sábado, 25 de febrero de 2006

¡Carnaval!



-Què va passar amb la mòmia?-volen saber els nens.
-Bé, el cas és que no era al seu lloc, és a dir, en aquest sarcòfag de pedra. En un principi, els arqueòlegs van pensar que no hi havia cap mòmia, però més endavant la trobaren... Era força lluny de la cambra funerària, en un petit passadís lateral, com si s'hagués posat a caminar tota sola...


Hay quien la vio ayer mismo, caminando como si nada por Castellón... :-)

(El fragmento es de Tina Superbruixa i la mòmia, de Knister. Gracias, Clàudia, por regalárselo a María)

Sorpresa agradable

Eso es lo que me he llevado hoy navegando por internet. Yo soy de Ferrol. Bueno, nací en Ferrol y aunque mi familia se trasladó a Fene, a unos cinco kilometros, cuando yo tenía 7 años, Ferrol seguía estando ahí: el instituto, la familia, muchas cosas me llevan a seguir considerándome ferrolana. Aún así, la verdad, soy bastante "quejicosa" con respecto al aspecto que muestra. En mi opinión se le nota en demasiados detalles que es una ciudad militar (muchos años de capitanía general y tercio norte... ). Para colmo, de vez en cuando te encuentras con malas noticias: un incendio ha destrozado tres casas en el casco antiguo, el pasado jueves. En una de esas casas vivieron unos amigos; estas navidades aún hablabamos de cuando yo era pequeña, de cómo me gustaba ir allí y jugar en la buhardilla, que era territorio vedado a los adultos.

Sin embargo, gracias al tema del incendio me he encontrado esta página que muestra la parte más rica del paisaje de mi ciudad: sus edificios modernistas. Si os interesa el tema, en la sección "Noticias" hay un boletín descargable en pdf.

Otro día tengo que hablar de Fene. También tiene sus detallitos...

viernes, 24 de febrero de 2006

Amores perros... (4)

Zorba, Tuno y Jacky... Cada uno con su historia. Voy a empezar con mi cachorrín, Zorba. Imaginaos la perra bóxer más guapa del mundo (sí, Roni, lo siento, ¡incluso más guapa que tú!). Eso sí, imaginaos también el trasto más trasto del mundo... y saldrá Zorba.

Mi madre no quería perros, pero mi hermano sí y se pidió un cachorro de Roni. Y, como estaba temporalmente en Mallorca por cosas del trabajo, quedó el tema en que nosotros tendríamos el cachorro en casa hasta que él volviera y se lo llevara para su casa, en Vigo. Quería una perra. Y había que llamarle Zorba. Pues eso. Aún recuerdo el día que la recogí del nido de su mami y me la llevé a casa. No sé por qué, pero recuerdo que mis padres se fueron a dar una vuelta y ¡oooh! cachorrín sólo para mí, hmm, ven que te coja y te mime un rato y en esto ¡ding, dong! y una genuina pareja de mormones en la puerta, tratando de evangelizarme... ¡ay! ¡cómo lamenté en ese momento que Zorba sólo tuviera 6 semanas!

De las muchas trastadas que hizo, hay dos que las tengo imborrables. No sé si alguna vez habéis criado algún cachorro. Los de perro tienen la fea costumbre de morderlo todo, todo, todo. Pues, en una de estas, no sé que había hecho mi chiqui, que ya tenía 4 meses, pero había sido merecedora de enfado sumarísimo y encierro castigador en la galería de la cocina. Zorba estaba intentando convencerme de lo injusta que había sido (llorandito, llorandito...) cuando de repente, ¡zas! empieza a golpear como una loca contra las paredes. Pero ¡una auténtica lluvia de golpes!. Yo pensé "ya está, le ha dado, pero esta perra... ¿está loca o qué?". Me fui corriendo para la galería y me la encontrá pegándose contra las paredes... y, mientras me hacía cruces preguntándome qué le pasaba, me di cuenta de que le salía un trocito de cuerda por el culo. ¿Un trocito? La agarré por el collar y empecé a tirar del "trocito" de cuerda... ¡metro y medio que se había comido, la muy melona!. Por lo visto, a pesar de ser muy rica en fibra, a la pobre le estaba costando expulsarla... La otra es bastante menos escatológica. Pero también tiene su aquel. En casa se compraba el vino en bodega, a granel, en un garrafón de 5 litros. Un día mi padre fue a rellenar el garrafón; cuando volvió lo dejó en la cocina, y nos fuímos a dar una vuelta en plan familia feliz. Zorba se quedó cerrada en la cocina, como siempre cuando se quedaba sola. Estuvimos fuera unas tres horas y, al abrir la puerta de la cocina el espectáculo era ... un garrafón de cinco litros derramado por el suelo y una perra, completamente borracha, patinando entre charcos de vino mientras intentaba menear el rabo para demostrar lo contenta que estaba de vernos ¡cómo si lo de estar "contenta" no fuera evidente!. Uf, ¿tendrán resacas los perros? Porque la de mi chiqui tuvo que ser de impresión...

Mi hermano se llevó a Zorba a Vigo a principios de septiembre, y luego yo me fui para Valencia, empezaba la universidad. Volví a verla en navidades, aunque esas navidades, con lo de papá, ni hubo muchas fiestas, ni ganas de hacerlas. Y ya. Cuando tenía 8 meses la atropelló un coche. ¡Pobre trastiño! No le dio tiempo de asentar cabeza.

