domingo, 24 de junio de 2007

Despilfarrar


Cada mañana, él le daba un beso en el cuello. A ella se le encogía el alma y con el alma, los hombros.

¿Qué ocurre con los besos que se dan sin que los quieran? ¿Y si nacemos con una cuota fija de besos y ese despilfarro puede provocar que nos quedemos sin ellos para cuando los necesitemos?


4 comentarios:

Joan Pinardell dijo...

Buena pregunta. Yo creo que los besos que damos aunque no sean queridos no dejan de servir, por lo menos para quien los da. Otra cosa es cuando no son contestados. Cuando la indiferencia o el desamparo se adueña de ellos. Entonces dejan de ser y se convierten en yagas. No no te preocupes, primero se acaba el dinero o la salud, que los besos ya se las apañan solas para volver a los labios cuando les interesa. O al menos eso creo yo.
Ah...un beso...

Anónimo dijo...

Nunca se os han terminado los besos? recuerdo cuando era pequeña y te hacían besar a alguna tia~abuela, te decían que no les das dos besos, y respondía no me quedan, y no se los daba, se me debieron agotar mis besos infantiles ; )

besos!

Anónimo dijo...

¿Cuota fija? ¿Despilfarro? Yo creo que esas expresiones nunca pueden ir acompañando a 'besos'. ¿O sí? :)

Beso grande, corazón. Ya ves, sigue la suerte. ;)

Unknown dijo...

interesante relación Besos Vs Óvulos.
En todo caso mucho mejor que relacionarlos a los espermatozoides: rápidos e impersonales...
Salud