lunes, 26 de junio de 2006

Cómo conocí a Pink Floyd


Le estaba comentado a Marte que había encontrado esta versión acústica que hace Radiohead del Wish You Were Here de Pink Floyd... y cuando se ha ido me he acordado de cómo conocí a Pink Floyd. Por extraño que parezca la culpa fue de mi padre, que tenía este disco como oro en paño...

Yo tenía 14 años y se acercaba final de curso. Tocaba prepararse una coreografía en grupo para la evaluación final de gimnasia. El caso es que las de mi grupo y una servidora estábamos de un despistado subido y no teníamos ni idea de por dónde empezar, ni qué música utilizar... No se nos ocurrió otra cosa mejor que preguntar a la profesora de música por algo de "música electrónica". La buena mujer se llamaba Carolina (paréntesis para que quien yo me sé, se ría -o no- :-). Para entender por qué nos dio la música que nos dio, hay que hacer un retrato de la buena mujer que, como tantas de su edad, había iniciado su rancio ejercicio de la docencia realizando el servicio social en la Sección Femenina. Estaba a punto de jubilarse y no sé yo si estaría muy al día en cuanto a tendencias musicales (bueno, ¡está claro que nosotras tampoco!). Pero eso sí, moderna entre las modernas y fiel al temario que tenía que impartirnos, nos dejó un disco creo que de Luis de Pablo (bueno, creo que era de Luis de Pablo aunque puedo estar equivocada porque, a decir verdad, ¡he procurado borrarlo de mi mente! :-).

No os podéis imaginar lo que fue aquello. O sí, si habéis escuchado algo de música aleatoria y atonal... basada en la carencia de ritmo y caracterizada por no tener melodía... ¡cómo para bailarlo, vamos! Yo no sé cuántas vueltas le dimos a la cinta que tenía aquella ¿música? y en cuántos sitios, intentando buscar una medio-coreografía para "aquello"; además, la gente nos miraba con cara rara cada vez que enchufábamos el radio-cassette. Hasta que llegó mi padre.

Iba por la quinta reproducción del trocito que empezaba a sonar como el "elegido". Mi padre nunca se caracterizó por su paciencia. En cuanto vio que iba a volver a darle a play, me soltó un "¿Qué es eso?". Yo me quedé pensando en una definición y acudí a la que había organizado todo el lío desde el principio: "Música electrónica que me ha dado la profesora de música para hacer una coreografía para gimnasia...". "Si quieres música electrónica, espera, y quita esa mierda.."

En una hora, más o menos, fui la feliz poseedora de Wish You Were Here en una cinta de cassette. Elegimos Welcome to the Machine y en dos días teníamos la coreografía montada... aún me acuerdo del profesor de dibujo, que nos pilló en medio de su clase montando el bailecillo, y suspiró de alegría y nos dijo "¡Menos mal! la música que teníais antes era incomestible..."

El verdadero final de la historia ocurrió dos años y medio después. Mi padre siguió fiel a Pink Floyd. En cuanto a mí, digamos que ya llevaba medio camino andado en mi propia revolución cultural. Entre otras cosas, servidora había descubierto que había un mundo de películas musicales: además de Hair, Tommy, Quadrophenia (bueno, esta un poco más tarde :-), Jimi Hendrix o... Pink Floyd en Pompeya. Una tarde descubrí feliz que, precisamente, echaban la de Pink Floyd en la segunda cadena. Allá que me fui a la tele pequeña, que era la que oficialmente se reservaba para cuando quería ver "lo de la segunda" en lugar de la programación oficial en casa, "la de la primera".

Lo único malo de aquella tele es que era la típica "tele con cuernos" en lugar de antena. Ya sabéis, uno de ponía a recolocar los cuernos hasta que pillaba bien la imagen. En esto estaba yo, con la película ya empezada, cuando entró mi padre. "¿Qué haces?", "Intento ver Pink Floyd en Pompeya...", "¡Anda! ¿Quiénes son los de Pink Floyd?", "Hombre, pues esos que están tocando..."

"¿Esos...? ¿... esos... melenudos?". La cara de desilusión de mi padre fue de las que marcan época. Tantas broncas con mi hermano por el pelo, tantas discusiones conmigo por mis pintas... Y los de Pink Floyd, sus adorados Pink Floyd, eran... ¡¡esos melenudos!!