Tuno y Jacky era dos pedazo perros. Pero cada uno "hijo de su padre". Ya he comentado que Roni tuvo dos novios. Pues Tuno era "largo" como el primero y Jacky era "redondito" como Colombo. Y cada uno, en su estilo, visto de lejos metía miedo. Primero vivieron juntos Roni, Jacky y Tuno. Pero, en cuanto pasaron de los 9 meses hubo que pensar en separar a los machos. Los perros no entienden de lazos familiares y en esa casa había dos machos jóvenes y una hembra en la que no reconocían a su señora madre. Tuno pasó a la nave de San Marcos y Jacky quedó en casa.

Pasé mucho tiempo sin ver a Tuno (yo estaba en Valencia y él en medio del monte, no había muchas posibilidades de coincidir) pero un día me avisó Merce de que le subía la comida, que si iba con ella. Yo no lo había visto en dos años y me encontré un perrazo enorme, musculadísimo de tanto correr por la nave, que venía como una locomotora hacia mí... ¡para empezar a pegarme lametazos como un poseso!. Nada, seguía siendo el cachorrín al que tantas veces le había dado biberones, cuando ayudaba a su pobre madre a sacar adelante a sus 11 churumbeles. Con el tiempo, Roni le cogió tirria a Jacky (¡ay, qué familia!) y se fue a vivir con Tuno... De hecho, él fue el culpable del segundo preñe de su madre. Ya he contado como acabó este embarazo. El final de Tuno nos tememos que también fue trágico. A pesar de que con los conocidos era un auténtico cachorrín de peluche, para los extraños era un perro bóxer de más de 50 kilos y con una alzada bastante más considerable de la habitual. Y una actitud bastante intimidatoria. El caso es que desapareció sin dejar rastro. Por la tarde, al anochecer, solían dejarlo para que se fuera de paseo a su aire por los alrededores de la nave. Un día no volvió y no se encontró ni rastro. Nos tememos que tuvo un final bastante más trágico que sus hermanos: con su tamaño y su carácter, es más que probable que lo robaran para usarlo de sparring de perros de pelea. Cada vez que pienso en esa posibilidad se me pone sabor de hierro en la boca.

Al final, el más tranquilote de la familia fue Jacky, el "conachiño". Lo siento, conacho es un adjetivo ferrolano sin traducción al castellano. Pongamos que viene a decir algo así como "tonto, pero tonto grandísimo tonto con ganas y con esa tontería que te dan ganas de estrujarlo de lo tontísimo que es". Hum, no sé, ahora que lo pienso primero consiguió que Tuno se fuera al monte y con el tiempo también echó a Roni... ¡a ver si era más maquiavélico de lo que parecía!. No, es broma. Era conachiño y el resto fueron las circunstancias, señor juez. Con el tiempo se convirtió en el auténtico casanova del barrio. Nos dimos cuenta de sus "cualidades" una noche en que misteriosamente no vino a dormir... y, ¡mira por dónde!, la perra setter de los vecinos, tampocos. Y, ¡anda, qué casualidad!, a los dos meses nació una camada preciosa de perritos setter ¡con el morro chato de los bóxer! Buf, ni recuerdo el tiempo que ese morro chato fue una seña de identidad de los perros de mi barrio. Encontrabas un ejemplar de raza o de auténtico can de palleiro (apelativo que reciben los perros mil razas en Galicia) con morro chato en prácticamente cualquier esquina. Nada, conachiño y ligón. Menuda descripción para el bueno de Jacky.

Iba a poner "epitafio" en lugar de "descripción" y me he cortado. Más que nada, por parar un poco el dramón, y no acabar otra vez llorando. Jacky murió, claro ¡han pasado muchos años!, pero de viejito y tranquilamente. Y dejando muchos descendientes... Fue feliz y un buen amigo ¿quién no se apuntaría a ser recordado así?

martes, 21 de febrero de 2006

Amores perros... (3)

Mi abuelo murió cuando yo tenía 10 años. Se acabaron nuestros fines de semana, recorriendo Fene con los bártulos de pintar o haciendo merendolas en las que competíamos por ver quien era más goloso.

No sé exactamente cómo fue la transición, pero del reinado de mi abuelo, pasé al protectorado de mis padrinos. El hecho es que a los 12 ó 13 años ya pasaba bastantes fines de semana en casa de Gloria y Daniel. La verdad es que estar en aquella casa, a mitad camino entre la casi civilización y el casi monte, en la que si madrugabas un poco podías ver una cola de raposo perdiéndose en el bosque de al lado, prestaba mucho. Y, además, por visitar tanto aquella casa, conocí a Colombo.

Colombo era un perrazo bóxer al que no había persona humana que se acercara cuando estaba trabajando. O sea, cuando estaba amarrado por la correa en la puerta de su "pisito", frente al garaje, en casa de Ramiro y Elena, los vecinos de mis tíos. Se ponía a ladrar como una fiera corrupia y tiraba de la cadena con toda la fuerza de aquel cuello de toro que metía miedo.

