viernes, 7 de julio de 2006

Me hubiera gustado escribirlo yo, pero se me han adelantado



[..] Tristemente, a menudo oímos frases como "No sé qué quieren que haga con estos alumnos. Son vagos, no se motivan, vienen muy mal preparados. En mis tiempos...". Yo no estoy de acuerdo.

Lo decimos porque siempre una generación se ha creído mejor preparada que la siguiente. Es famosa la frase de Sócrates: "Los jóvenes de hoy sólo amáis el lujo. Tenéis manías y despreciáis la autoridad. Respondéis a vuestros padres, tenéis malas costumbres y tiranizáis a vuestros maestros". Otra frase, menos famosa, pero que me gusta más, se encontró en una tableta de arcilla babilónica de hace más de 3000 años: "Esta juventud actual está podrida hasta el fondo de su corazón. Los jóvenes de hoy son unos perezosos, unos malhechores que jamás serán como la juventud en otros tiempos. La juventud actual no será capaz de asegurar el mantenimiento de nuestra cultura". Comparar un recuerdo idealizado de nuestra juventud, con la realidad de esta juventud es injusto [..]


No lo he escrito yo, lo ha escrito mi compañero y amigo Joe Miró. Y se lo dedico a los "3 de 45, 0 de 11". Ello saben quiénes son y de qué hablo. No podrán con vosotros... ¡Ánimo!

8 comentarios:

Sofia dijo...

Sólo puedo decirte que gracias por la entrada y gracias por haber sido una de las mejores profesoras que he tenido. Mucho más allá de la manera de impartir las clases y calificar.
Besos.

Anónimo dijo...

En fin servidora, ¿qué puedo decir?. Diría que no ha hecho falta que lo escribieses tú. Cuando todo esto se acabe yo sé bien a quien recordaré y tengo muy mala memoria. Enhorabuena por no perder la perspectiva. Un abrazo.
Nando.

Bridget dijo...

Si es que "hay que ser torero, la la la"
jajajjajaja

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con que esta generación no es peor que la anterior. Pero hay un hecho incontestable: las estadísticas de suspensos empiezan a ser gloriosas. Ante esto, dos posibilidades (o una combinación de ambas): a) la culpa es del profesorado, b) la culpa es del alumnado. Sobre la posibilidad a): que hay cenutrios dando clases es incontestable, pero creo que en "mi época" la proporción de cenutrios docentes era comparable. Y la b) no debería descararse así como así. El número de alumnos universitarios se ha multiplicado en los últimos lustros, lo que ha hecho menos "elitista" el sistema (que antes ya era poco elitista, por cierto). Es decir, ahora tenemos mucha gente que en otro tiempo no entraba en la Uni. Es normal que algún efecto tenga ese aumento indiscriminado de la población, ¿no? En resumen, que puede que esta generación sea tan válida como la anterior, pero la "muestra poblacional" universitaria es distinta, lo que permite afirmar que muchos de los actuales estudiantes universitarios presentan desinterés, poca gana de invertir esfuerzos...

servidora dijo...

Evidentemente, todo es cuestionable en este vida y es bueno que nos cuestionemos todo.

Cuando yo estudiaba había mucha gente que le echaba más morro que ganas de trabajar (y es posible que haya que contarme a mí entre ellos :-) y mucha gente que trabajaba muchísimo y no le lucían los resultados y gente muy buena que trabajaba mucho y le lucía en consecuencia.

Ahora, que también era más fácil que la gente estuviera motivada cuando yo estudiaba: cuando te ofrecían un contrato no era para 15 días. Ni soñaban con ofrecer un sueldo de risa a alguien con una carrera, conocimientos de idiomas y, si me apuras, algún máster.

Ya sé que el estudio universitario es un privilegio por el que tendríamos estar agradecidos "per se", que el conocimiento es recompensa por si mismo y todo eso... pero, no sé ¿tan exagerado es pretender obtener un empleo acorde con tu titulación? ¿tan difícil es entender que la gente igual ya no tiene ni tanta prisa ni tanta motivación por acabar unos estudios que... qué? ¿que les va a permitir qué? ¿independizarse? ¿ejercer la carrera que les gusta? ¿sentirse adulto y útil a la sociedad? ¿ninguna de las anteriores?

Al margen de lo anterior, que puede ser más o menos demagógico, también es muy posible que los profes universitarios no debamos quedarnos en hacer una burda copia de lo que hicieron nuestros profes. Un día, yo necesité a mis profes para que me transmitieran información. Hoy en día, tengo toda la información del mundo en un par de googlazos. Yo hoy no tengo que transmitir información, tengo que ayudar a "deglutirla". La necesidad es distinta, mi comportamiento, mi actitud y mi forma de evaluar (seguramente) tendría que ser distinta a la que utilizaron conmigo... al fin y al cabo soy un "servicio público" y la sociedad me paga un sueldo. ¿Me monto una torre de marfil con mis conocimientos científicos intocables y sagrados? ¿o doy a la sociedad lo que demanda de mí? Que, posiblemente, sea una formación universitaria ligeramente distinta a la que recibí y percibí de pequeñita...

Lo dicho, todo es muy cuestionable. Se admiten sugerencias :-)

Anónimo dijo...

Profesoras así hay pocas... y no lo digo para que me apruebes el año que viene porque... me voy a otra carrera! Va a ser una pena no tenerte de profe... con quien me reiré yo por las mañanas abuf! ¬¬

Mars Attacks dijo...

Los tiempos no cambian; la vida va más rápida, hay gente que trabaja mientras estudia y saca una carrera de cinco años en ocho o diez, y otros que hasta la acaban en cuatro para ponerse a trabajar antes; los hay que no piensan en trabajar y lo alargan lo indecible sin hacer demasiado de provecho y, algunos, simplemente parasitan en el césped, poniendo a punto su función clorofílica.

Y por el otro lado, lo mismo: hay profesores que querrías que te apadrinaran y que se preocupan más por ti que tus propios padres, y otros para los que sólo eres un número o una estadística.

Los hay que dicen "Tienes un 4'2 en el examen, pero un mal día lo tiene cualquiera y se nota que te has esforzado durante el curso, ahí tienes un 5 y esto es lo que tenías mal y cómo había que hacerlo", y otros que dicen "Lo siento, mi 4'99999995623523 periodo es inapelable; yo nunca me equivoco, nos vemos en la próxima".

También los hay normalillos, que simplemente cumplen con su tarea de catalizar la digestión de conocimientos en un cerebro virgen (o quizá con demasiadas sobreescrituras y algo rallado). Hay otros con los que no entiendes por qué están explicándote algo que OBVIAMENTE está mal y que cualquiera de tus compañeros medianamente avanzados podría explicar mejor... se les nota que no tienen ni ganas de enseñar ni base para hacerlo, y termina siendo una tortura bidireccional.

En fin, toda una flora y toda una fauna. A veces dan ganas de preguntar eso de "¿contra quién tenemos clase hoy?", y con otros es un "lástima que sólo sean dos horas al día".

Menudo tochazo, sólo para venir a decir que hasta siempre, y gracias por el pescado.

Anónimo dijo...

Mi deporte favorito es tirarme a las piscinas sin agua.
Pero me alegro muchísimo de saber que si me estrello, para ciertos profesores no pasaré a ser un número más, si no que con un poco de rito de lluvia todo se consigue.

Ánimo campeona, grácias a vos tengo el alma en fuego y encolerizada mi mente para aprobar lo que se me ponga por encima.

Y ahora, un poquito de r'n'r no??
Keep on Rockin'
[†]Rockera Mutante[†]