Saborear un helado de chocolate. Sentir el terciopelo en la boca, fundiéndose despacio mientras relames el pequeño pliegue junto a los labios -no quieres desperdiciar nada-. Pegar un chillidito de alegría cuando encuentras la veta de chocolate fundido entre la crema helada. Ir notando como se satisface la gula, como poco a poco se calma el hambre, el hambre egoísta, el que no está provocado por la necesidad, sino por las ganas de disfrutar, de sentir una caricia dulce en la boca. Hambre egoísta, que se satisface sin grandes cargos de conciencia. Hambre egoísta, que se satisface con avaricia, cuando decides tapar la tarrina y dejar otra ración para disfrutar en otra ocasión, igual de dulce, igual de breve, igual de intensa, igual de grata.
Hambre egoísta, que se empeña en dar vueltas con la cuchara rascando en una tarrina vacía...
Gracias por descubrirme esta canción, Alicia.
4 comentarios:
Anda, si es otra versión! Gracias a ti servidora, por tu estupendas entradas :D
Bonita canción :) Yo también soy medio adicta al chocolate...
Besos y gracias por todo
a mi tb me gusta el helado de chocolate. mmm y el chocolate sin helado tb :P
saluwikis chocolateros ;)
Hambre golosa, caprichosa, hambre de placer prohibido, de su poquito de pecado, hambre de remordimientos, hambre de "no lo volveré a hacer más", de mañana empiezo la dieta, hambre de comer sin hambre.....
¡Helados cabrones! ¿Por que que coño teneis que saber tan bien?, jajajajajaja.
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