Yo ya estaba acostumbrada a tratar con Roni, y nunca se me ocurrió acercarme a Colombo cuando estaba de guardia. Pero un día me lo encontré en su paseíto matinal, cuando salía al camino a comprobar que todas sus marcas de territorio seguían en su sitio. Llegó a mi lado, le di a oler mi mano, me la estuvo husmeando un ratito, solto un medio estornudo-medio suspiro y siguió marcha. A partir de aquel día fue mi amigo y nunca más volvió a ladrarme. Más bien se acercaba para pegarme un lametazo XXL.

Y, claro: cuando Roni se llevó su desengaño amoroso con aquel galán que la dejó abandonada en la nave industrial, le hablé a Merce de Colombo. Para completar mi labor de Celestina le hablé a Ramiro de Roni. Y concertamos la cita. Aparecimos con Roni en casa de Colombo... ¡y aquello fue un flechazo! Se vieron, se olieron y empezaron a corretear juntos como cachorritos retozones monte arriba, monte abajo...

El caso es que a los dos meses estábamos de parto. Once cachorros. No daba crédito a mis ojos. Nació el primer cachorro y Roni sabía qué hacer, cómo romper la bolsa, cómo estimularlo a lametazos hasta conseguir que respirara... Te sentías una mirona inútil. Estaba tan ocupada, que se le juntó la faena y expulsó al segundo perrito mientras aún estaba atendiendo al primero. Merce, su madre y yo nos pusimos nerviosas porque no sabíamos muy bien qué podíamos hacer para ayudarla. Evidentemente el segundo cachorro lo estaba pasando mal y se empezaba a ahogar (aún estaba en la bolsa). Roni acabó por fin con el primer cachorro e hizo caso al segundo. Casi chillamos, lo metió en la boca... y habíamos leído que las perras a veces devoran a los cachorros que mueren en el parto. Pero, de repente, nos dimos cuenta de que le estaba haciendo el boca a boca. Creo que las tres mironas acabamos con los ojitos medio llorosos de la emoción. A partir de ese momento, nos quedamos calladitas, limitándonos a animar a la perra y a darle caricias de vez en cuando. Era ella la que estaba al mando y nosotras simplemente teníamos que estar agradecidas de que nos dejara compartir ese momento. Además, lo pienso ahora y me doy cuenta de cuánto nos quería aquella perra que nos dejó que la agobiáramos de aquella forma. En cuanto dejamos de darle la vara, todo fue mucho más fácil y los demás cachorros nacieron sin problemas.

Los días que siguieron a este son difíciles de contar. Quien no haya sido nunca testigo de cómo crece una camada de cachorros, no puede saber cómo alucinas viéndolos, primero arrastrándose por el nido, sin otro rumbo que encontrar una teta de su mami a la que agarrarse ¡y cuándo tienes 10 hermanitos más, tienes que espabilarte!. Como a las dos o tres semanas, ya tienen sus ojitos abiertos, y empiezan a andar y, por supuesto, comienza todo ese repertorio de tonterias que todos los cachorros (caninos, gatunos, humanos, ...) hacen y que obligan a los ejemplares adultos (humanos) a revelarse como auténticos imbéciles (¡di que sí!)

De esta camada, tres cachorros fueron especiales: Jacky (el segundón, el del susto), Tuno y Zorba. Los tres forman parte de mis amores perros.

Los cachorros nacieron a principios de Julio. Ese verano fue especial. Tenía 17 años. Fue mi último verano oficial como ente despreocupado y no sabía muy bien qué me esperaba el resto de ese año: me trasladé a Valencia para empezar la universidad... lo que me provocó un desarraigo más fuerte de lo que aún hoy en día quiero reconocer. Y, sobre todo, falleció mi padre. Aquello sí que supuso, definitivamente, dejar atrás la infancia.

Una de las amigas que más me costó perder fue Roni, precisamente. Al estar fuera, sólo podía verla en vacaciones. Además, este parto tan bonito no fue el único. Hubo otro, por desgracia bastante más triste, al cabo de tres años. Es posible que la buena de Roni ya estuviera muy mayor. Coincidió con las vacaciones de Pascua. Todos los cachorros nacieron muertos. Además, la perra no podía expulsarlos bien y había que ayudarla. Todos nos sentíamos fatal y nos íbamos turnando para ayudarla y no dejarla nunca sola. Estuvo 4 días pariendo y quedó nuy débil. Cuando volví a casa por las vacaciones de verano, me confirmaron lo que no se atrevieron a decirme por teléfono y que yo no me atreví a preguntar.

domingo, 19 de febrero de 2006

Amores perros... (2)

No sé qué día fue exactamente, pero era casi verano. Llamaron a la puerta y era Merce, la vecina de enfrente: "Hola ¿y tu madre?". Tras el grito de aviso habitual vino mi madre y Merce nos explicó: "Acabo de comprarme una perrita y os la quiero presentar para que no os tenga miedo..." Entre bromitas de quien tendría miedo a quien, nos metimos en su casa. En un rincón de la cocina, estaba un cachorro bóxer de 2 meses. Roni.

