Hay días en los que tú eliges la ropa y hay días en los que la ropa te elige a ti.
¿Por qué no tiras esos vaqueros? Descoloridos, rotos, zurcidos, desflecados, con agujeros, cuatro tallas más grandes y con más de diez años. Pantalones viejos, zapatillas gastadas, camiseta con agujeros.
Y el cielo del color que me gusta. Y sol. Y no tengo resaca. Y tengo hambre y desayuno y me ducho y me visto y salgo a la calle. Y me pongo a andar, está toda la carretera para mí sola.
Y llevo mis vaqueros viejos, mis zapatillas gastadas y mi camiseta con agujeros. Y meto las manos en los bolsillos y la cadera se adelanta y la espalda se descuelga y pego zancadas de metro.
Y camino, camino, camino y el viento en la cara. Y me acuerdo de otro sábado, cuando tenía ocho años y estaba con el pelo mojado, recién duchada y en mi bici bajando una cuesta, con el el viento en la cara, el pelo y el vestido revoloteando y, de repente, lo único que importaba era estar allí disfrutando, respirando y como flotando en medio de la velocidad.
Y sigo pegando trancos, con las manos en los bolsillos y el viento en la cara.
Hay días en los que tú llevas la ropa y días en los que la ropa te lleva a ti.
Viento Sur (Josele Santiago)
7 comentarios:
Y yo que te imagino siempre con unos zancos, el pelo suelto, atravesando el Ribalta entre un mar abriéndose de palomas asustadas.
Hmmm... es una idea ¡no me gustan las palomas! :-/ (salvo la de la paz, pero a esa a ver quién la pilla... )
Este post también huele a primavera.
¿Dónde dices que me has enlazado? ME da curiosidad ese proyecto :)
Danzando con paso resuelto por los terrenos de la uji, de repente, una brisa en la cara te trae el bien conocido olor a abono, o grasa de perros atropellados, como dice la leyenda. En el parking, entre árboles-palo y coches, las lagartijas y los seguratas motorizados se alejan de tus pies. A lo lejos, más allá de las obras del bus guiado, distingues el brillo anaranjado del piloto izquierdo de tu autobús, que se va.
Te ha quedado muy "lichis" ¿no? :-P ;-)
Qué e ezo de lichis?
Yo los lichis, con nata.
Que me recuerda a alguna canción del Lichis (La Cabra Mecánica):
Atardecer color sepia,
tipo ocho de la tarde, mes de mayo,
en sus aún prematuras patas de gallo.
En su agridulce mirada,
que sonría, mezcla entre gente enrrollada
y niña resabiada de periferia.
Odio los cojines por el suelo,
odio el sexo por experimento,
odio oírla recitar.
Odio mientras decora mi casa
entre multiétnica y vanguardia
de suplemento dominical.
Odio levantarme o no acostarme pa ir al rastro,
odio tomar vinitos,
odio el afterhours,
¡odio a la puta humanidad!,
odio el amor, odio el odio,
odio el amor-odio,
y cuanto más odio, más me odio,
más odio por odiar.
Chu ru ru, chu ru ru ru ru rup.
Ya ni me la pone dura,
su estudiada locura de diva afterhours,
bailando por las calles.
Entre golpes de suerte y palos,
paso sonado factura al cajón de la desidia.
Los agujeros de mis zapatos me están matando...
Chu ru ru, chu ru ru ru ru ru.
Los ojos llenos de nubes,
las botas llenas de mierda.
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