"Y ya puestos, si hay que morir, pues no sé si elegir la forma o si elegir el modo. La forma puede ser más discreta, puede hasta ignorar el hecho de seguir vivo; se puede elegir la forma de un pobre diablo y dejarse el alma olvidado en un rincón oscuro de un armario. Se puede elegir la forma de una estrella y brillar lejos donde nadie pueda molestarte. Se puede elegir la forma de un gorrión y dejar pasar todo desde las ramas de un árbol, sin bajar por miedo a vivir. Se puede elegir la forma de un rayo y cegar a todos para conseguir que nadie te mire. O construir todo un universo paralelo y vivir rebozado en deslumbrantes y hermosas paranoias... El modo lleva implícita violencia, lo quieras o no. No deja de ser una auto agresión... aunque, bien pensado, ¿no lo es también cualquiera de las formas anteriores? Pero los modos físicos están mal vistos; molestan a los demás y por ello los tachan de indiscretos. Nadie desea encontrar un cadáver, nadie se alegrará si te encuentra tendida boca abajo en el agua, o en la calidez de un bañera tintada; nadie se alegrará por alegre que sea tu mueca tras el salto desde el balcón o tras beber un mal trago amargo. Y nadie le encontrará la gracia al balanceo de la cuerda, aunque recuerde a los columpios del parque, aquellos con los que te gustaba tanto volar en otro tiempo... Cuántas formas, cuántos modos de morir...
Y ya puestos, si hay que vivir, pues sólo hay una forma de vivir y de un único modo.
Y ya puestos, elijo."
domingo, 10 de agosto de 2008
Y ya puestos...
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1 comentario:
Intesamente! Si no se vive no se puede sentir.
;)
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