Vi el cielo abierto. Mi madre no quería perros en casa de ninguna manera, y mi vecina me dio permiso para ir a ver a Roni siempre que quisiera. De hecho, en seguida convinimos en que, como era aún tan pequeñaja y sería un peligro bajarla a la calle, me la podía subir a la terraza y jugar allí con ella. En esa época, en la tele hacían una serie basada en la película "Nacida libre" (sí, esa: Born free) y no pocas veces jugué con la fantasía de que el terrado era la sabana africana y Roni era una cachorra de leona llamada Elsa.

Roni cambió definitivamente mi forma de relacionarme con los perros. Conseguí dejar atrás cualquier rastro de miedo y empecé a entender cómo y por qué hacían las cosas. Pero no sería honrada si no reconociera el mérito de Merce en todo ello. Ella me enseñó a pensar de otra forma y a respetar y a reconocer ciertas normas de conducta de los perros; cómo hacer que el perro se adapte a tu forma de vida, pero como también nosotros debemos aceptar sus costumbres hasta donde ello sea posible. Me dejó leer un libro, creo que se titulaba "Cachorro", escrito desde el punto de vista de un cachorro de 3 meses. De como lo pasan fatal con nuestros gritos y nuestros olores agresivos (tabaco, colonias, ...), de como se sienten pérdidos cuando nuestra actitud no es coherente, pero, sobre todo, de como se sienten recompensados simplemente con una caricia. No sé si Merce es consciente de lo mucho que influyó en mi forma de ver el mundo y de relacionarme con los demás, cuando me enseñaba a respetar a su perra y a hacerme respetar por ella. Lo que es seguro es que nunca se lo he agradecido.

Roni era un torbellino y hay una imagen suya que es uno de los recuerdos más nítidos de mi infancia. La puerta de la casa de mis padres permanecía casi todo el rato simplemente cerrada con un muelle que, en cuanto empujabas la puerta, la abría de par en par. A la que Merce abría la puerta de su casa, Roni entraba como un ciclón en la nuestra: empujaba la puerta y se iba directa a la cocina y se sentaba frente a la alacena en la que mi madre guardaba las galletas. Allí la hacíamos sufrir un poquito. Los boxers tienen fama de ser perros muy babosos y ¡doy fe de que es cierto!. Roni sentada frente a la alacena sin mover un músculo pero chorreando ríos de baba, primero poco a poco, luego a lo bestia ... Creo que solíamos hacerle esperar dos minutos o así (¡en cuánto veíamos que la cocina corría serio riesgo de inundación!) y luego siempre recibía una galleta. A continuación, hacía la ronda: empezaba a husmear todas las habitaciones de la casa (¡recorrido exhaustivo, no dejaba ni un rincón!) y se volvía a su casa.

El torbellino se calmó un poco con su tercer celo. De repente, de un día para otro el cachorro se transformó en una "lánguida damisela" que suspiraba brevemente, recostada en el sofá. Empezó a desarrollar alguna que otra manía (con Pinky, un perrito pelín chillón del portal de al lado, casi tuvimos un disgusto) y un fuerte instinto protector: más de un cobrador cambió de color al llamar a la puerta de mi vecina, y encontrarse con un par de patas de perro en el pecho y un morro chato frente a su ojos.

Pero no fui consciente de que se había hecho mayor, hasta que Merce me dijo que le estaba "buscando novio". De hecho, tuvo dos. Merce y Luis tenían un amigo que, a su vez, tenía un perro bóxer. Ni me acuerdo del nombre del perro. Sólo recuerdo que los habían llevado a una nave industrial en San Marcos y allí se quedaron solitos. No sé si el sitio era poco romántico o si el novio en cuestión no era del agrado de Roni. Cuando fuímos al cabo de dos días para llevarles comida y bebida, vimos que Roni ladraba al pobre galán cada vez que se le acercaba, que el pobre can se iba arrastrando (literalmente)por el suelo intentando "consolarse" y que ¡en cuánto se dio cuenta de que la puerta de la nave estaba abierta, salió corriendo desesperado!. No recuerdo muy bien a qué vino el repentino impulso, pero, en estas, me ví corriendo monte abajo detrás de un perro bóxer enorme (era un perro "largo", de gran alzada y músculos muy largos y finos) y al que no conocía de nada. Conseguí alcanzarlo, porque el pobre estaba despistado y se había parado. Lo agarré del collar y me lo llevé de vuelta a la nave. Años después, Merce me decía que no entendía cómo había sido tan atrevida, y me había lanzado tras el perro y había sido capaz de llevarlo a rastras agarrado por el collar.

Evidentemente, entre Roni y Merce mi miedo a los perros estaba definitivamente curado. Ambas me habían enseñado que el único truco es el respeto mutuo, que hay muchas formas de relacionarse y que no sólo las personas somos capaces de expresar lo que sentimos.

Bueno, Roni tuvo otro novio (chaparrudo y redondete) y también tuvo cachorros. Por cierto, la mitad de la camada eran perros largos, de músculos finos y, la otra mitad, perros chaparruditos y redondetes. Pero la historia de la camada de Roni se merece otra entrada aparte.

sábado, 18 de febrero de 2006

Amores perros...

En un momento de inspiración hice un comentario en casa de Calcetines y M. me dijo que quería saber más cosas de mis amores perros. Pero, por extraño que parezca, siento que no puedo contar bien esas historias si no empiezo comentando un suceso que viví con mi abuelo. Y no, no es que mi abuelo tuviera perros y me contagiara su afición. Más bien al contrario: mi abuelo fue mi "cómplice" en mi mala relación con los perros y buena parte de mis primeros recuerdos sobre perros (funestos, como se verá) los tengo asociados a él.