Pobre papá, estoy convencida de que iba a decir piojosos :-D

17 comentarios:

servidora dijo...

So, so you think you can tell Heaven from Hell,
blue skies from pain.
Can you tell a green field from a cold steel rail?
A smile from a veil?
Do you think you can tell?
And did they get you to trade your heroes for ghosts?
Hot ashes for trees?
Hot air for a cool breeze?
Cold comfort for change?
And did you exchange a walk on part in the war for a lead role in a cage?
How I wish, how I wish you were here.
We're just two lost souls swimming in a fish bowl, year after year,
Running over the same old ground.
What have you found? The same old fears.
Wish you were here.

Jaco dijo...

Qué genial historia... Yo descubrí a pink floyd un 5 de enero de hace varios años. Con treinta y nueve de fiebre, desquiciado en la cama la cabeza me daba vueltas.

Mi mamá me hizo un zumo de naranja y me puso el Atom Heart Mother. Hubiera estado guay que me curara instantáneamente, pero aunque pasé chungo unos días más... se hizo más llevadero :)

ZonaLunar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ZonaLunar dijo...

¡¡Estupenda historia!! :D

Yo ya tengo pensado mi turno, en cuanto pueda lo escribo ;)

servidora dijo...

¡¡No te quejes J.!! Un regalo de Reyes ;-D
bicos...

servidora dijo...

J: se me escogorció tu smiley
Toito para tí, again ;-D

Lunática de mis entretelas, ya tardas! :-)

Anónimo dijo...

Ufff... yo es que Pink Floyd... ni con álmax, chata! Bueno, la época de Syd Barrett sí que me gusta, pero todo lo demás me indigesta.

En todo caso, si tú escucharas las musiquillas que nos encasquetaban en las coreografías de gimnasia... El Luis de Pablo ese seguro que es más digno!!!

servidora dijo...

Va txarly, cariño, esta canción sí... y al Luis de Pablo... te desafío a que lo escuches más de 4 minutos seguidos!! (ejem, inculta que es una ;-) fortunately :-D )

Mars Attacks dijo...

Bueno, yo a los de Seal o al mismísimo Bobby McFerry no me los imaginaba negros. No sé por qué, me recordaban más a Sting o cantantes de este estilo, fue divertido el shock al verles la primera vez.

Seguro que a tu señor padre le cambiaron los conceptos de los melenudos después de aquello... o de los Pink...

Jaco dijo...

El otro día me enteré de que Bobby McFerry es la persona con mayor registro de voz actualmente. Yo lo vi hace años en el festival de jazz de Vitoria y se salió tanto...

servidora dijo...

Pues a mí me descolocó Phil Collins al verlo con calvita y barriguita :-P

Al Bobby MacFerrin ya me gustaría a mí pillarlo en directo, ya... por lo visto improvisando es demasiado, mucho mejor que enlatado. Creo que su padre era tenor o así... hmmm, me voy a googlear un ratet, que ya me habéis picado la curiosidad :-D

Mars Attacks dijo...

Pues después de escuchar alguna canción de Rachelle Ferrel (¡gracias, Marzal!), no sabría decirte ;)
Échale un oído a su "Don't Waste Your Time" y luego me cuentas.

servidora dijo...

¿No sabrías qué decirme de qué? :-/
¡Ah! por lo del registro de voz... eso es para J. entonces :-)
Anyway, don't waste your time parece un buen consejo lo cante quien lo cante y se lo digas a quien se lo digas :-D

servidora dijo...

http://en.wikipedia.org/wiki/Rachelle_Ferrell

...voy pillando "registro". ¡Leches, cañizares! o_O

Mars Attacks dijo...

Sí, era para J. Siempre se me olvida recargar la página antes de postear, y a veces la tengo abierta durante horas...

servidora dijo...

¡Ah! ¡Eras tú! XDDDDDDD
(otro misterio resuelto ;-)

Juan Pablo dijo...

Que buena historia…realmente genial. Creo que solo la supera la de un amigo que se afeito las cejas después de ver The Wall cuando teníamos 10 años.