Así sigamos reivindicando
mientras engorda nuestra cuenta en el banco.
Ciegos, sordos, mudos y divididos
en este engreído planeta de simios.
Otro día os pongo Palabras de gasolina (¡eh, tú! ¿llevas fuego encima..?)
...era lo que tenía que responder en el cole. Fue hace mucho tiempo, cuando las niñas teníamos que bordar manteles a punto de cruz. Procuro tenerlo en cuenta ahora que soy profesora.
1 comentario:
Cómo coño iba a ser feliz en su matrimonio
si su marido era el mismo puto demonio,
y qué más da que cada nueve de noviembre
deje un ramito de violetas sobre su tumba.
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