lunes, 22 de octubre de 2007

Las cuerdas locas


Estiró el brazo, se puso de puntillas y voló... bastaba con creer a las mariposas y escucharlas, creer en la canción que murmuraban en voz tan baja. Bastaba con ignorar el ruido, el humo y los malos olores.

Romper los telones negros y arriar las cortinas que tapaban el ventanal. Abrir el pecho y dejar que salieran esos lemmings liantes que rondaban sus costillas.

Bastaba con acordarse de que se debe respirar con el estómago y bastaba con agradecer el sabor del agua, el olor del agua, el color del agua. Bastaba con buscar otro significado a insípida, inodora e incolora.

Pelear contra el dragón que te cierra los ojos. Brindar con ese hipopótamo que te invita a retozar en su charca y aprender a tomar el sol perezosamente.

Bastaba con saber tirar el lastre y desechar los papelotes que sobran. Bastaba con reconocer la letra en la que se escribió en su día la receta del pastel de chocolate. Bastaba con cocinarlo.

Rasgar la niebla con carcajadas y pisar los trocitos que caigan (¿no oyes? hacen crissss, criss, crissss...). Rellenar con algodón los agujeros y usarlos como hamacas.

Bastaba con querer.


Y quiero.

Quiero amarrarme a la ilusión. Despilfarrarla para tener cada vez más. Liarme, enmarañarme con esas mariposas y estar así más libre. Y volar con los pies en el suelo. Olvidar para tener siempre presentes las cosas que merecen la pena. Y llorar de risa.

No en vano tuve que matarme para seguir viva :-)

2 comentarios:

PepeDante dijo...

Ah, ya hacía tiempo que esperaba esta entrada. :-)

servidora dijo...

Gracias por regalarme el título :-)

Hoy era un buen día para usarlo :-)