolució de la demografia durant les darreres dècades, era un poble gran de base agrícola, on el terme (és a dir, l'orografia i els cultius) tenia una importància fonamental. A l'agricultura s'hi afegien, a la vila o part urbana, un sector menestral, comercial i incipientment industrial, i una minoria de funcionaris de l'administració. Aquesta minoria, que solia ser Iletrada, procedia generalment de fora del País i portava un canvi fonamental: el de la llengua.
Per això, un autor com Josep Pascual Tirado era fàcil de llegir i entendre en l’època en que va viure, és a dir, en una societat que s'expressava sempre en valencià, i per això va conservar per a nosaltres, i per al món sencer, un tresor verbal i cultural impressionant. I ho va fer amb dos estils: un de costumista, representat per un~s narracions incloses al llibre De la meua garbera (1935) i un de mitològic, representat per aquest Tombatossals.
2. Folklore i mitologia: la veu deis segles
La literatura folklòrica és un instrument fonamental de transmissió llegendària i de construcció dels mites de cada societat. Per això, bona part de les histories que aquest llibre conté, les podem llegir, en altres versions catalanes, balears i valencianes, presidides per protagonistes semblants (tat i que amb nom diferent: normalment En Joan de I'Ós o Esclafamuntanyes). Les versions més destacables són les d'Apel•les Mestres, Joan Amades, Josep Maria de Sagarra, Antoni Maria Alcover i Enric Valor.
Ens trobem, en definitiva, davant d'un petit i antic monument literari procedent del folklore universal. Amb altres noms, pràcticament tots els països del món tenen gegants mitològics o llegendaris semblants; de fet, la gegantització és un dels procediments d'idealització més coneguts de les rondalles i llegendes populars. En l'esquema moral i religiós bons / dolents, tan habitual de les rondalles populars, els gegants llegendaris poden ser herois o antiherois, humanitzats o animalitzats, pacífics o violents, bondadosos o monstruosos. Altres gegants heroics bons, equivalents evidents del nostre heroi mític Tombatossals, poden ser l'egipci Osiris, l'hebreu Goliat, el grec Hèrcules, l'hindú Hyndra, el frances Pantagruel, el búlgar Krali Marko, el rus Vertogor, el castella Vuelcacerros...
És clar que els altres personatges mítics de la colla de Tombatossals també tenen el seu origen en la imaginació mítica del folklore, segons Josep Pascual Tirado té la delicadesa d'indicar-nos al Proemi de l' obra: la força transformadora de la terra d'Arrancapins, el clima representat pel vent creatiu de Bufanúvols, l'eufemisme plujós i guerrer de Tragapinyols, l'entremaliada i ingènua infància de Cagueme. Capítol propi mereix una altra perla de la imaginació popular: la bellesa femenina, ambigua i eterna, de la Serena de la Mar.
Tanmateix, l'interes d' aquesta obra, i la seva radical originalitat, rau en el fet que l'autor hi volgué incorporar una explicació mítica de l'origen històric de la ciutat de Castelló de la Plana: la seua pertinença a la medieval Corona d'Aragó. Així, el rei Barbut -personatge que recorda, és clar, el rei Jaume I- viu al castell on es trobava un primitiu nucli urbà de la ciutat de Castelló de la Plana; i la festa major actual de la ciutat es basa, precisament, en una romeria multitudinària a aquell turó, on es troba l'ermita de la Magdalena. La seva filla, la Infanta, segella el naixement històric del seu «regne» en casar-se, no amb el gegant conqueridor sinó amb un «gentil cavaller d'Aragó». Els noms dels seus fills, Tahor i Casse, representen, llegits a l'inrevés, l'horta i el secà de la comarca de la Plana.
Tombatossals, a més, és una mena de petita cosmogonia, d'invenció o fundació màgica del paisatge local. Les aventures de la colla màgica atenyen, conquerint- los o tranformant-los, aquells llocs econòmicament o afectivament essencials del «regne» castellonenc: les partides del terme municipal (per exemple, la representada per l'atrabiliari personatge Garxolí del Senillar), el pinar i el port del Grau, el riu Millars, i les illes Columbretes. EIs capítols destinats a la conquesta mítica d' aquestes illes volcàniques constitueixen, com podràs comprovar, una petita novel•la autònoma, plena d' aventura, de gracia i d' ironia.
