Corro el riesgo de que en Llámame Lola me cojan manía, pero es que tampoco he podido resistirme a este vídeo. Leo y me entero de que es una campaña de televisión que no ha llegado a emitirse porque muestra a mujeres desnudas. Antes de que os embargue la emoción por este muestra de sensibilidad, ¡por fin unos directivos se niegan a mostrar a la mujer objeto!, sabed que se trata de mujeres de más de 50 años. Lo cual me hace pensar que es posible que tanta sensibilidad hacia el desnudo femenino tenga retruco... o que a los directivos en cuestión les gusten más las modelos con 35 años menos.
Y no, antes de que me llaméis gilipollas, me gustaría dejar claro que a mí también me parece mucho más adorables los efebos angelicales de 20 añitos que los señores de 50 y tantos... pero dejadme que me reivindique, por la parte que me toca: sigo sin saber por qué un tío de 50 años es un señor "madurito e interesante" con un punto morboso que puede tirarle los tejos a las niñas de 20 sin que a nadie le extrañe, mientras que si es una mujer la que hace lo mismo corre el riesgo de que el 98% de la población le tache de "loro desvergonzado que no se da cuenta de que hace el ridículo".
La campaña la firma Annie Leibowitz y, la verdad, a mí no me importaría en absoluto que esta señora me fotografiara mis arrugas así de guapas. Porque, ya que estoy en modo reivindicatriz, mis arrugas son mías y me ha costado lo mío, a golpe de vivir, conseguirlas.
5 comentarios:
Pues si Glo eso es lo que digo yo! que un hombre salga con una mas jovencita es todo un logro, un héroe...(ejem) que yo quiera buscarme uno más joven, ya me acusan de pederasta. En fin no hay derecho!!! Viva Marujita!!! jeje
Pues es una lástima porque el anuncio es bien bonito. Muestra el concepto a publicitar de manera clara y en absoluto es machista. ¡Todo lo contrario!
Yo sigo siendo relativamente joven, pero ya estoy un poco cansada de las imágenes de púberes con pinta de señora y demás. Está claro que un cuerpo es bonito en su juventud, cuando está pleno, pero con matices, oye. Prefiero a alguna de las señoras que tan magníficamente ha retratado la Leibowitz (ella tenía que ser) que a mucha jovencita pechugona que se muestra en otras publicidades.
Desde luego lo de la censura publicitaria ya es que es una cosa que me escama especialmente (más que nada porque incide en mi día a día). No os imaginaís la de piruetas creativas que se tienen (tenemos) que hacer a nivel de ideas para sacar adelante una propuesta publicitaria... Oj, siempre pensando en si protestarán la asociación de no se qué no sé cuantitos... Una rabia, en serio. Así que claro, cada vez más a menudo ves menos riesgo en la publicidad y/o comunicación empresarial.
Qué rabia, oye.
Un besote. Cal.
Hace ya algún tiempo que Dove hace unas campañas con mujeres 'reales', o al menos un poco más reales que las que se suelen utilizar para esos menesteres, siendo, además, una empresa de cosméticos. El pasado verano, con una campaña más light que ésta, yo también reflejé de alguna manera en el blog que se lo estaban currando bien. Vamos, que incluso me dio por pensar en cambiar de marca. No lo hice porque sé lo que a mi piel le sienta bien, demasiado madura y delicada ella, pero creo que me lo voy a volver a plantear. Con campañas así llegamos a vernos, a nosotras mismas, de otra manera.:)
Y oye, que una buena ración de autoestima, arrugas, descolgamientos y michelines incluidos, no se tiene todos los días.
Pues la verdad es que se agradece ver a personas más "de verdad" que las típicas recauchutadas de la corporación dermoestética (por cierto, ¿por qué a ellos sí que les dejan poner tías en bolas?). De hecho, ¿qué tienen de malo las tías en bolas? Yo exijo más tías en bolas en los anuncios (y en la tele y en el mundo en general). Por una vida llena de tías en bolas (y días de 48 horas).
Dice la leyenda urbana que Roger Moore dejó el papel de James Bond cuando se enteró de que era como veinte años más viejo que la MADRE de la chica Bond de turno :-)
No sé hasta que punto es cuestión de machismo/feminismo y/o permitirnos el lujo de avergonzarnos de lo que somos: personas en evolución, desde que nacemos hasta que morimos. Con lo bonito, lo feo, lo gracioso y lo triste de cada una de las etapas.
Empeñarse en quedarse "atascado" en una edad (con cirugía, o utilizando una pareja más joven para "evadirte" de lo evidente, seas hombre, mujer o incógnita del infinito) me parece una sandez. Y también un desperdicio.
Si intento revivir mis veinte años (que recuerdo con todo el cariño del mundo) a los cuarenta, me quedaré sin vivir mis cuarenta... que ¿por qué han de ser malos? Lo estúpido sería no aceptarme. O mirarme por los ojos de los demás que no tienen ni zorra de mi vida.
Olé por la campaña de Dove. Me gustan mis arrugas: el 90% de ellas son de reirme. Y mis estrías, casi todas, vienen de mi niña. Y las cicatrices, de vivir. Los michelines, no: esos vienen de las sobredosis de chocolate :-) ¡Qué me quiten lo bailao! ;-)
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