En teoría, mi abuelo era un oficinista jubilado de Bazán. Pero, de verdad, mi abuelo era pintor. Paisajista. Mis recuerdos más claros sobre mi abuelo, los tengo desde que enviudó (mi abuela murió cuando yo tenía 7 años). Además de visitas breves a su casa por entre semana, nuestros días eran el sábado y el domingo, que era cuando venía a comer a casa. Y en cuanto acababa la comida, después de reposar un ratito, allá que nos íbamos andando él y yo; él buscando algún paisaje que le inspirara, yo buscando cualquier "tesoro" que encontrara por el camino.

Lo habitual era buscar por corredoiras, monte arriba hacia Sillobre o por el valle de Perlío o hacia Neda por el camino de la ribera. Cuando alguna casa con hórreo, algún huerto, un lavadero o un cruceiro llamaba su atención, abría su maletín -un par de lienzos sobre cartón en la tapa y los colores bajo la paleta-, escogía pinceles, mezclaba colores en la paleta, sacaba el carboncillo, hacía un bosquejo y empezaba a pintar el cuadro. Yo, mientras tanto, procuraba incordiarle todo lo posible y más, pegando gritos, pidiéndole que probara la merienda que acababa de hacerle (con hierbecillas varias, mezcladas con barro y un buen puñado de piedras) o protestando porque quería volver a casa a ver los chiripitifláuticos.

En esta idílica estampa nunca faltaban los perros. No hay mejor sitio para encontrar perros de todos los tamaños, razas y colores, que paseando por el campo en Galicia. En cada casa se encontrarán dos o tres, ladrando como posesos en cuanto te acercas... por no hablar de los que te encuentras por los caminos. Y yo les tenía muchísimo miedo. Pánico.

Mi abuelo procuraba quitármelo, haciéndome razonar. Pero, al final, optaba siempre por buscar un buen palo y me decía: "Tranquila, que si viene algún perro, al ver este palo, seguro que sale corriendo..." y yo me agarraba a su mano como si fuera acompañada del mismo San Jordi. En cuanto se producía algún "encuentro" peligroso, allá estaba él para ejercer de fiero caballero protegiéndome del ataque del dragón.

Un día mi abuelo cumplió una promesa que me había hecho y que yo le recordaba cada dos por tres, porque veía que no llegaba el día. Mi abuelo me había prometido llevarme en barco, y un buen día me dijo: "Hoy vamos a cruzar a Mugardos en la lancha". ¡La lancha de Mugardos! La verdad, no era la travesía del Titanic, aunque a mí me lo pareciera. Por situarnos, la lancha es parecida a la típica "golondrina". Y Mugardos está frente a Ferrol, a menos de dos kilómetros "a la otra banda" de la ría. Por carretera se tarda bastante más que en lancha, ya que hay que bordear y la ría es bastante más larga que ancha, así que fue un transporte bastante utilizado hace años. Hoy en día, como tantas otras cosas que no son rentables, se habla de hacerla desaparecer definitivamente.

Pues, lo dicho, allá fuímos a Mugardos. Hicimos el reconocimiento de terreno habitual, mi abuelo buscando inspiración y yo cotilleándolo todo. Mi abuelo encontró una bonita esquina que pintar en una plaza y se puso a ello. Yo, mientras tanto jugaba por allí. Debí de aburrirme más que de costumbre, porque empecé a ir de acá para allá... Y vi un perro durmiendo. No sé qué diantres me pasó por la cabeza, que no se me ocurrió otra cosa ¡a mí! que acariciarle la cabeza. Bueno, digamos que fue un intento: en cuanto me acerqué con idea de acariciarlo, levantó la cabeza de repente y me mordió en el brazo. ¡Pobre abuelo, creí que se iba a echar a llorar allí mismo! Se llevó tal disgusto que creo que yo ni lloré de la impresión de verlo así... entre los nervios de mi abuelo y de la dueña del perro, me quedé un poco sorprendida (¿por qué gritaban y se dolían más que yo, si me había mordido a mí?) hasta que empecé a ponerme nerviosa pensando en algo que sí que me daba pavor ¿qué diría mi madre?

Ya he dicho que mi abuelo era mi cómplice habitual: a la hora de merendar era aún más goloso que yo, cuando le pedía sus libros de láminas de Velázquez, Sorolla, Monet, Manet, Van Gogh,... me los dejaba sin pensar siquiera que podría estropeárselos... y si yo tenía miedo a los perros, él me defendía. Y si yo le tenía miedo a mi madre y no me atrevía a decirle: "Me he ido a acariciar a un perro y me ha mordido...", él se juramentaba conmigo y hacía triple promesa de no chivarse.

Y, bueno, por supuesto mi madre se enteró. En cuanto me pilló el brazo desnudo en la ducha, al ir a lavarme el pelo, como 4 días después del incidente. Y sí, a mí me riñó... pero ¡no fue nada comprado con la que le cayó encima a mi pobre abuelo!