3. El tesor lingüístic de la cultura popular
Es pot afirmar que cada llengua dóna un estil definitiu i diferent a cada societat humana. I la cultura popular n'és el tresor inicial. Els contes que contaven les iaies a la vora del foc durant les nits d'hivern, les cançons de segar o les de bressol, la conversa col•lectiva al carrer durant les vesprades d' estiu, les moixigangues, les disfresses dels carnavals o els romanços d'amor i de guerra, no solament acompanyaven les festes rituals o la solitud de la nit, sinó també la ideologia i l'educació que precisava cada moment o cada acte vital personal. Ocupaven un lloc mental i social que, evidentment, ara omplim amb la televisió o la ràdio, tot i que, en aquella cultura, la comunicació interpersonal era molt més familiar, directa i participativa.
En aquest sentit, comprovaràs que Tombatossals és una petita enciclopèdia d'un món en vies d' extinció, el de la societat valenciana tradicional, representat per tota mena de receptes gastronòmiques, de cançons i versets populars, de jocs infantils, de modismes i frases fetes, de refranys, de festes, de creences i costums de tota mena. Aquesta riquesa constitueix, potser, l'argument o missatge implícit de l'obra.
La sensació de descobriment nostàlgic d'aquest tresor ja quasi amagat per la historia s'acreix amb l'aportació retòrica potser més important: la ironia. O dit altrament, l'expressió lingüística de la manera irònica d' entendre i expressar la vida, capaç dels tres extrems a que sol tendir aquesta figura retòrica: l'ostentació, la sàtira i l'auto crítica. En aquest sentit, s'hi pot adduir, és dar, l'evident influencia del Tirant lo Blanch i altres obres cultes, però l'origen profund d' aquesta actitud mediterrània i vitalista és clarament popular: una altra forma de la saviesa de la societat rural valenciana enmig la duresa del treball i de la vida. Així ho han demostrat històricament, entre nosaltres, institucions festives, com les falles, i pròpiament literàries, com el sainet.
De rota manera, cal dir que bona part del tresor lingüístic i moral de l'obra s'ha preservat històricament per haver estat inclòs al monumental Diccionari Cata/a-Valencia-Balear començat per mossèn Antoni Maria Alcover, autor també d'un amplíssim recull narratiu popular, titulat Rondaies mallorquines: una d' elles, és dar, la versió mallorquina del nostre Tómbatossals. Baste dir que algunes locucions, paraules o accepcions d' aquell ingent diccionari hi figuren amb l'exemple únic de Josep Pascual Tirado.
Una obra com aquesta, però, perviu al seu univers propi en la mesura en que és assumida i valorada pels ciutadans i les ciutadanes de la modernitat. Tómbatossals,en aquest sentit, ha tingut alguna recepció, alguna continuació destacable al seu territori natural. Sobretot, a través d'una bella opera per a titelles titulada La filla del reí Barbut(1943), obra de la compositora Matilde Salvador i l'erudit Manuel Segarra Ribés, i que representa, en la duresa de la postguerra, tot un renaixement delicat i contundent del teatre culte en valencià. La «marxa del rei Barbut» d'aquella delicada obra és, actualment, la marxa oficial de la ciutat de Castelló de la Plana.
L’horitzó d' expectatives actual és diferent de l'originari de l'obra. Tanmateix, ara tu t'incorporararàs, si vols, a aquest màgic, petit i antic univers. Mentre la mítica i gegantina colla castellonenca roman a l'aguait a la cova de les Meravelles, llegir les aventures de Tombatossalset permetrà de combinar el plaer de la imaginació i la creativitat amb una incerta sensació de fidelitat al patrimoni espiritual, a la veu dels segles.
LLuís MESEGUER
Universitat Jaume 1
Esta semana se ha muerto el señor Joan. Le he preguntado a Carlos si lo sabía, porque era el abuelo de uno de sus compañeros, y me ha dicho que no. El año pasado, cuando murió la madre de una niña de clase, tampoco se habló de ello en clase. Sigue siendo un tabú este tema ¿no os parece?
El día que pasamos tan a gusto con el abuelo de Alberto y todo lo que aprendimos, fue genial. He pensado que puede ser bonito hacerle un pequeño homenaje, así que he preparado una carta para que la puedan leer en clase, he hecho un vídeo con las fotos de aquel día y también les pasaré el documental de 60 minuts titulado "Pensant en els altres" ya que allí se ve una bonita forma de abordar el tema de la muerte cuando le pilla cerca a un niño de clase... bueno, eso y más cosas.
Publicar un comentario