miércoles, 28 de junio de 2006

La vida boca abajo


No sabía que hacía en una sala de hospital. Las enfermeras la miraban con simpatía e intentaban tranquilizarla. Sentía un fuerte dolor en las costillas y notaba su cara como acartonada. No conseguía hablar, parecía que le habían sedado. Poco a poco, el sopor la fue venciendo y quedó dormida otra vez...
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Despertó y vio que él seguía allí. No se atrevía ni a respirar, igual seguía durmiendo y todo era un sueño. No podía creerlo, la felicidad existía y allí estaba ella, feliz, para dar fe. ¡Dios santo, tenía agujetas! Estaba visto que la parte física del amor acababa cobrando también sus tributos... ¡qué tontería! ¡Y qué cansancio! Sonrió y notó que, casi sin querer, volvía a dormirse...
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Una enfermera la despertó, había llegado una agente de policía. También ella la miraba con simpatía. Cada vez estaba más desconcertada, no sabía qué había pasado, pero el dolor y tanta "cara amiga" con ganas de animarla le estaban empezando a mosquear. Le preguntaban su nombre (¿es qué no saben quién soy?) y si recordaba algo (¿de qué?). ¿Por qué no le decían qué hacía allí y por qué estaba molida? ¿Por qué había allí una policía? ¿Habían avisado a su familia? Bastante mal iban las cosas por casa como para que desapareciera sin avisar, como si fuera fácil convencer a su marido de que no había sido culpa suya... Notó que se le cerraban los ojos otra vez...
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¡Qué sueño tan raro estaba teniendo! Joder, un hospital ¡a quién se le ocurre soñar esos rollos! Un ligero ronquido le recordó de pronto todo lo que había ocurrido hoy, qué locura, no podía ni imaginar nada tan tierno como todo lo que había ido pasando hoy. Se le quedó mirando un rato durmiendo, respirando tranquilamente como si fuera un bebé. Igual era todo un sueño y no había ocurrido nada en realidad, pero tenía que disfrutar ese momento... si es que el dulce cansancio que se iba apoderando de ella le dejaba, claro...
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No iban a dejarla dormir, estaba claro, entonces ¿por qué la habían sedado? Por lo menos había tenido un bonito sueño. Y dormida no le dolía, entonces ¿a qué venía lo de despertarla? Pero la policía seguía allí y, por lo visto, esperaban que ella dijera algo. Ahora había llegado también un médico y explicaba algo de un shock y posible amnesia. No sabía qué pasaba, ¿habría tenido un accidente con el coche? No recordaba nada y estaba tan cansada y tenía tanto sueño...
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Nada, maldito sueño raro... Le estaba costando conciliar el sueño tranquilamente a pesar del cansancio... Lo que no había sido un sueño era lo que había pasado hoy y allí estaba él para demostrárselo, durmiendo a su lado, podía olerlo, podía oírlo, podía tocarlo... Era real y estaba ahí... aunque también es verdad que ese sueño del hospital estaba consiguiendo casi que le dolieran las costillas de verdad... qué cosas tan raras se sueñan...
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Era tan raro. Juraría que estaba soñando con una noche de amor loca... ¿con qué la estaban sedando para tener este tipo de alucinaciones? Si no le doliera tanto, casi que le daría risa. Bueno, por lo menos la policía ya no estaba, habían decidido dejarla descansar y esperar a que estuviera más consciente... Si pudiera recordar qué había pasado... No creía haber cogido el coche...

No. No había cogido el coche. Lo recordaba ahora todo de repente: cómo le había golpeado primero con los puños y más tarde con el bastón... ¿qué le había hecho ese bastardo? ¿y el niño? ¿le habría hecho algo a él también? ¿cuánto tiempo llevaba en el hospital? Las preguntas empezaron a amontonarse en su cabeza, mientras los recuerdos la empujaban y la golpeaban igual que él lo había hecho en la cocina, en el pasillo... Iba a gritar "¡enfermera!", necesitaba que alguien le ayudara a montar el rompecabezas para poder creer lo que había vivido... pero se desmayó.
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Se sentó en cama. Miró el reloj, eran las seis menos veinte, demasiado temprano, pero no podía volver a dormirse. Era de locos, qué había estado soñando... Miró a su derecha y descubrió el hueco, vacío pero aún caliente, de quien había dormido allí. Por la ventana entraba ya la suficiente luz como para ver su cara reflejada en el espejo. No descubrió golpes en ella, pero sí lágrimas.

8 comentarios:

servidora dijo...

Se me vino a la cabeza al leer esto de Marte y recordar esto de Cortázar... que ya me gustaría, es sólo una especie de intento...

ZonaLunar dijo...

Ya decía yo que me recordaba mucho a lo de Marte. Enhorabuena servidora, está muy bien :) Y me estás sacando demasiada ventaja, ¡voy a tener que escribir ya! (es que aún me falta hacer unas fotitos para ilustrar la entrada).

Mars Attacks dijo...

Ya decía yo que me recodaba mucho a lo de Cortázar. Vaya cuerpo me dejó esa historia. Y la tuya. Qué inquietantes estáis todos, ¿será el calor?

servidora dijo...

...o la falta de sueño ;-)

Sofia dijo...

Me ha gustado mucho. No sabía que escribías tan bien :)

Jaco dijo...

Me ha transportado completamente, ¡apasionante!

será el calor, será el calor...

servidora dijo...

...me voy a poner colorada (¡o no! :-P )
Anda, Sofía mira quien va a hablar de hacer cosas bien :-) Y J., me he bajado el disco de la vaca... jo, hacía tiempo que no lo oía :-)

Anónimo dijo...

Uf que me he tardado en volver de la historia. Lo que escribes esta muy bien!