miércoles, 13 de septiembre de 2006

Crimen perfecto

Cometer el crimen perfecto es fácil, siempre y cuando se sea paciente y no se tenga prisa: es un proceso lento. Este último punto es básico si se pretende tener éxito y no ser descubierto, salvo cuando ya no exista ninguna posibilidad de volverse atrás.

Se empieza analizando a la persona que se pretende destruir. Saber a qué aspira, con qué sueña, a quién ama, qué quiere hacer y qué no haría nunca. Con qué medios cuenta y con qué apoyo, quienes son sus amigos y quienes le odian. Quién le ama.

Hay que empezar por algo fácil, una pequeña desilusión. Una pequeña puñeta que provoque un ligero contratiempo que produzca como respuesta un "¡No pasa nada! Será por falta de nuevas oportunidades...", a lo que se responderá con una sonrisa de ánimo y un "Venga, tú puedes..." Será suficiente con 5 ó 6 de estos episodios.

Una vez en este punto, ya se puede proceder de una manera algo más agresiva y empezar a poner excusas para que un proyecto factible se vaya convirtiendo en algo cada vez más lejano. Se puede optar, incluso, por la actitud conformista y conseguir que el individuo en cuestión esté realmente convencido de qué no quiere hacer eso de verdad, que eran otros, sus padres, sus vecinos o sus amigos, los que esperaban que hiciera eso, pero que él, de verdad nunca lo había deseado, sólo intentaba hacerlo por no desengañarlos. Muy seguramente, con socavar 3 ó 4 sueños habrá bastante.

El siguiente nivel conjuga el creciente desaliento con un amago de victimismo. El individuo acaba convencido de su mala suerte, de lo poco que le han ayudado las circunstancias (más tarde, pero sólo de pensamiento, también le echará la culpa a los que están a su alrededor) y de lo bueno que es él y lo injusto que es el mundo. No daré aquí una medida del número de experimentos necesarios a esta altura del proceso, pues puede depender del individuo en cuestión. Pero se puede averiguar cuando debe finalizar esta fase sin más que observar los síntomas de la siguiente.

En ella el individuo está completamente convencido de que es un inútil y el nivel de victimismo se eleva casi al cien por cien. Tiene algún episodio esporádico de reacción, intentando sacudirse de encima la desidia pero, en general, prefiere rendirse y no luchar ante lo evidente: ha consumido todos sus sueños, ha perdido su potencial y no sabe qué hacer. Lo más cómodo, evidentemente, es dejarse llevar por lo demás, sin aportar nada constructivo. Puede incluso caer en algún tipo de dependencia psicotrópica y de consumo de substancias tóxicas, como alcohol, que le reafirmarán en su particular caída hacia no se sabe dónde. También es posible que provoque episodios agresivos en su entorno, no sé sabe si para vengarse, si para llamar la atención o como forma de conseguir que la simpatías que aún pueda conservar se transformen paulatinamente en odio.

En todo lo anterior cabe destacar que se ha eludido evitar en la redacción del informe lo que resulta ser más chocante: el espisodio es completamente autodestructivo. Esto es, el proceso descrito será llevado a cabo por el propio individuo a matar. Se cobra así la ventaja de disponer de información privilegiada a la que sólo el propio interesado puede tener acceso desde el mismo momento de su nacimiento, y de no tener ningún tipo de duda sobre cuál es el nivel de autoestima, cuáles son los sueños más apreciados (los primeros que deben ser atacados) y cuáles las excusas que resultarán más convincentes.

El resultado: la persona desaparece. No se trata de un suicidio sino de una muerte real, pero no física, de la persona. Poco a poco. Tan poco a poco que quienes le quieren apenas son conscientes del proceso de transformación; un día se dan cuenta de que la persona a la que amaban no está y en su lugar un extraño ha ocupado su espacio.

Y se consuma el crimen perfecto: ¿quién les hará caso cuando denuncien su asesinato si el cuerpo sigue vivo?

18 comentarios:

Sofia dijo...

Este post me ha dado miedo, realmente... :S

José Basauri dijo...

Gloria, sé exactamente a lo que te refieres, a mí estuvieron a punto de matarme así.

Anónimo dijo...

Psssx, así es el matrimonio??
[...]

"Ya no voy a pensar más...
Te estaré guiñando el ojo, todo el dia de reojooooooooo..."
Morcillo el Bellaco, gran figura de las profundidades de Castellón.


[†] Rockera Mutante [†]

Loli dijo...

...

:-(

Loli dijo...

http://www.motivaciones.org/ctoseautorechazo.htm

Mars Attacks dijo...

Qué caña. Me ha encantado.

Anónimo dijo...

No le deseo esta muerte a nadie, creas un zombi.

Anónimo dijo...

Para que fuera "perfecto", yo me aseguraría la no "resurrección", continuando el tratamiento periódicamente...recordándole su situación y apoyándolo con frases como "no te preocupes, es sólo una racha, todo pasará sólo"

Anónimo dijo...

Hola!!! sino hubiera leído este articulo no me hubiera dado cuenta que me estan tratando de matar, justamente es en la oficina donde trabajo un tipo que es gerente de desarrollo lo unico que quiere es materme y no solo a mi a otros mas,es por eso que le entregue este documento a la otra persona afectada, estan haciendo con migo lo que dice en este documento.
A hora como podria yo poder librarme y que se revierta esta situacion? Gracias!!!

Anónimo dijo...

Hola!
Wow
La verdad que buscaba como desaparecer a una persona del Mapa sin que nadie pudiera saber como lo hice.
Está buena tu escritura-
Bastante astuta.



carito_muckie60@hotmail.com

Anónimo dijo...

Me llego como caido del cielo quiero desaparecer una amiga que se metio con mi marido la odio.........

si este ni me resulta igual la mato...

Anónimo dijo...

Muy bien pensada esta reflexión, está perfecta. La intentaré :D)

Anónimo dijo...

Es realemente escalofriante y con exatitud el crimen perfecto lo aplicare ....

Anónimo dijo...

la verdad me encnto yo pensaba envenenarla pero pondre (mejor) tu idea en practica con mi madre que la odio con todo mi ser...

Anónimo dijo...

yo prefiero lo antiguo una buena pistola seis tiros pang pang y borrar las huellas y boto la pstola al rio y todos felices

Anónimo dijo...

Me mataron así...

Anónimo dijo...

Ya me he matado

Anónimo dijo...

ya me he matado