Si recuerdo aquí este incidente es porque, curiosamente, ese día empecé a perderle el miedo a los perros. Casi como si hubiera caido en la cuenta de que un perro, como la mayor parte de las personas, lo único que quiere es que le dejen descansar al sol tranquilamente...

Pero no les empecé a entender de verdad hasta que no llegó Roni. Esa es otra historia y otro capítulo.

Regalo

[Vía Escolar]

Un CD de música libre para descargar.

Incluye carátula en PDF para dejarlo aseadito... ¡Qué aproveche y buenas noches!

jueves, 16 de febrero de 2006

Otra cadena :-)

Y esta es realmente digna de ver: me he encontrado en el CiberPaís de hoy este enlace,

http://worm.bluesfear.com/

Presume de ser la página web más grande del mundo. Lo que sí es cierto es que es alucinante contemplar la cadena de imágenes... Para visitar más de una vez y despacito...



[off-topic] En el mismo número hay un artículo sobre la primera sentencia sobre copyleft en este país. Salen también esos chicos tan simpáticos que Siempre Ganan Algunos Euros.

lunes, 13 de febrero de 2006

Cadena literaria

Me pasa aniwiki el testigo para seguir una "cadena literaria". Hace poco leí "Una palabra tuya" de Elvira Lindo y hacía tiempo que una frase no me dejaba tan hecha polvo:

Qué raros son los recuerdos que nos hacen disfrutar de una felicidad de la que no nos dimos cuenta y con la que no fuimos felices.

Bueno, tras este refinado ejercicio público de masoquismo ilustrado, paso el testigo a Espartaco, Jota, Peralta y JNegre.

Por cierto ¿es "temporada alta" de memes? :-D ;-)

sábado, 11 de febrero de 2006

Vinilos, CDs, mulas, piratas y demás fauna...

Estaba pensando que me emocioné tanto al descubrir la web de Alex de la Nuez, que la entrada de ayer me quedó cutre cutre...

Tienen ante ustedes a una persona que vive en estado permanente de mosqueo con los CDs desde que aparecieron. Me explico: no concibo la vida sin música. No encontrar "ecos" de música en mi cabeza suele ser equivalente a estar a punto de cabalgar mi depre periódica.. si no tengo una cancioncita a punto para canturrear, se puede creer que estoy chunga. Tener buen oído y buena memoria musical me ayuda a sobrellevar dignamente la limitación que supone tener muñones en lugar de dedos, lo que me hace ser negada con cualquier instrumento musical, y de ser una analfabeta musical, y de... morirme de envidia ante cualquiera capaz de componer.

Vale ¿y el mosqueo, por qué? Vamos unos lustros para atrás... vinilo ¿os acordáis? ¿os lo han contado vuestros mayores? Todo un ritual: coge la carpeta, coge el LP con cuidado, quita esa motita de polvo, al plato, ajusta la aguja y ¡cómo sonaban las rayas!... Cuando empecé a cobrar mis primeros sueldos, es muy posible que el 30% de ellos se me fuera en pedidos a Discoplay, a riesgo de pasar los últimos días del mes comiendo sólo patatas... llegaba el boletín a casa y empezaba a babear entre novedades y ofertas de discos antiguos y cualquier cosa rara que apareciera por allí.

Que sí, que ya va lo del mosqueo: como por 1990 empezaron a aparecer en el catálogo los CDs. Mi santo y yo flipábamos: si un LP normal nos costaba 800 cucas, el CD estaba a 2500 o más. Yo no entendía nada: si algo me quedaba claro es que el proceso de grabación digital es más barato y fabricar el soporte ¡ni te cuento! ¿Por qué eran tan caros? Pensamos que sería cosa de la novedad y dijimos, "bueno, ya bajarán...".

No han bajado. Y, lo que es peor, el negocio discográfico se fue haciendo más y más patético. Me van ustedes a perdonar si reivindico los 80: es que eran "mis" veinte años... y yo creo que la música de los veinte años es, seguramente, la que te queda más adentro ¡cómo que es la banda sonora de las movidas más locas, de los pensamientos más salvajes y de los sentimientos más a flor de piel!. Pues eso: como buena hija de los 80, viví los 90 con resignación ... ¡yo no veía nada nuevo bajo el sol! No había nada en las tiendas de música que me llamara la atención (de seducción, mejor ni hablamos...). Lo del 2000 y la irrupción de triunfitos fue peor pero, afortunadamente, encontramos otra forma de conseguir, explorar y disfrutar de la música. ¿Tengo qué decir cuál? :-)

Los CDs me siguen pareciendo caros; aún así, compro... en los cajones de oferta. Lo siento: no me creo que ningún CD valga más de 10 euros. Y ya me parece mucho. Y tal y como está el negocio, lo que se pase de eso es inflar el trozo de pastel de las discográficas, de las grössen discográficas que no entienden de cultura y cuyo único esfuerzo está en llenarse el saco... que no hacen nada para que la gente que tiene ganas y cosas de decir de verdad tenga su oportunidad. Sólo trabajan sin arriesgarse, sin amar la música, sólo el negocio. Y paren triunfitos y max-mix-remix de lo que ya sabemos que vende. Habrá piratas, sí; pero creo que mi concepto de pirata no es el habitual... O igual no hay piratas, sólo tiburones.

