viernes, 5 de mayo de 2006

Women's world banking


Puede que mi última entrada, cabreada por la concesión a la fundación Gates del premio Príncipe de Asturias a la Concordia Internacional, venga motivada por mi manía a ese señor. Y, sí, es verdad: me cae muy mal y no lo puedo remediar. Entre los comentarios al artículo de Juan Varela que enlacé ayer, un lector apuntaba que

Disonancia cognitiva.
Es lo que pase cuando los que consideramos a Microsoft una empresa indeseable comprobamos que su presidente es una buena persona.

A ver, seriedad: Bill Gates es el dueño de Microsoft. Si Microsoft sigue la política que sigue, engullendo empresas, atesorando patentes, creando monopolios (¡con productos malos!) e intentando comerse todo el pastel... ahora va a resultar que Bill Gates es un filántropo, Steve Ballmer uno que se lo pasa pipa bailando ante sus empleados y los ejecutivos gente muy chachi que se lo pasa pipa jugando al baloncesto en sus ratos libres... Si sus responsables son santos varones ¿quién marca la política de la empresa? ¿El vigilante jurado y la señora de la limpieza?

BUT THE GENIUS OF MICROSOFT is that it doesn't throttle back, that its leadership is so driven by a flat-out, win-all-the-marbles mentality, that this is not just software. It's about a lot more than that. For Ballmer and his boss, Bill Gates, it's surely about more than the money. Hell, after you pass the $1 billion point in net worth--something both execs did years ago--how many more cars do you want to collect? How much better can you eat? How many other houses do you want to buy?

This is about securing their place in history. In the same way that biographers and economic historians have devoted their attentions to John D. Rockefeller and the amazing oil trust he built by the turn of the last century, future scholars will do the same when they examine this part of the history of the computer industry and the role played by Microsoft.


Pero no, lo que de verdad me cabreó ayer, y por eso me he puesto a escribir hoy, no es que le den el premio a alguien que me cae mal. Lo que de verdad me fastidia es quien ha vuelto a quedarse sin el premio: el women's world banking.

Todos los días soy feliz por haber nacido mujer. Sí, incluso a pesar de no saber aún a qué huelen las nubes. Pero, sobre todo soy feliz y doy gracias por haber nacido mujer en esta época y en este cuadrante de continente. No tenemos ni idea de lo que supone ser mujer en África, en Asia, en Sudámerica... ser mujer, ser pobre, ser despreciada, obligada al papel meramente reproductor, con todas las obligaciones y pocos o ningún derecho. Sabiendo que puedes ser moneda de cambio, escape de iras, objetivo de guerras o esclava sexual. Que, realmente, no eres nadie, no eres nada...

Teniendo muy difícil o imposible medrar, mejorar o trabajar y sacar adelante a tus hijos. Analfabeta y campesina, sin posibilidades de conseguir algún otro tipo de trabajo que te permita mejorar tu forma de vida. Hasta que a Muhammad Yunus se le ocurrió la idea de los microcréditos: pequeños créditos flexibles con interés muy bajo y sin necesidad de aval que suelen concederse a mujeres para que monten sus propios negocios: talleres de ropa, encuadernación, fabricación de cosméticos... ¿El truco? que la mujer, aunque intenten pararla, es un motor para la sociedad: tiene que alimentar y criar sanos a sus hijos; peleará por ellos y su trabajo, a la larga, a quien acaba beneficiando es a toda la sociedad que la rodea, puesto que estas pequeñas actividades económicas acaban dinamizando a todo su entorno.

Os invito a echar un ojo a las ideas, principios, acciones y resultados del women's world banking. Yo, por la presente, sólo intento hacerles algo de propaganda. Ya que parece que en este país, como en todos, lo que de veras cuenta es el dinero y el marketing... o las dos cosas juntas para mayor gloria del autobombo de mequetrefes que se empeñan en pasar a la historia como grandes filántropos. Pero para eso, hace falta algo más que regalar el dinero que a uno le sobra: la actitud mostrada siempre acaba descubriendo qué hay debajo de las poses.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo con la injustícia del premio. No conocía el Women's world banking, pero me parece muy buena iniciativa. Yo también haré propaganda cuando pueda :P.
Un saludo.

Bridget dijo...

En este mundo ser hombre con dinero y donarlo es mucho más importante que no quedarse con dinero y moverlo en el sentido adecuado. Sólo se busca el éxito, a nivel personal, a nivel nacional... cuántas veces hemos escuchado lo de "España va bien", "...el crecimiento económico español..." para hacer campaña electoral, ¿alguien se preguntó si nos interesa que España vaya bien? a lo mejor prefiero saber qué hace España para que el resto esté bien. Microsoft no es más que el reflejo de lo que mayoritariamente se premia, qué íbamos a esperar de un comité presidido por un príncipe, es decir el hijo de un familia que vive muy desahogadamente por nacer en esa cuna. No les enseñéis a los niños que la Revolución francesa terminó con la sociedad clasista, ¿acaso el hijo de Gates no será quien será por nacer en el seno de esa familia? De otra forma y en otro grado vivimos todavía en una sociedad clasista, el País, la familia donde naces es sin duda detonante de lo que eres y tienes más o menos probabilidades de que se te premie por ello cosas insignificantes. Que Bill Gates done una mínima parte de su GRAN fortuna es insignificante.

Mars Attacks dijo...

En este tema siempre he opinado que, si en lugar de donar su dinero, lo invirtiera en mejorar la calidad de su producto, entonces sí que ayudaría a paliar muchos de los problemas del mundo (que su sistema operativo provoca por inseguridad, virus, incumplimiento de estándares, ...) y yo mismo lo nominaba al premio.
En cualquier caso, tampoco soy de los que piensan que sólo por ser un avizado empresario sin escrúpulos tiene que ser un mal tipo. El infierno está lleno de buenas intenciones.