Dedos helados recorren mi espalda. Tengo que rebajar el ritmo de mi respiración porque temo hacer demasiado ruido y despertar al que duerme. El estómago se contrae y las piernas están flojeando. Noto un sabor amargo en la boca, y el vientre tenso como si el deseo estuviera agazapado dentro de él y preparado para saltar. Las manos tiemblan y apenas siento los dedos, quiero tapar mi cara con las manos, pero no me están obedeciendo y tengo que mostrarla... me da vergüenza, como si estuviera desnuda en la plaza del pueblo. En las sienes golpea el pulso, apenas puedo dominar el temblor de los labios... no puedo tragar ni el aire...
Si no notara tanto frío, si no notara tanto vacío, si no notara que me fallan los miembros... si no notara tanto miedo ante la posibilidad de estar enamorada de ti...
6 comentarios:
Dedos que escriben signos en tu espalda
No veo tu verificación visual. Es incongruente, divertido y verosímil a la vez. Es como un jaque mate, estar abocado a fallar de todas, todas.
Que me dice Annie que escribes muy bien, y que si no fuera porque no es de las que ponen comentarios, te lo diría ella misma. Yo pienso igual.
Cuando no veo la palabreja, le doy igual a publicar... ¡sale otra! Y es de estas cosas en la vida que puedes cambiar sin problemas :-)
Abraham, no me da miedo si escriben, sólo me dan miedo si atenazan.
Annie, gracias. Que sepas que me ha hecho mucha ilusión ver tu foto de "graduada", pero no sabía cómo (vamos, por dónde ;-)) decírtelo... sin que fuera un comentario :-)
Emilio, gracias.
Miedo, justo, ese miedo...
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