Me gustan los músicos que se atreven a romper con ese vasallaje. Cada vez que encuentro uno, pienso que, a la larga, serán las grossendiscotiburones las que tendrán que pasar por el aro. Seguramente encontrarán otra forma de fastidiarnos y seguir haciéndose de oro, pero espero por lo menos dejen de insultarnos. Es muy duro explicarle a mi hija que soy sospechosa de compadreo por ser informática (ahora que ya le he convencido de que no soy pederasta, pero eso es otra historia... ¿qué culpa tenemos los informáticos de que ciertos cabrones usen ordenado-res?)

Precisamente, antes de navidades comentaba con amigos que podía ser buenas fechas para hacer "promoción" de los que se han separado de este tipo de explotación. Acaba de pasarme por la tienda de Kiko Veneno y habían tenido un detallito muy guapo conmigo... Acababa de encontrar la página web de Xera en la que presentan su música bajo licencia Creative Commons... Gracias a Txarly descubrí a James Apollo... Y no hay que olvidar sitios como Música Libre, Magnatune y similares.

Creo que voy a inaugurar oficialmente una lista de enlaces a músicos de verdad, a los que quieren crear y que se escuche su música... os podéis suponer que se admiten donaciones ;-)

viernes, 10 de febrero de 2006

Patente de Corso

...Luego me preguntan que por qué como en el despacho. Pues porque aprovecho para navegar por los procelosos mares de internés y así leo, me informo, aprendo, me río, me cabreo y flipo pepinillos de colores.

Y hoy me está cundiendo mucho, pero que mucho mucho. Me paso por Escolar y me encuentro esta entrada. La verdad sea dicha yo al señor Alex de la Nuez lo recuerdo de cuando era parte de "Alex y Christina" y fueron a la OTI y casi se monta el pollo porque quería salir con un pantalón vaquero "con rotos" -que dice mi madre- y ... :-)

Pero me quito el sombrero y me apunto el enlace, pasen y vean: Patente de Corso. Aparte de lo que controla sobre el negocio de la música, este hombre escribe con las vísceras en el teclado.

Creo que hoy me he levantado demagoga...



...o igual he abierto el periódico en un mal momento, no sé. En cualquier caso, este tipo de demagogía hay que hacerla de vez en cuando ¿no?

(Gracias a Ximo por la "ayudita" técnica)

jueves, 9 de febrero de 2006

El meme de los 4

..Y me manda esto luen (casualidad... estoy leyendo "El signo de Cuatro", querido Watson :-):

  • Cuatro trabajos que he tenido: Pillo la definición de Luen :-) Actividad remunerada legalmente. Creo que el orden es cronológico más o menos...

    - vendedora de bisuta/chinchetas pintadas artesanales en un puestecillo...
    - dependienta de una tienda de ropa...
    - camarera (muy sumergida y muy ocasionalmente...) lejos lejos de mi hogar
    - ¡¡¡profe!!! :-P

  • Cuatro películas que puedo ver una y otra vez: (glups!! ¿sólo 4? :-/ El orden no es relevante...)

    - Bagdad Café
    - Pero ¿quién mató a Harry?
    - Calabuch
    - ¿Qué he hecho yo para merecer esto?

  • Cuatro series que me encantan:
    - Scrubs
    - Rugrats
    - CSI-Las Vegas
    - The Shield

  • Cuatro series muy recomendadas y populares de las que no he visto ni un minuto:
    - Lost
    - House
    - Padre de familia
    - Los Serrano (XDD)

  • Cuatro sitios en los que he estado de vacaciones:
    - Lisboa
    - Rennes
    - Benidorm (hmmm... esa excursión de 3º de BUP ;-)
    - Fene (mi pueblo :-)

  • Cuatro de mis platos favoritos:
    - Manzanas Asadas
    - Fabes con Almejas
    - Spaghetti con Ajo y Perejil
    - Las croquetas de mi madre...

  • Cuatro sitios en los que me gustaría estar ahora mismo:
    - Recorriendo los fiordos noruegos en un barquito
    - En la playa, nadando, con mi niña...
    - En Galicia
    - ¡En la ISS!

  • Y se lo paso a cuatro:
    - ZonaLunar, por ser mi madrina.. ;-)
    - 1001, por ser mi padrino (je! }:-D
    - txarly porque él lo vale... :-P
    - luen para que sea recursivo ¿cómo? ¿qué no se vale? hmmm... el señor antonio está muy callado últimamente O:-)



Buf, ya... :-)

martes, 7 de febrero de 2006




Andrés Rábago (El Roto). De mayor quiero ser como él.

sábado, 4 de febrero de 2006

Caricaturas y frikipedias

Pues a raíz de la entrada anterior me he quedado pensando... el bueno de txarly publicaba una entrada sobre el asunto de las caricaturas y me he sorprendido a mí misma con el comentario que le he hecho.

Y estaba escribiendo lo anterior bajo los efectos del cabreo por lo del cierre de la frikipedia y tengo que reconocer que en una de estas me he sorprendido diciéndome a mí misma "...hipocritilla... ¿Y tu discursito de por la mañana?".

