Un centímetro. Un espacio lleno de escalofríos.
Tus labios a un centímetro de mi cuello.
Mi piel a un centímetro de erizarse.
Mis piernas a un centímetro de rendirse.
Qué lento ese centímetro.
Qué hambre de caricias y qué sed de piel...
Pelear sólo para volver a rendirse,
Rendirse sólo para volver a pelear.
Qué lento ese centímetro.
Qué difícil no cruzar ese puente, esperando...
Ya vienes. Ya voy.
Déjame paladear ese centímetro,
déjame cruzarlo con los ojos cerrados,
déjame prepararme para tus labios.
Tus labios a un centímetro de mi cuello.
Vamos... acalla ese vacío que has escarbado en mi vientre.
2 comentarios:
A ti lo que te hace falta es una ducha de agua fría. :-P
¿Ducha fría? ... hmmm... ¿ducha fría?... ah, pues no :-)
Si te refieres a la ducha de después, fue más bien templadita que, a mis años, hay que tener cuidadín con los resfriados...
O:-)
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