Tengo todo el rato el regusto de una discusión que tuve con un amigo hace tiempo... el contexto creo que era el tema de la ablación femenina, en el que me manifesté (¡y me sigo manifestando!) muy en contra y con argumentos muy, pero que muy rotundos. En una de estas, cuando mi amigo me preguntó "¿Tú lo que quieres es entonces la occidentalización total de las mujeres, no?", creo que le contesté "Si occidentalizar mujeres es no mutilarlas, ni comerciar con ellas, ni considerarlas propiedades privadas ni hacerles mil barbaridades en nombre de las religión que profesan, sí". Sigo opinando lo mismo y, de hecho, mis principales criticas a la religión musulmana se alimentan del cabreo continuo que me provoca el recordar la imagen de un burka o la prohibición de que las mujeres tengan una vida propia al margen de padres, hermanos, maridos o hijos.

A ver, que la perdiz está pidiendo una tregua para que deje de marearla... Veamos si aclaro el lío que tengo en la cabeza. Es posible que ambos asuntos, lo de las caricaturas y lo de la frikipedia, estén relacionados con la libertad de expresión, pero creo que cada uno muestra un perfil distinto del mismo concepto. Por de pronto, la actuación de una sociedad privada ha provocado el cierre de un portal. Es un acto de censura ejercido por una asociación que parece tener cada vez más influencia en según qué círculos.

En cuanto al otro asunto... No estoy de acuerdo con la mayor parte de los preceptos musulmanes, pero nunca se me ocurriría entrar calzada en una mezquita; tampoco estaría por la labor de no ponerme un pañuelo si tuviera que andar por la calle en Irán. Y, sin embargo, lo primero lo haría por respeto y lo segundo... ¿por miedo? Digamos que por no meterme en líos...

Lo que sí sé es que somos un poco prepotentillos en este occidente nuestro... como esa buena mujer que quería occidentalizar a todas las mujeres del mundo. Estamos en una sociedad en la que una serie de temas son tabú, sea por presión social sea por rancia tradición "occidental". Vamos, que nadie defendería la libertad de expresión de un dibujante que tomara a chufla a las tres mujeres que han muerto hoy a manos de sus compañeros. Puede parecer demagógico, pero esta noticia es de hace 15 días. Ahora estamos hablando de algo que ha ofendido muy ostensiblemente a millones de personas. Vale, que sí que los líderes religiosos tienen una cierta facilidad para conseguir que las masas enardecidas se levanten en armas en los países islámicos. Y eso es deleznable, detestable y se debe denunciar. Pero yo hablo de los padres de los compañeros de cole de mi hija, que igual no entienden por que mi sacrosanta libertad de expresión (y mi occidental concepto de lo políticamente correcto y lo políticamente incorrecto) me permite ignorar uno de sus dogmas. Si queremos entendernos, tendrá que ser mutuo ¿no?.

Ya me han respondido de la Moncloa

¿Os acordáis? Érase que se era una asociación privada que pone una demanda en los tribunales a un grupo de discapacitados psíquicos por representar obras con "copyright", aun cuando eran representaciones benéficas, en las que los actores muchas veces ni siquiera podían decir los textos... supongo que es una actuación digna de merecer la siguiente descripción: Siempre Ganamos Algunos Euros.

El texto de La Moncloa es el siguiente:

Por indicación del Presidente del Gobierno contesto al escrito que le
ha dirigido, sobre la Sociedad General de Autores de España (SGAE).

Por si fuera de su interés le envío una síntesis de la nota de prensa
que la SGAE ha hecho pública sobre este asunto.

La Sociedad General de Autores de España…como cualquier otra organización
puede cometer algún error administrativo en su gestión… y dado el carácter
claramente benéfico del certamen teatral celebrado en Fuentepelayo
(Segovia), la SGAE devolverá los 518 euros al Taller Cultural de
Fuentepelayo y hará llegar sus disculpas a su director, Juan Cruz Sierra,
así como a los participantes y asistentes al Encuentro Nacional de Teatro
Especial.

Reciba un cordial saludo,


No me esperaba ninguna respuesta. Pero ya que han respondido, un poquito de cuidado.

Empezando porque esa sociedad no existe: sí que hay una sociedad general de autores y EDITORES por ahí. Y sí, vale: si no esperaba una respuesta, menos aún un autógrafo dedicado :-) pero ya que responden... vamos, que alguien se ha dedicado al copy'n'paste de forma intensiva, que todos hemos recibido la misma carta (por lo menos, los que escribimos las cartas éramos más originales ;-). Y no, no me interesa la nota de prensa de esos desvergonzados: una demanda judicial a un grupo de discapacitados psíquicos NO es un error administrativo. Es rapiña.

Y ya puestos ¿por qué desde una institución oficial me envían una nota de una asociación privada? Yo pedía sensibilidad legislativa hacia grupos especialmente desprotegidos, como niños, discapacitados o ancianos, para que se vieran protegidos cuando realizan actividades sin ánimo de lucro que pueden ser de interés social, terapéutico y/o educativo. ¿Qué tiene que ver la respuesta con la pregunta?

viernes, 3 de febrero de 2006

Pensamiento perturbador

Se supone que parte del noble arte de "hacerte mayor" consiste en aprender a convivir y a relacionarte con los demás.

Y, sin embargo, lo que noto al "hacerme mayor" es que, enfrentada a otra persona, soy consciente al 100% de lo que puedo decir para herirla; cuando quiero ayudarla, titubeo.

Convivir ¿contra quién..?